Resumen de la alocución del Presidente Maduro este 7 de noviembre

Seis momentos históricos para entender la Guayana Esequiba (+Resumen)

Foto: Prensa Presidencial

En un impresionante “Acto de Unión Nacional en Defensa de la Guayana Esequiba” realizado en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, con numerosos asistentes del mundo político nacional, el Presidente de Venezuela Nicolás Maduro, lideró una clase magistral de tres horas sobre la evolución histórica de la controversia por la Guayana Esequiba, con el apoyo del historiador y embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada; el abogado constitucionalista y diputado Hermann Escarrá; el general Pompeyo Torrealba y otros expertos en la materia. Para facilitar su comprensión, dividieron la historia de la controversia del Esequibo en seis etapas.

Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa) y Prensa Presidencial

Guayana Esequiba: Acto de Unión Nacional y Clase Magistral con Maduro, Moncada, Escarrá y otros

Estas seis etapas forman parte de una iniciativa pedagógica destinada a fomentar el debate “para señalar los rumbos de la recuperación de nuestros derechos”, señaló el Jefe de estado. La definición de momentos históricos permitirá, además, que el pueblo venezolano decida con claridad cuál será su voto en el referéndum consultivo del domingo 3 de diciembre.

Foto: Prensa Presidencial

Estos son los seis momentos que definen el devenir histórico de la controversia territorial entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana:

  1. Formación del territorio (Periodo colonial y periodo de la Independencia): Inicia en 1492 con la llegada a las tierras americanas del colonialismo europeo, extendiéndose hasta 1840, tiempo después de conformarse el territorio de lo que es Venezuela.
  2. Periodo de agresión, despojo y fraude arbitral: Se sitúa en 1840, precisamente, cuando el imperio británico –a través de ilegales artimañas- da los primeros pasos para entrar al territorio de la República. Culmina en 1899, año en el que se consuma el fraude del Laudo Arbitral de París.
  3. Diplomacia imperial de las cañoneras, denuncia del fraude y el Acuerdo de Ginebra: Definido entre 1900 y 1966, refiere el periodo en que Venezuela pasó de una época de división, amenazas de bloqueos e invasiones militares a la reacción, caracterizada por la denuncia y logros internacionales en el área diplomática mediante la firma de los documentos que condujeron a la redacción, aceptación y suscripción del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
  4. Aplicación del Acuerdo de Ginebra, surgimiento de la República Cooperativa de Guyana y reserva presentada por Venezuela sobre el reconocimiento del Estado que surgía de la Guyana Británica: Esta etapa que se concentra en el periodo comprendido entre 1966 y 2015, involucra la aplicación práctica del Acuerdo de Ginebra, así como las opciones que estipula el documento y la Carta de las Naciones Unidas; y la búsqueda de una solución pacífica y satisfactoria para las partes.
  5. Guyana asume una posición beligerante: Abarca el periodo 2015-2023, especialmente, los eventos que derivaron en la reacción de Venezuela y la convocatoria del referéndum consultivo en defensa de la Guayana Esequiba. Al respecto, describe la continua violación del derecho internacional por parte de la República Cooperativa de Guyana, así como sus pactos con la ExxonMobil y el Comando Sur de los Estados Unidos que dan la espalda al Acuerdo de Ginebra.
  6. Etapa posterior al Referéndum consultivo: luego de la realización del referendo del 3 de diciembre, para ratificar la defensa y soberanía del Esequibo.

El evento fue propicio para otorgar el ascenso al grado de General de Brigada al coronel e historiador venezolano Pompeyo Torrealba Rivero, uno de los mayores estudiosos de los derechos históricos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba. Foto: Prensa Presidencial

Recorrido de los momentos históricos

Primera etapa histórica

El Jefe de Estado encabezó un recorrido histórico sobre la controversia del Esequibo. Comenzó hablando sobre la primera etapa, la de la colonización europea en el continente a partir de 1492. “Es en 1494, cuando apenas comenzaba la invasión sobre Nuestra América, que se firma el Tratado de Tordesillas” en el que los reinos de España y Portugal establecieron un reparto de tierras y mares en el llamado “Mundo Nuevo”, en el que Portugal le reconocía a España la mayor parte del territorio americano, incluidas las Guayanas. Criticó Maduro el mal llamado descubrimiento. “¿Quién descubrió a quién? O es que no estábamos aquí ya, nuestros abuelos y abuelas, viviendo en paz, desarrollando su civilización, su cultura, su vida”.

En 1648 se firma el tratado de Münster, en el que Países Bajos logra su independencia de España. Debido a que 21 años antes habían establecido asentamientos hostiles e ilegítimos en las cercanías del Esequibo, se convierten en vecinos del territorio español. Son los antecedentes más antiguos que han podido encontrarse hasta ahora.

Maduro recuerda que 1777 se convierte en una fecha icónica porque España forma la Capitanía General de Venezuela, que une todas las provincias que conformaron el territorio de Venezuela.

Samuel Moncada explica que los pueblos indígenas que vivían en América sufrieron una imposición violenta de parte de los imperios invasores, que cambió totalmente su cultura. El imperio español creó diferentes formas de administración del territorio, y en 1777 se cristalizan en la Capitanía General de Venezuela, que es la primera unidad de gobierno de todo lo que es hoy.

Por eso, todas las constituciones de Venezuela, desde 1819 en adelante, cuando definen el territorio (uno de los factores de la nación) como el que exitía en la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política de 1810. Todas las Constituciones dicen eso. La Capitanía es la unidad territorial nuestra. Y en un mapa de la Capitanía se puede ver que su límite al este era el río Esequibo.

Segunda Etapa

En su disertación histórica sobre el Esequibo, el Presidente Maduro recuerda que Robert Hermann Schomburgk fue un “explorador mercanario” enviado por Gran Bretaña para conocer los territorios del Esequibo, quien elaboró distintos mapas que facilitaron el avance de los británicos a lugares ricos de oro, y a las bocas del Orinoco.

Debido a la debilidad y los conflictos internos que había en Venezuela en ese momento, Schomburgk le recomiendan a la Reina de Inglaterra avanzar y apoderarse no sólo de la Guayana Esequiba, sino continuar hacia El Callao, las bocas del Orinoco y otras zonas del hoy estado Bolívar, que no estaban protegidas y eran muy ricas en minerales y eran estratégicas por su posición geográfica.

Se publican varias líneas con recomendaciones al imperio británico de hasta dónde avanzar. Una de las líneas se publica después de la muerte de Schomburgk en 1865.

Acuerdo de 1850

Señala Maduro que en 1850, Venezuela y Gran Bretaña se reúnen y acuerdan congelar la controversia y “abstenerse de avanzar o tomar territorio ya controvertido”.

Pero eso fue de inmediato violado por Gran Bretaña, con la amenaza permanente del uso de la fuerza (“diplomacia de las cañoneras”). Los británicos conspiraron sin pausa para influir y dividir a la opinión pública venezolana, señala Maduro. “Influyeron en los apellidos venezolanos para que ellos fueran factor de desestabilización y división interna, y para que, de llegar al poder, les entregaran el territorio Esequibo, como quedó registrado en numerosos documentos”.

“Los británicos anunciaron de manera arrogante que el tratado de 1850 ya no sería cumplido, ni en acuerdo, ni en letra ni en documento”, señala Maduro.

En 1887, el entonces presidente venezolano Antonio Guzmán Blanco rompe relaciones con la Gran Bretaña y pide solidaridad al mundo para que detuvieran la ambición británica en territorio suramericano. Las agresiones continuaron.

Defensa del Esequibo

Señala Maduro que en 1895 hubo un hecho poco conocido por las y los venezolanos. Había incursiones de británicos que llegaban a Guasipati y El Dorado. “Entonces, un valiente general, Domingo Sifontes, se lanzó a rechazar la avanzada británica y los sacó del territorio venezolano. ¡Honor y gloria, homenaje eterno!”.

Así se forjó el Laudo de París de 1899

Señala que entonces hubo una amenaza de uso de la fuerza y de bloqueo a los puertos venezolanos. Ante la amenaza de una invasión británica contra Venezuela, las autoridades venezolanas de aquel entonces llamaron muy ingenuamente al gobierno de Estados Unidos para que interviniera de potencia a potencia.

“Estaba en boga la muy nefasta Doctrina Monroe”, que cumplirá 200 años el próximo 1 y 2 de diciembre, y que rezaba: “América para los Americanos”, es decir, “nosotros somos de ellos: nuestras tierras, nuestro ser, nuestra mano de obra”, explicó Maduro.

El Presidente estadounidense Stephen Cleveland apeló a la Doctrina Monroe para que el poder de su poaís sea obedecido en todo el territorio americano, y las potencias europeas no podían usar la fuerza sin el permiso de Estados Unidos.

Había el choque entre dos imperios: el estadounidense y el (en ese momento) poderoso imperio británico, y se usó la Doctrina Monroe para repartir nuestros territorios, explicó el Jefe de Estado venezolano. El resultado de este choque entre imperios fue un acuerdo que sacrificó a Venezuela. Los británicos mantendrían su ocupación en Venezuela y, a cambio, obtendrían el visto bueno para la invasión de Cuba y para apropiarse de islas Guam y Filipinas.

A Venezuela se le negaría voz y poder de decisión en los procesos que llevaron a la firma del tratado de Washington de 1897 y “al nefasto, írrito, nulo, fraudulento e inmoral Laudo de París de 1899”, señala Maduro.

“A partir de ese momento, pactaron en secreto el reparto del territorio y un conjunto de condiciones para expropiar a Venezuela de su territorio”, señala Nicolás Maduro.

Tras recordar la historia de Venezuela en el siglo XIX, denuncia el Presidente venezolano que el gobierno de Venezuela en 1897 “cede en todas las posturas” y que el embajador venezolano representaba más los intereses de EEUU que los de Venezuela, y no tenía ninguna conexión con los intereses nacionales. “A Venezuela la han mancillado y la han robado los imperios cuando hemos estado divididos, desunidos, débiles, enfrentados entre nosotros”.

Moncada recuerda que los británicos no tenían ejército para invadir Venezuela, pero tenían una armada de guerra para bloquear los puertos, como lo hicieron luego, en 1902. Estados Unidos le dice a los británicos que no usen la fuerza, sino que vayan a un arbitraje, y Venezuela ingenuamente acepta.

Por detrás de Venezuela se reunieron Estados Unidos y los británicos (señala Moncada que se tienen las pruebas documentales) y los británicos dijeron que nunca van a entregar a Venezuela nada de lo que entregamos, porque “perderíamos nuestro honor”. Los estadounidenses aparentaron estar de acuerdo con Venezuela, la sacaron de las negociaciones y luego se reunieron aparte con los británicos y llegaron a un acuerdo de todas sus relaciones, incluyendo Panamá, Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Alaska, etc. “y te dejo el oro venezolano, donde estás parado”.

Tratado de Washington de 1897

Una vez acordaron eso, en 1896, el ministro Joseph Chamberlain de Inglaterra y el Secretario de Estado británico llegaron a un acuerdo, que Venezuela desconocía, y redactaron el tratado de 1897, con las reglas para los tribunales, que dice de forma leguleya que, si los ingleses están en un lugar por 50 años, eso es de ellos, sin importar lo que diga Venezuela. También señalan que, aún si el título y la propiedad sea de Venezuela, si hay posesión británica allí, los árbitros tienen que reconocerla como británica.

Los británicos discutieron entre ellos secretamente, diciéndose: “Esto es de nosotros, tenemos que ver cómo se los quitamos”. Las transcripciones existen, han sido solicitadas a los británicos pero ellos se niegan a entregarlas por “razones de seguridad nacional”.

“Eso fue un tribunal de abuso de poder, de engaño, de fraude y ellos quieren que los reconozcamos hoy. ¡Y nosotros decimos no!”, señaló Moncada.

El Laudo Arbitral de 1899

Maduro continúa su disertación sobre el Tribunal Arbitral de París, el tratado de 1899 y los abogados que participaron allí, quienes dicen que revisaron 50 mil documentos en 5 días, y “en un reparto” entre el imperio estadounidense y el británico, “consuman un despojo”.

Señala Maduro que el país recibe el laudo arbitral de París en un profundo estado de división interna.

Maduro explica que “Venezuela fue sometida a presiones indebidas y acuerdos ilegales y desiguales, sobre la base de la legalidad colonialista y la rapacidad imperial. La humanidad, con el derecho internacional, en el siglo XX pondría las cosas en su lugar cuando llegaron los procesos de liberación y descolonización de muchos países, pero para aquel entonces lo que valía era la diplomacia de las cañoneras”.

Señala que había máxima división y debilidad en el país. “El día que fue anunciado el laudo, barcos de guerra norteamericanos y británicos se hicieron presentes en puertos venezolanos sin anunciarse, de manera coordinada, con sus cañoneras apuntando a los puertos de La Guaira, Puerto Cabello y otros lugares de este país. Es una de las lecciones más amargas: las divisiones entre nosotros, las guerras civiles, el canibalismo político, el entreguismo a poderes extranjeros fue aprovechado por las potencias para despojarnos con impunidad de nuestro territorio”.

Tercera etapa

Denuncia Maduro que, en años siguientes al laudo de París, compañías estadounidenses, británicas, alemanas y francesas financiaron movimientos golpistas e insurreccionales contra Cipriano Castro, intentos de magnicidio, etc.

En 1902, las potencias extranjeras bloquearon los puertos venezolanos exigiendo el pago de deudas pero con el objetivo de acorralar a nuestro país. Bombardearon aduanas, cuarteles y hundieron los 10 barcos de la marina de guerra venezolana.

Dice Maduro: “En 1905, el Presidente de EEUU, Theodore Roosevelt, ordenó preparar un plan de invasión militar a Venezuela para tomar los puertos principales y la ciudad capital; ese fue el año que se forzó a Venezuela a aplicar el laudo fraudulento y una frontera de facto basada en un tratado arbitral ilegal, inmoral, nulo, írrito, impuesto en medio de la diplomacia de las cañoneras”.  Señala Maduro que Moncada descubrió en su investigación los planes de invasión que se tenían por La Guaira para llegar a Caracas y tomar la capital, elaborados por el cónsul de Estados Unidos en Venezuela que fue expulsado por Cipriano Castro.

“24 horas después del derrocamiento de Cipriano Castro, un teniente coronel de un barco de guerra estadounidense llega al puerto de La Guaira y es recibido con honores en el palacio presidencial”, explica Maduro. “Inmediatamente emiten las licencias para entrega de todos los campos petroleros de Venezuela a empresas británicas y estadounidenses. ¡Triste y oscura historia de entreguismo e intervencionismo contra Venezuela!”, exclamó el Jefe de Estado.

El fraude del laudo se da a conocer 45 años después

Maduro continúa con el relato histórico, y señala que el abogado Severo Mallet-Prevost, puesto por Estados Unidos en el laudo arbitral de 1899, en su testamento en 1944 tras su muerte, dejó un memorando declarando que el laudo fue “un proceso ilegal de robo y saqueo a Venezuela”, según Maduro. En 1949 se conoció el memorando donde “quedó desnudo y develado, por un testigo de primer nivel, toda la trampa, ilegalidad y fraude que se cometió contra Venezuela en 1899”.

A partir de 1945 los imperios europeos se desmoronan y decenas de países logran su independencia.

En los años 1950 y 1960 se pone el tema del Esequibo de nuevo en el tapete. En 1962, surge una investigación por un conjunto de sacerdotes católicos, que coincide con la manifestación de voluntad del Imperio Británico de conceder la independencia a Guyana. Venezuela toma el tema, se dieron reuniones intensas con el gobierno de Rómulo Betancourt y el canciller Marcos Falcón Briceño.

En Venezuela había varias corrientes: una de ellas pedía que se tomara el territorio del Esequibo por la fuerza, encabezada por Pedro José Lara Peña. Ls publicaciones y periódicos de la Cadena Capriles azuzaban a que se hiciera eso. Otras corrientes de pensamiento, como la Academia de Historia, planteaba que se buscara por la vía diplomática el rescate de la Guayana Esequiba.

Acuerdo de Ginebra de 1966

El 12 de noviembre de 1962, ante la 348° sesión de política especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el canciller venezolano Marcos Falcón Briceño hizo un discurso histórico reclamando los derechos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba, aportando todos los elementos jurídicos, políticos y diplomáticos. Señala Maduro que allí arranca el proceso de conversaciones y negociaciones, y allí Gran Bretaña reconoce que hay una controversia pendiente que no se había resuelto con el Laudo de París de 1899.

Maduro explica: “Es con la firma del Acuerdo de Ginebra (de 1966) que el Reino de la Gran Bretaña, potencia colonial ocupante de la Guayana Esequiba, acepta la controversia que Venezuela venía planteando en todo el siglo XX. ¡Es un elemento modular y deja de lado el laudo arbitral!” Señala Maduro que, si la Gran Bretaña hubiera considerado que eso no era elemento de discusión, no se sienta a debatir ni a negociar, ni firma el Acuerdo de Ginebra”.

Explica que el Acuerdo de Ginebra está consignado ante las Naciones Unidas. Tiene la firma del canciller británico, Michel Stewart; del canciller venezolano Ignacio Irribarren Borges y del primer ministro del gobierno colonial de Guayana Británica, Forbes Burnham.

Y lo primero que se establece desde el punto de vista diplomático es “que hay una controversia pendiente que no la ha resuelto ningún laudo ni acuerdo previo, y que debe resolverse por la vía diplomática, pacífica y de diálogo”. Señala que cualquier controversia pendiente entre Venezuela y el Reino Unido perjudicaría la colaboración y “debe ser amistosamente resuelta en forma que resulte aceptable para ambas partes“. Señala Maduro que el Acuerdo de Ginebra es el único instrumento que tienen los venezolanos, los guyaneses y la comunidad internacional, aceptado por todas las partes.

Maduro muestra una copia certificada de la carta enviada por el canciller venezolano Ignacio Iribarren Borges, al primer canciller que tuvo la República Cooperativa de Guyana, el 26 de mayo de 1966, día que se proclamó la independencia de dicho país. Allí se reconoce la independencia de Guyana, se recuerda el recientemente firmado Acuerdo de Ginebra de 1966, y se señala que el nuevo gobierno de la República Cooperativa de Guyana “pasa a formar parte del acuerdo en referencia”.

Se recuerda que el reconocimiento del nuevo estado de Guyana “no implica por parte de nuestro país, renuncia o disminución de los derechos territoriales reclamados ni afecta los derechos de soberanía”.

También señala que el laudo arbitral de París de 1899 “es nulo e írrito” y que “Venezuela reconoce como territorio del nuevo estado el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo, y reitera ante el nuevo país y la comunidad internacional que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre toda la zona a la margen izquierda del precitado río”.

La carta también señala que “el territorio de Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela reserva sus derechos soberanos limita al este con el nuevo estado de Guyana a través de la línea media del río Esequibo, tomado éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el océano Atlántico”.

Cuarta etapa

Señala Maduro que el entonces Presidente Rafael Caldera aprobó firmar el Protocolo de Puerto España, que congeló de 1970 a 1982 las discusiones sobre el Esequibo.

En 1982, en el gobierno de Luis Herrera Campins, tras intensas negociaciones se dio por terminado el Protocolo de Puerto España. El presidente de Guyana vino a Venezuela y hubo manifestaciones espontáneas de miles de personas en defensa del Esequibo. Se negoció el Acuerdo de Ginebra con el Secretario de las Naciones Unidas y se señaló que su aplicación práctica debe ser a partir del consentimiento de la palabra, documento y firma de las dos partes. No se puede tomar ninguna decisión en el marco del Acuerdo de Ginebra si no cuenta con el visto bueno consensuado y firmado de los gobiernos de Guyana y Venezuela. Así se hizo con la comisión 66-70 y con el Protocolo de Puerto España.

En los años 90, cuando se inaugura la opción de los buenos oficios contenida en la Carta de las Naciones Unidas, se aceptó el nombramiento de Buenos Oficiantes. Hubo tres Buenos Oficiantes: uno en 1990, otro en 1999 y otro en 2010. Los tres Buenos Oficiantes fueron aceptados por ambas partes.

Quinta etapa

En 2015 ocurre lo que Maduro llama “el quinto momento” de la historia sobre el Esequibo: se descubre una conspiración contra Venezuela. La Exxon Mobil se había ido de Venezuela producto de la nacionalización del petróleo en 2007 y la creación de empresas mixtas.

La Exxon Mobil “jura venganza contra Venezuela” y se posiciona en Guyana, obteniendo “por vía de la corrupción, como hoy es público y notorio en Guayana que hubo coimas, sobornos y pagos millonarios que Exxon Mobil hizo desde 2015 para comprar ministros, diputados y presidentes, para recibir exclusividad sobre bloques petroleros que estaban siendo descubiertos en mar no delimitado y controvertido. Se descubren grandes pozos petroleros. Es el año cuando Barack Obama señala que ‘Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria contra la seguridad de Estados Unidos'”.

Maduro también señala que el brigadier David Granger llega a la presidencia de Guyana en 2015. “Hombre amamantado en el Pentágono y el Comando Sur. Arranca una etapa de diplomacia imperial, de provocaciones del Comando Sur, con licencias espúreas a transnacionales” y un proceso de victimización, mostrando a Venezuela como un país ambicioso y agresor.

Ba Ki Moon, secretariogeneral de la ONU en ese momento, nombra a un subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos como su hombre de confianza tras la muerte del Buen Oficiante anterior, y “nos dice de manera unilateral que el proceso continuará por un último año, con ‘un mandato forzado de mediación’, cuando no estaba haciéndose una mediación desde el punto de vista diplomático. Y nos amenaza: ‘Si a finales de 2017 el Secretario General concluye que no se han logrado avances significativos para la solución de la controversia, elegirá la Corte Internacional de Justicia como el próximo medio de solución, a menos que ambos gobiernos soliciten que se abstenga de hacerlo'”.

“Nos amenaza de brincarse los recursos diplomáticos que establece el artículo 33. El Acuerdo de Ginebra establece que tienen que ser progresivos y sucesivos, y Venezuela había ratificado que no reconoce a la Corte Internacional de Justicia como mecanismo para dirimir la controversia de la Guyana Esequiba”.

El siguiente secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el 30 de junio de 2018, señala que, al no haber habido avances, eligió “la Corte Internacional de Justicia como mecanismo de solución” Para Maduro, Guterres violó el Acuerdo de Ginebra.

El Presidente fue enfático: “Venezuela jamás aceptó la Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque jamás la Corte Internacional de Justicia va a emanar una sentencia que sea satisfactoria para las partes. Tan sencillo como eso. Y Guyana procedió de manera unilateral a patear el Acuerdo de Ginebra y activar la Corte Internacional de Justicia”.

Indica Maduro que “Venezuela tomó reserva de la CIJ desde su propia fundación. Consta en documentos sucesivos que Venezuela, desde los años 1950, 60, 80, 90, desde la primera y segunda década del siglo XXI hasta hoy. Ha reiterado su posición en todos los gobiernos, de todas las ideologías y colores, de que no reconocemos la instancia de la Corte Internacional de Justicia como instancia válida para dirimir la controversia de la Guayana Esequiba”.

“¡El secretario general Antonio Guterres violó el Acuerdo de Ginebra, como se lo dije personalmente en múltiples ocasiones, y consta por escrito en la Secretaría General de la ONU. En público, en privado, por escrito”. Explica Maduro que “para poder ir a cualquier opción, de acuerdo al derecho internacional del acuerdo de Ginebra, había que contarse con la venia, la firma y el apoyo de Venezuela. ¡Y así no se hizo!”

El Mandatario nacional, rechazó los múltiples intentos de los Estados Unidos por construir bases militares en el territorio Guyanés, bajo la mirada complaciente del gobierno de Guyana.

«Los jefes y jefas del comando sur visitan a Guyana cada dos meses. Hacen ejercicios militares apuntando a Venezuela, y lo que colmó el vaso ya definitivo de la paciencia nacional fue cuando Guyana y su gobierno, títere del Exxon Mobil y del Comando Sur, tratando de enconarnos un conflicto al este de nuestro país (…) anuncia que va a construir una base militar para el lanzamiento de cohetes al espacio, en plena campaña electoral. ¿Casualidad? Y Venezuela respondió con fuerza. El presidente Hugo Chávez respondió con fuerza y se impidió el plan de instalar una base aeroespacial en territorio de la Guayana Esequiba».

Relató Maduro: “Y en otra parte, la Exxon Mobil anunció planes de recibir licencias, y se hizo retroceder esos planes. Luego, en 2013-2018 pretendieron colocar buques de exploración en aguas por delimitar y en aguas incontrastablemente venezolanas. Como Comandante en Jefe de la Fuerza Armada, le dije a la Armada bolivariana: ‘¡vayan, capturen los buques y los sacan de las aguas por delimitar, y los sacan de las aguas incontrovertiblemente venezolanas! Y así hizo la Armada venezolana. Y se los llevó a Margarita”.

Denunció que el actual presidente guyanés, Irfaan Ali, “como parte de la provocación”, se presenta vestido de militar en el territorio de la Guayana Esequiba, ofendiendo a Venezuela. Entregan licencias para bloques petroleros en aguas del Delta Amacuro, incontrovertiblemente venezolanas y también en aguas por delimitar. “Allí es cuando la Asamblea Nacional se pone de pie, hacen una sesión especial sobre este tema y concluyen: ¡Ya basta ya! Vamos a iniciar otra etapa y que esta lucha histórica la decida el pueblo en un referendo consultivo sobre la Guayana Esequiba”.

Por su parte, el presidente del Parlamento Nacional, Jorge Rodríguez, recordó que Guyana ha incurrido repetidas veces en la ilegalidad. “Intentan licitar bloques petroleros y de gas en territorio que es incontrovertiblemente parte del mar territorial de Venezuela”. Situación a la que Venezuela respondió cuando aprobó por unanimidad la invocación del artículo 71 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pues “el artículo 71 de la Constitución dice: ‘Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo'”.

Sexta etapa

Rodríguez apuntó que se trata de un momento para unir esfuerzos  «independientemente de cómo pensemos (…) levantar una sola voz, para pasar a otra etapa en la defensa de nuestra Guayana Esequiba, para pasar a una etapa donde el pueblo todo acompañe y el pueblo todo decida, cuál debe ser el destino, el futuro de lo que es y será por los siglos de los siglos territorio de la República Bolivariana de Venezuela».

Maduro finalizó criticando las declaraciones que acababa de dar el primer ministro de Guyana, Mark Phillips, quien afirmó que “el tiempo de la negociación acabó. No habrá diálogo entre Maduro y el Presidente de Guyana. Dejemos que la Corte Internacional de Justicia decida. El Esequibo pertenece únicamente a Guyana y los guyaneses”.

Al respecto, el Presidente Maduro respondió: “Son declaraciones arrogantes, que parecen más bien las declaraciones de un vocero imperial, del vocero de la Exxon Mobil. Declaraciones temerarias, que se meten con un país lleno de honor y de valentía. ¡Venezuela no es un país de cobardes! ¡Somos un pueblo de paz, pero dispuesto a defender sus derechos históricos y sus derechos propios! ¡Pido respeto a Venezuela, Primer Ministro de Guyana! ¡Basta de ofensas, basta de provocaciones!”

Maduro llamó al pueblo venezolano a formar parte de este sexto momento histórico, cuyo punto de partida es el referendo del 3 de diciembre.

Foto: Prensa Presidencial

El evento fue propicio para otorgar el ascenso al grado de General de Brigada al coronel e historiador venezolano Pompeyo Torrealba Rivero, uno de los mayores estudiosos de los derechos históricos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba. Foto: Prensa Presidencial

El evento fue propicio para otorgar el ascenso al grado de General de Brigada al coronel e historiador venezolano Pompeyo Torrealba Rivero, uno de los mayores estudiosos de los derechos históricos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba. Foto: Prensa Presidencial

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