Entre finales de 2016 y la primavera de 2017, una treintena de diplomáticos de la embajada estadounidense en La Habana sufrió pérdida auditiva, náuseas, tinnitus y hasta lesiones cerebrales por un supuesto ataque con armas sónicas, del que Estados Unidos culpaba al gobierno de Cuba. Finalmente, científicos concluyen que los responsables fueron una especie particular de grillos, según reporta el diario británico The Guardian.
Texto: Gizmodo
Fueron muchos meses donde un ruido misterioso y persistente parecía estar dirigido a los diplomáticos, una teoría de la conspiración que llevó a pensar en algún tipo de arma ultrasónica, ondas de sonido explosivas o microondas.
Sin embargo, al final todo parece haber sido mucho más sencillo que eso. Un nuevo análisis de las grabaciones de audio recogidas y realizado por un grupo de investigadores del Reino Unido y Estados Unidos detalla que los ruidos extraños pueden ser nada más que el canto de unos grillos.
Para ser más exactos, los culpables del “ataque sónico” parecen ser de la familia del Anurogryllus celerinictus, el grillo de cola corta, un insecto famoso por sus chillidos penetrantes durante la temporada de apareamiento.
Según ha explicado Fernando Montealegre-Zapata, profesor de biología sensorial en la Universidad de Lincoln:
La grabación es definitivamente un grillo que pertenece al mismo grupo. La llamada de esta especie caribeña es de aproximadamente 7 kHz, y se entrega a una velocidad inusualmente alta, lo que les da a los humanos la sensación de un sonido agudo y continuo. Lo cierto es que no me sorprende que esto pueda molestar a las personas que no están familiarizadas con los sonidos de los insectos.
Al parecer, cuando las grabaciones se compararon con los sonidos habituales de este grillo, ambos coincidieron “en detalle”, compartiendo la misma frecuencia de pulsos y frecuencias.
El profesor, quien creció en Suramérica, recuerda cuando niño que recolectaba grillos de especis similares y los guardaba en cajas en su cuarto. Una noche, lo despertó un sonido muy penetrante. El culpable era uno de los grillos machos, llamando a sus compañeras. El ruidoso insecto fue expulsado del cuarto, pero Montealegre-Zapata todavía podía escuchar al grillo cantando para atraer ejemplares femeninos.
No obstante, y a pesar de que estos grillos pueden causar bastante perturbación en humanos, probablemente no tienen el poder de causar tanto daño, no al menos de la manera en que los diplomáticos sufrieron, por lo que la posibilidad de algún tipo de ataque -afirman- sigue siendo una opción. La causa de las enfermedades de algunos de ellos sigue sin ser clara.
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