Desde la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, un joven junto a su equipo de producción, fue a representar a Venezuela al Festival de Cannes en su edición 2019, con un cortometraje llamado Pálida, grabado con un teléfono en el que hacen una sátira crítica del mundo de las drogas que se ha llevado a un montón de gente creativa.
Texto y foto: Alba Ciudad (Angie Vélez)
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Así lo dio conocer el director de este cortometraje, Edsel Sierralta, en entrevista para Alba Ciudad 96.3 FM, donde contó que el año pasado se realizó el Móvil Film Festival, un festival Francés que se realiza en París, quienes extendieron la convocatoria para la participación de creadores de cortometrajes que se realizan solo con teléfono.
Realizaron el video, lo enviaron y quedaron entre los mejores 50 del Festival, posteriormente recibieron la invitación para asistir a la exhibición a lo que no pudieron ir. Medio año después, el Festival de Cannes abrió la convocatoria para jóvenes cineastas “Tres días en Cannes”, para jóvenes de entre 18 y 28 años donde decidieron participar también.
“Nosotros no creíamos que íbamos a quedar, pero cuando recibimos la invitación, me puse como dice el nombre del cortometraje: me puse pálido, no sabía qué hacer porque era una emoción grandísima el hecho de que el trabajo sea reconocido, bien sea no para competir pero sí para exhibirlo y que el hecho de que Cannes te tenga el ojo puesto en lo que está realizando el equipo”, comentó Sierralta.
En este festival de Cannes, el cortometraje Pálida fue el único seleccionado como habla hispana, siendo Edsel el único venezolano, ya que que habían otros pero con producciones extranjeras. En ese sentido, recordó el asombro con el que los franceses veían el cortometraje que se hizo con un teléfono, además el hecho de que un joven latino, hablara de la historia del cine francés.
Hizo mención del cariño con el que los franceses recuerdan a la venezolana Margot Venacerraf, lo que representa un gran orgullo y entusiasmo para quienes están trabajando en el mundo audiovisual.
Una visión desde afuera
Agregó que la visión que se tenía en Francia de Venezuela, también jugó a favor, ya que los cineasta, productores y exhibidores al decirle que era venezolano, mostraban más interés en saber qué se está haciendo, cómo se las ingenian, tratando un hecho más allá de lo histórico en cuanto a los movimientos que se han hecho a nivel internacional con bajos presupuestos.
“Les llamaba la atención el hecho de cómo nosotros a pesar de todos los bloqueos, de todo lo que estemos viviendo, podemos seguir produciendo y haciendo cosas, por eso digo que creo que jugó a favor porque era una cuestión de que la gente terminando diciendo: mira el venezolano, ven, vamos a escuchar todo lo que está sucediendo en realidad”, agregó.
Para Sierralta esta experiencias es de suma importancia porque conoció otras realidades a través de los demás cineastas, quienes comentaban las realidades en su país, impulsándolo a seguir construyendo, “esa es la meta, seguir produciendo con el apoyo que tengamos y unirnos entre todos, vamos como un tren a realizar prácticamente en lo imposible”.
Esta visita a París, permitió a Sierralta estar seguro de que los sueños se pueden hacer realidad, así también le permitieron saber cineastas venezolanos que se encontró en el lugar.
Lluvia de ideas
Para concretar el cotrometraje Pálida, Sierralta contó que el equipo se sentó para generar una lluvia de ideas y seleccionar la estructura de cómo iba a ser el cortometraje, lo que terminó en un mensaje a través de la sátira al hecho de que las drogas se ha llevado a varias personas muy creativas.
A su vez, considera de suma importancia el hecho de que el cine venezolano debe adaptarse al momento histórico, “si ahorita no hay suficiente presupuesto tenemos adaptarnos a seguir haciendo cine, no nos podemos detener, porque creo que si algo nos puede salvar de esta locura global que estamos viviendo, es el cine, las artes, las cultura. Yo creo que si no estuviésemos haciendo arte, estuviéramos locos”.
En ese sentido, expresó su gran deseo en seguir apostando por Venezuela y como él un montón más que quieren seguir produciendo, asegurando que las crisis son oportunidades.
Más producción
Este joven barquisimetano, adelantó que se encuentran en la grabación de una película llamaba la Bailarina Rusa, un caso bastante sonado en su localidad, viendo como necesidad producir y competir nuevamente en otro Festival de Cannes para traer una palma de oro para Venezuela.
Para Sierralta, el cine sirve para contar tanto verdades como mentiras a lo que se inclina por contar realidades de una forma creativa, haciendo con lo que se tenga, contando además con experiencias de otras producciones que también han sido grabadas con teléfono.
Extendió la invitación a todos lo que también están haciendo cine, a juntarse por una misma lucha, haciendo así más sencillo las producciones, la creatividad y los debates para los guiones. Además, planteó la necesidad de la creación de un festival venezolano de bajo presupuesto para demostrar que en Venezuela se pueden hacer cosas de calidad con lo que tenemos.