Este viernes, se inauguró la exposición “Edmundo en el cine” en el centro cultural PDVSA La Estancia, ubicado en Altamira, estado Miranda, para rendir tributo a Edmundo Aray, uno de los grandes promotores y creadores del cine nacional. La exhibición ofrece una valiosa muestra del cuantioso trabajo que Aray desarrolló a lo largo de su vida y se presenta al público gracias a la alianza entre el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), PDVSA La Estancia y la Fundación Cinemateca Nacional.
Texto: Prensa CNAC / Prensa MPPC / Fotos: Roiner Ross
En esta iniciativa se exponen libros, poemas, póster de películas y material audiovisual sobre la vida de este poeta, narrador, ensayista, cineasta y promotor cultural.
En el evento también se inauguró el cineclub llamado “Cine Jardín Edmundo Aray”, con la protección de la película “Pozo muerto” (1968) de Carlos Rebolledo, con guión y producción de Edmundo Aray.
Durante su intervención en esta actividad, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, se refirió al talante emprendedor de Edmundo Aray y su visión integradora. “Fue un internacionalista en la práctica y el ejercicio. Entendió que la lucha no se circunscribe a las fronteras artificiales que creó la conquista en esta parte del mundo y que las luchas del pueblo cubano son las mismas del pueblo venezolano y de los pueblos de cualquier rincón de nuestra América”, comentó.
Villegas saludó la iniciativa de bautizar un cine club con el nombre de Edmundo Aray por ser “un acto de vida, feliz como el alumbramiento, como el nacimiento de un carajito”, aseguró.
Además, propuso el fortalecimiento de los cines clubes como espacios de encuentro para promover el cine venezolano e incrementar la cifra de espectadores de películas nacionales. En ese sentido, planteó tomar como referencia a figuras destacadas de la cultura para nombrar estos lugares.
Por su parte, el presidente del CNAC, Carlos Azpúrua, recordó a Edmundo Aray como una máquina de militancia a través del hecho cultural. “La filosofía de la praxis que exponía Gramsci, se reflejó siempre en cada uno de sus actos”, afirmó.
Azpúrua explicó que el programa para homenajear a Edmundo Aray es extraordinario, porque también contempla talleres de formacion para el área de la Cinematografía y al mismo tiempo destaca la labor de Aray como un hombre vital para la cultura.
El presidente de la Cinemateca Nacional, Vladimir Sosa Sarabia, destacó el carácter multifacético del trabajo de Edmundo Aray. “Edmundo tuvo la capacidad de trabajar en diferentes direcciones y en distintos ámbitos. Lo admiro y lamento no poder aprender de él tanto como hubiese querido. Edmundo le daba una gran importancia a lo histórico; todo en su obra tiene que ver con la historia. De hecho, Edmundo legó a la Cinemateca Nacional una cantidad de documentos y se preocupó porque en los espacios de custodia de archivos hubiese material de historia, no solo de él sino del cine venezolano y latinoamericano en general. Saludo este espacio, esta exposición y el nacimiento de Cine Jardín. Hay que cuidar este pedacito de Edmundo”, dijo.
El encuentro también contó con la participación del reconocido músico venezolano Gilberto Simoza. Además, el público disfrutó de una declamación de poemas, a cargo de Giordana García y Asdrúbal Meléndez.
Un artista orgánico
Poeta, narrador, ensayista, cineasta y promotor cultural. Edmundo Aray fundó grupos literarios, editó revistas de literatura y cine, organizó encuentros de cineastas y se desempeñó como guionista y director en películas consideradas como patrimonio de nuestra cinematografía.
Su extenso trabajo creativo, así como la posición política afianzada en la dimensión del ser humano, se vincula al trabajo y la exploración constante de nuevas alternativas. Impartió clases de economía en la Universidad Central de Venezuela, dirigió el Departamento de la Universidad de Los Andes y la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños en Cuba (2000-2002).
Hurgó en nuestra historia para esclarecer la vida de sus protagonistas y se dedicó a estudiar la biografía de Simón Bolívar y otros próceres, tanto venezolanos como latinoamericanos.
Con un obra diversa e incesante, llena de alegorías para la transformación del orden social; Edmundo Aray nos dejó un legado que logró superar las fronteras del tiempo.