La supuesta “asamblea nacional” que ha presidido el exdiputado venezolano Juan Guaidó desde el pasado 5 de enero de 2021 de forma ilegal, decidió este miércoles, con 72 votos a favor, 23 en contra y 9 abstenciones, aprobar en primera discusión la propuesta de varios movimientos políticos opositores de ponerle fin al “gobierno interino” del exdiputado, quien hasta el día de hoy ha continuado insistiendo en ser el “presidente interino” de Venezuela aunque con cada vez menos respaldo internacional.
Texto: Alba Ciudad (LBR)
Este 22 de diciembre, la reunión o “sesión” de la supuesta asamblea nacional aprobó en “primera discusión” la propuesta hecha por políticos de facciones paralelas de Un Nuevo Tiempo (UNT), Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) y Movimiento por Venezuela de ponerle fin al “interinato”, con 72 votos a favor. La otra propuesta, que proponía la continuidad de Guaidó en el llamado “interinato”, apenas obtuvo 24 votos a favor.
El próximo 29 de diciembre, la supuesta asamblea realizará la “segunda discusión” de esta propuesta. El 5 de enero de cada año, la Asamblea Nacional debe elegir sus autoridades (presidente y vicepresidentes).
Previamente, en una rueda de prensa realizada este miércoles, el dirigente opositor Alfonso Marquina, actuando como vocero de los tres movimientos políticos antes señalados, declaró que la oposición debía “abrirse a nuevas estrategias”, pues alegó que “la figura del gobierno interino no ayuda a conseguir los objetivos del pueblo de Venezuela (…) No puede ser que una estrategia cada vez más debilitada, que no ha logrado los objetivos, nosotros pretendamos perpetuarla”, dijo.
Los opositores piden la eliminación de todo el gobierno interino, a excepción de tres instancias que “consideramos que son necesarias para la defensa de los activos en el exterior”, dijo Marquina. Se refiere a las juntas “ad hoc” de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), del Banco Central de Venezuela (BCV) y una comisión ejecutiva que se ocupará de asuntos relativos a la “defensa de los activos en el exterior”, los cuales han estado están bajo el poder del llamado interinato, de forma muy cuestionada por los propios opositores.
Estas juntas “ad hoc” sólo son reconocidas por los países que consideran a Guaidó como “presidente interino”, en particular el estadounidense. El gobierno del Presidente Nicolás Maduro en todo momento ha recalcado la ilegalidad de estas juntas y su participación en el robo de los activos del estado venezolano en el exterior.
El medio internacional Bloomberg reconoció este jueves que “Guaidó, de 39 años, nunca ejerció ningún poder real en Venezuela y ha perdido el respaldo de casi todos los gobiernos extranjeros, con países europeos perdiendo su reconocimiento y líderes izquierdistas recién elegidos en América Latina moviéndose para restablecer lazos con Maduro. En casa, su apoyo entre la oposición se ha reducido a grupos más pequeños y al partido Voluntad Popular, del cual fue miembro anteriormente”.
También Capriles
El pasado lunes, el dirigente opositor venezolano Henrique Capriles también reclamó el fin del “interinato” que en algún momento apoyó, al considerar que es una “política que fracasó” y se convirtió en un sistema que beneficia a un puñado de dirigentes y no a los ciudadanos.
Capriles, dos veces candidato presidencial, cuestionó que Guaidó busque renovar en 2023, para un quinto año, la llamada “presidencia encargada” que fue creada en enero de 2019 con el propósito de convocar a elecciones presidenciales en un plazo de 30 días. “Si algo pudiera decir yo a quienes tienen la responsabilidad de tomar una decisión (de votar para la continuidad o no del Gobierno interino) es que no se dejen chantajear, ya basta de ese modus vivendi”, señaló Capriles en una conferencia de prensa, en Caracas.
Asamblea ilegítima
Hay que recordar que esta supuesta “asamblea nacional”, que ha sido presidida por Guaidó, es ilegítima e ilegal desde el pasado 5 de enero de 2021. Está formada por personas que fueron elegidas como diputados para el período 2015-2020. Pero, al efectuarse las elecciones legislativas en diciembre de 2020, Juan Guaidó decidió desconocer sus resultados y afirmar que él y los diputados elegidos en 2015 continuarían siéndolo indefinidamente, hasta que “cese la usurpación” y se convoque a “elecciones libres”, como él afirmaba, ello a pesar de que la Asamblea Nacional elegida el 6 de diciembre de 2020 fue aceptada nacional e internacionalmente.
De esta forma, el 5 de enero de 2021 se juramentaron en Venezuela dos asambleas nacionales:
- Una legal y legítima, que se reúne en el Palacio Federal Legislativo en Caracas, elegida por 6.251.080 personas que votaron en las elecciones del 6 de diciembre de 2020, cuyo presidente ha sido Jorge Rodríguez. En ella hay 257 diputados del chavismo y 20 de la oposición. En este órgano legislativo se han aprobado numerosas leyes, se ha aprobado la designación de embajadores, se han hecho aprobaciones de presupuestos y créditos adicionales, y los funcionarios de los demás poderes públicos han acudido a ella para dar cuentas al país.
- Otra constituida por Juan Guaidó y los exdiputados que lo apoyaban, quienes hicieron una “sesión” paralela en la que decidieron seguir considerándose a sí mismos “diputados”. Ellos afirman que son la “asamblea nacional” legítima, con su propia cuenta de Twitter y canal de Youtube. Su “presidente” es Juan Guaidó. Esta “asamblea nacional” es denominada así por numerosos medios y agencias internacionales, aunque en la práctica sus decisiones no tienen mayor efecto dentro de Venezuela. Sin embargo, designaban a personas que tomaban decisiones en el exterior respecto a bienes de Pdvsa (Monómeros, Citgo) o el dinero de Venezuela en cuentas secuestradas en Estados Unidos y otros países.
Esta supuesta asamblea nacional reeligió a Guaidó como presidente de su “parlamento” y él, quien ya se había autoproclamado “presidente interino” de Venezuela el 23 de enero de 2019 en una plaza del municipio Chacao ante un grupo de seguidores, aseguró que continuaría siéndolo hasta que “cese la usurpación” y se logren “elecciones libres”, con el apoyo de Estados Unidos.
Desde entonces, se han reunido en algunos lugares de Las Mercedes o, más recientemente, han preferido “sesionar” de forma virtual, a través de Internet, lo que también ha traído problemas de ilegitimidad y de falta de seriedad en el manejo de su supuesta “asamblea nacional”:
Insólito.
Luego de tres horas y media de sesión de la @AsambleaVE, alguien que simuló ser @joseolivaresm votó para eliminar el Gobierno interino, pero no era la voz de Olivares.
Cuando le pidieron que encendiera su cámara, no respondió más. pic.twitter.com/DvmxqMZli4
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) December 22, 2022
Tras autoproclamarse presidente interino, Guaidó dirigió o estuvo involucrado en un intento de invasión de fuerzas militares y paramilitares por las fronteras venezolanas, conocido como “la Batalla de los Puentes”; un intento de golpe de Estado ocurrido el 30 de abril de 2019; un intento de penetrar al país a través de las costas venezolanas en mayo de 2020, realizado por mercenarios contratados en Estados Unidos y entrenados en Colombia, y el congelamiento de cuentas bancarias del estado venezolano en el exterior, que han manejado de forma muy cuestionada. También se le involucra con la apropiación ilegal de las empresas Citgo y Monómeros, ambas pertenecientes a Pdvsa.
Aunque el gobierno estadounidense y varios de sus aliados les dieron reconocimiento a la “asamblea nacional” de Guaidó, no ha tenido ningún tipo de poder real dentro del territorio venezolano, aunque sí ha tenido una amplia cobertura de los medios de comunicación, sobre todo los internacionales.
Por otro lado, los representantes de estos tres partidos políticos (Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo) son distintos a los tres partidos del mismo nombre presentes en la Asamblea Nacional verdadera; por ejemplo, en el caso de Acción Democrática, la facción que se reúne con Juan Guaidó es dirigida por Henry Ramos Allup, mientras que la que hace vida en el Palacio Federal Legislativo es dirigida por Bernabé Gutiérrez; ambos son dirigentes históricos del partido blanco y están enfrentados. El Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ) reconoció como legítima a la facción dirigida por Gutiérrez, mientras que cada partido ha estado dividido entre quienes defienden el hacer oposición desde la Asamblea Nacional verdadera, y quienes prefirieron acompañar a Guaidó en diferentes maniobras insurreccionales.
Casos parecidos pueden verse en Primero Justicia (Luis Parra y José Brito vs. Henrique Capriles) y otros partidos venezolanos.