El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó este martes el pronunciamiento de la Unión Europea (UE) en el cual fijan posición sobre las decisiones adoptadas por el Tribunal Supremo de Justicia venezolano en torno al Consejo Nacional Electoral (CNE). Al respecto, el Presidente instó a la UE a dejar de lado su visión colonialista y preocuparse por las dificultades ocasionadas por el nuevo Coronavirus, el racismo y la crisis económica en su territorio.
Texto: Prensa Presidencial, AVN y Agencias
“La Unión Europea que se preocupe por el coronavirus, por el racismo. ¡No se metan más con Venezuela! ¡Fuera la Unión Europea de Venezuela, ya basta!”, dijo el Mandatario durante una reunión con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), transmitida por el canal del Estado.
Al solidarizarse con el pueblo afrodescendiente que se encuentra en las calles de las principales ciudades del mundo protestando los abusos y excesos policiales, la xenofobia y el racismo, el Presidente Maduro aseveró que en Venezuela “desde hace tiempo se derribaron todas las estatuas de los colonialistas, asesinos e imperialistas. ¡Venezuela no es patio trasero de nadie!”.
“La Unión Europea que se vaya lejos al carrizo. Venezuela hará sus elecciones. No nos importa la Unión Europea”, explicó.
Comunicado venezolano
Simultáneamente, el gobierno venezolano emitió un comunicado expresando su rechazo a las declaraciones realizadas por la Unión Europea sobre las elecciones parlamentarias. “La insólita y más reciente intromisión de la Unión Europea en el funcionamiento de los órganos del poder público de Venezuela, no tiene precedentes en la historia de las relaciones entre ese grupo de países y Nuestra América Latina y Caribeña y es violatoria de los más elementales principios de Derecho Internacional”, indica parte del comunicado compartido por el canciller Jorge Arreaza.
A continuación el texto íntegro del comunicado:
La República Bolivariana de Venezuela rechaza la declaración del señor Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, así como los términos de un comunicado adjudicado al espectral Grupo de Contacto Internacional, relacionados a los últimos acontecimientos políticos e institucionales en Venezuela.
La insólita y más reciente intromisión de la Unión Europea en el funcionamiento de los órganos del poder público de Venezuela, no tiene precedentes en la historia de las relaciones entre ese grupo de países y Nuestra América Latina y Caribeña y es violatoria de los más elementales principios de Derecho Internacional.
La pretensión europea de imponer una suerte de supervisión al funcionamiento de las instituciones democráticas de Venezuela, es otra demostración de la soberbia y nostalgia colonialistas que aún perviven en las venas corporativas de las élites dominantes en el viejo continente.
Con respecto a una supuesta posición que circula en redes sociales,adjudicada al autodenominado Grupo Internacional de Contacto, es válido concluir que esa instancia, cuya conformación fue anunciada para ofrecer aportes a la realidad política venezolana, ha carecido de utilidad a un punto tal, que puede afirmarse con estricto apego a los hechos, que el referido Grupo, murió al nacer. En este sentido. cabe destacar que en las relaciones Internacionales los muertos vivientes no suman, ni aportan a las buenas relaciones y a la aproximación positiva a los procesos políticos y sus resoluciones.
El Gobierno Bolivariano de Venezuela reitera que Venezuela es un país libre e independiente que no acepta, ni aceptará, groseras Injerencias de ningún gobierno u organización internacional. En consecuencia, por enésima oportunidad, Venezuela le hace un llamado sincero la Unión Europea, a sus Estados miembros y sus instituciones, a recobrar la sindéresis, a respetar el Derecho Internacional, la soberanía del pueblo venezolano y a establecer relaciones constructivas de cooperación.
En contexto
Este martes, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, en una declaración consideró que las últimas decisiones emitidas por el TSJ venezolano supuestamente restringen la democracia en el país y dificultan la resolución de la crisis.
Según Borrell, la clave de un proceso electoral creíble pasa por un Consejo Nacional Electoral (CNE) «independiente y equilibrado», un entorno que «permita la participación de partidos políticos y candidatos» y el inicio de negociaciones entre el Gobierno y la oposición dirigidas a la constitución de un nuevo CNE, así como también “el levantamiento de las prohibiciones a los partidos de la oposición».
El bloque consideró este martes que las últimas decisiones judiciales adoptadas en Venezuela sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y Acción Democrática supuestamente restringen la democracia en el país y dificultan la resolución de la crisis. “Estas decisiones reducen al mínimo el espacio democrático en el país y crean obstáculos adicionales para la resolución de la profunda crisis política en Venezuela”, dijo Josep Borrell.
El diplomático aseguró que, “en un momento en que una situación humanitaria compleja se suma a la crisis política, todas las partes en Venezuela deben unir sus fuerzas para abordar el sufrimiento humano y encontrar caminos hacia una solución política sostenible e inclusiva”, señaló.