(Foto: Referencial / Redes sociales)
El Programa de formación “Aprender haciendo” del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) se prepara a cerrar uno de sus mejores años en el país y en especial para el estado Mérida, donde se realiza un nuevo largometraje, el tercero del 2023. “El hombre de la Luz”, basada en la vida de Don Luis Zambrano, que nos aproxima al genio creador que inspiro el relato de ciencia ficción que viene a confirmar la estrecha relación de Mérida y su cine.
Texto: Prensa CNAC
“El hombre de la Luz”, trae una nueva propuesta cinematográfica repleta de alegorías sobre Venezuela, sus paisajes, su gente y es, también, un reconocimiento al legado de Don Luis Zambrano, uno de los máximos representantes de la tecnología popular en el país.
Dirigida por Cristian Márquez y producida por José Luis Dávila, la nueva película cuenta con el guion de Inti Torres y la participación de 28 estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, UNEARTE-Mérida, integrados en la comunidad de aprendizaje del cine venezolano, que viene trabajando junto al CNAC, desde hace tres años.
Filmada en los imponentes paisajes andinos, con un despliegue técnico y artístico importante, “El hombre de la Luz” cuenta con las actuaciones de Leónidas Urbina, Juvel Vielma, Wilfredo Cisneros, Mariangel Dávila, Valmore Gómez, Héctor Arreaga, Kena de la Vega, Héctor Jerez, Juan David Mirena entre muchos otros talentos regionales, acompañados por un equipo técnico de profesionales de primera línea.
Don Luis Zambrano, el hombre de la Luz
La región de Mesa de Adrian, ubicada entre las poblaciones de La Paya y Bailadores en el estado Mérida, atestigua el nacimiento de Luis Zambrano, ocurrido el 1° de mayo de 1901. Su inventiva y pasión lo llevó a convertirse en tecnólogo popular, innovador y autodidacta.
Llevando por primera vez la electricidad hasta poblaciones apartadas de la región andina. Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Los Andes (ULA) su nombre se encuentra a las puertas se Escuela de Mecánica de esta casa de estudios. Hasta su muerte en 1990, continuó trabajando incansablemente en máquinas y artefactos, que semejaban seres salidos de otras eras.
Su historia contada desde Mérida se traduce en un relato de ciencia ficción valioso, que atrapa por su sensibilidad artística y calidad técnica.