Un cambio en el presupuesto estadounidense, propuesto por su Presidente, Donald Trump, cambiará en 2019 parte de los cupones de asistencia social que se entregan mensualmente a 44 millones de habitantes de dicho país, por una caja con alimentos entregada por el Departamento de Agricultura, en lo que algunos venezolanos ya describen como “una copia de los CLAP” o cajas con alimentos que el gobierno de Nicolás Maduro entrega desde 2015 a varias millones de familias en medio de la crisis que vive su país.
Texto: Alba Ciudad (LBR)
El programa “SNAP” (siglas en inglés para Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria) existe en Estados Unidos desde 1961, aunque sus primeros antecedentes se remontan a 1939. Para 2016, otorgaba cupones para la adquisición de alimentos a aproximadamente 44 millones de personas de todo el país en situación de pobreza, por un promedio de 125 dólares mensuales. Históricamente, el programa ha contado con el apoyo de los sectores progresistas estadounidenses y un fuerte rechazo de la mayor parte de los congresistas del Partido Republicano.
La propuesta del presidente Donald Trump para el nuevo año fiscal 2019 incluye un cambio radical para el programa SNAP, que podría hacer que parte del programa se convierta en un servicio de entrega de alimentos a domicilio. “Como parte del presupuesto, el Departamento de Agricultura -que lleva adelante el programa SNAP- enviaría alimentos básicos en cajas a los hogares que reciban más de 90 dólares mensuales en asistencia SNAP”, señala un artículo de Business Insider.
“Las cajas podrían incluir artículos como leche de larga duración, pasta, mantequilla de maní, granos y frutas enlatadas, vegetales, carnes, aves y pescado“, dice textualmente el texto de la propuesta.
De acuerdo al Departamento de Agricultura, “el programa enviaría cajas con alimentos a 16,4 millones de hogares, que representan al 81 por ciento de los beneficiados por el programa SNAP. Las cajas contendrían la mitad de los beneficios para ese hogar”, y el resto de la ayuda será otorgada a través de una “Tarjeta electrónica de transferencia de beneficios”, que funciona como una tarjeta de débito.
Según Mick Mulvaney, director de administración y presupuesto, las cajas podrían ser “un programa al estilo de Blue Apron“, en referencia a una empresa privada estadounidense que vende cajas a domicilio con alimentos ya preparados, y que en 2016 vendió ocho millones de estas cajas. Se espera que el proyecto se traduzca en un ahorro de 129 mil 200 millones de dólares en los próximos 10 años.
Desde 2015, el gobierno de Nicolás Maduro estableció en Venezuela la idea de entregar subsidios directos a los hogares de las familias venezolanas más necesitadas, en un proyecto llamado “Comités Locales de Alimentación y Producción”, o Clap. El proyecto, más que una simple entrega de alimentos, implica que las comunidades deben organizarse para recibirlos y realizar la distribución ellos mismos a cada hogar, con asistencia del Estado y de diferentes organizaciones sociales, entre ellas Unamujer (organización de mujeres), el Frente Francisco de Miranda (organización juvenil), las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UbCh) del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y los consejos comunales, que son estructuras escogidas por las mismas comunidades. Igualmente, implica que cada unidad organizativa debe entregar proyectos para la producción de alimentos u otros artículos.
Según cifras del gobierno, seis millones de familias reciben cajas de Clap mensualmente, contentivas de harina de maíz precocida, arroz, azúcar, leche en polvo, granos, pasta, aceite, atún enlatado y otros productos. Cada familia debe hacer un pago por la caja de alimentos, equivalente a la décima parte del sueldo mínimo de un trabajador.
En Venezuela, el gobierno de Maduro también estableció una tarjeta de débito para transferir una ayuda gubernamental mensual para familias de bajos recursos. El programa, conocido como “Tarjeta Hogares de la Patria”, lleva en estos momentos una bonificación a 1,5 millones de familias, que Nicolás Maduro, presidente venezolano, se ha planteado subir a 4 millones de familias en las próximas semanas.
Además, se está usando el Carnet de la Patria -una base de datos de inscripción voluntaria, en la que las personas son encuestadas y se determinan sus necesidades sociales- para otorgar ayudas mensuales a personas con discapacidad y mujeres embarazadas. Un movimiento de trabajadores sociales, llamado “Somos Venezuela”, visita los hogares de los encuestados para validar la información.
También se han entregado tres bonos especiales a 9 millones de personas que así lo hayan solicitado: uno en navidades, otro el mes de enero y otro febrero, con el fin de ayudarlos a sobrepasar la galopante hiperinflación que afecta al país, producto de una serie de factores combinados: sanciones internacionales promovidas por el propio gobierno de Donald Trump y la Unión Europea, caída de la producción petrolera y de los precios del petróleo, un férreo contrabando y corrupción, entre otros problemas.
El gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado que las sanciones impuestas por EEUU y la Unión Europea impiden hacer pagos a proveedores internacionales para la compra de productos y servicios, y que estas acciones forman parte de una prolongada guerra económica efectuada contra el país desde 2012 por factores internos y externos, con el objetivo de lograr la salida del poder del gobierno bolivariano iniciado por Hugo Chávez y continuado por el actual presidente.
La hiperinflación que se vive en Venezuela, influenciada también por la manipulación del precio del dólar en el mercado negro y otros factores, ha causado que un cartón de 30 huevos, un kilo de pollo o uno de carne cuesten más que el salario mínimo mensual de un trabajador, ello a pesar de los decretos bimensuales del presidente venezolano ordenando aumentos salariales obligatorios para todos los trabajadores.
De allí que las cajas de Clap y los bonos y subsidios han sido muy importantes para que las familias puedan sostenerse mientras el gobierno logra encontrar soluciones permanentes para la crisis económica.
En Estados Unidos, los beneficiarios del programa SNAP son personas que cuentan con un ingreso mensual que no supere el 130 por ciento del umbral de pobreza, que es de 12.140 dólares anuales para un hogar con una persona, y 16.460 dólares anuales para dos personas.
Buenas madrugada me parece muy bien que donald trump colabore con mas comida porque aquí las cajas de comida llegan cada tres cuatro meses y hay mucha hambre y poca comida lo felicito donald tromp