“Esta es una fecha bondadosa, motivo para estar alegre”. Así lo piensan los guatireños, y es porque se celebra la Parranda de San Pedro. Muestra de ello fue la plazoleta que rodea a la iglesia Santa Cruz de Pacairigua, que como todos los 29 de junio fue el escenario donde, con gran euforia y algarabía, se reunieron los creyentes a esperar a su apóstol: el portador de las llaves del cielo. En la celebración estuvieron presentes el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas; el secretario de gobierno del estado Miranda, Rodolfo Sanz, y el alcalde de Guatire, Hugo Martínez. “Quieren desdibujar lo que somos para que perdamos fuerza. Frente a las dificultades que tiene el pueblo venezolano, su gran fortaleza es la identidad cultural”, señaló Villegas.
Texto: AVN (Katiuska Hernández) y Alba Ciudad
Antes de las campanadas de la iglesia, que marcarían el inicio de la misa de media mañana, los lugareños escenificaron el origen de esta festividad. Ahí estaba María Ignacia moribunda, con su hija en brazos, quien había estado enferma y ningún brujo al que acudió pudo sanarla, solo San Pedro pudo hacerlo.
Su última petición fue hacia su esposo: “Negro, yo te pido que vengas todos los años por mí, porque San Pedro bendito nos hizo ese milagro, nos curó a nuestra hija”, y desde entonces hay un hombre que se viste de mujer para cumplir la tradición.
Y con este pacto amoroso arrancó la parranda, que más de dos siglos después sigue vigente. Las coplas de seis por ocho del cuatro y las maracas entonaron este y otros cantos al santo: ¡Baila, Baila, mi San Pedro que te quiero ver bailar!, mientras los coticeros –quienes amarran trozos de cuero a sus alpargatas para producir un sonido seco durante el baile- emprendieron su marcha dancística.
Pasado el mediodía culminó la misa y en la iglesia entregaron el santo patrono a los cargadores, representantes de cada parranda -hasta la fecha son seis conformadas–, y emprendieron el camino bailando al santo y en ese paso a paso recorrieron los 360 grados de la comunidad de Guatire, de norte a sur y de este a oeste.
Un montón de hogares de Guatire que cumplen con esta tradición tienen un pequeño altar adornado con flores, estampillas, elementos llamativos y alusivos a la religiosidad para hacer el recibimiento del santo en el día del jolgorio. Los dueños de estas casas, mayormente promeseros, abren las puertas de par en par y dan paso a la parranda entera.
Los promeseros o sanpedreños son quienes llevan la comparsa. Ellos representan a los antiguos esclavos de las haciendas de caña de azúcar de Guatire; son hombres que visten con levita negra y alpargatas para burlar al patrón, pañuelos rojos y amarillos en el cuello, sombreros de pumpá y su rostro embetunado.
“Yo tengo 33 años viniendo. Primero hice el personaje de Rosa Ignacia, luego fui esclava y ahora represento con todo honor a María Ignacia (…) Estoy feliz y contenta, agradecida con Dios y con San Pedro por permitirnos este día tan bonito, porque esta es una tradición que enamora y nosotros nos esmeramos para dar a conocer como todos los años nuestra parranda”, señaló Rubely Leguizamo.
También se expresó Arturo Ceballos, quien tiene 20 años participando en la parranda. “Siempre vengo con mucha energía y también para dar ejemplo a la nueva generación, porque esto tiene que continuar con ellos”.
Otro de los testimonios lo dio Samuel Otero, oriundo del estado Anzoátegui. “Me encuentro acá por que la parte cultural e histórica de este municipio me llama mucho la atención, y está tradición, que la vi por primera vez por televisión, es mágica, por eso tengo 16 años asistiendo, uno se contagia de tanta identidad y de tanta vida que es inevitable asistir”.
Entre música, cantos y hermandad siguió la parranda de casa en casa. Otro día más en que los devotos comparten con su santo, algunos pagan promesas, otros hacen nuevas peticiones, y de esta manera sigue latente en el corazón de Guatire esta tradición ancestral que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Humanidad por la Unesco el 5 de diciembre de 2013.
Villegas: La gente, por encima de las dificultades, sale a defender su identidad
El ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, acompañó a las y los guatireños este viernes. “Esta es una tradición que inicialmente era patrimonio de la gente de Guatire, Guarenas y un poquito de Sarría, allá en Caracas, donde también se manifiesta. Pero se hizo patrimonio cultural de Venezuela y posteriormente, por las gestiones del gobierno del Presidente Nicolás Maduro allá en la Unesco, ahora es patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad”, señaló en declaraciones para VTV.
“La humanidad toda se siente reflejada en la alegría, la fe, la esperanza y el optimismo que desborda Guatire en esta fiesta de San Pedro, y no podemos permitir que ese patrimonio se nos diluya”, explicó. “Por más dificultades que tengamos en el camino, tenemos que abrebar de esta experiencia hermosa acá en Guatire”, señaló en referencia a las dificultades económicas que vive el pueblo venezolano en estos momentos, producto de sanciones y una operación de guerra económica contra el país. “La gente, por encima de sus dificultades, sale a defender su identidad, y eso que somos nos hace más fuertes”.
Al respecto, Villegas enfatizó: “Quieren desdibujar lo que somos para que perdamos fuerza. Frente a las dificultades que tiene el pueblo venezolano, su gran fortaleza es la identidad cultural”. Señaló que, por esa razón, acudieron a acompañar al pueblo de Guatire en esta manifestación cultural, “diciéndole que Guatire no está solo; lo acompaña la Humanidad, y que la Humanidad cuenta con Guatire para todos los desafíos que enfrenta”.
Rodolfo Sanz, secretario de la Gobernación de Miranda, manifestó que dicha institución continuará apoyando, sosteniendo y proyectando estas actividades, para que el pueblo acuda a recordar a María Ignacia y demás manifestaciones religiosas. “Las autoridades estamos apoyando a este pueblo que, en cualquier circunstancia, año a año, saldrá a apoyar a su San Pedro”.
Hugo Martínez, el alcalde del municipio Zamora, recordó que este es el día más esperado por los guatireños. “Este es un pueblo que, sin distingo de raza, clase social o bandera política, hoy sale a cantarle a San Pedro y decirle sus estrofas para que él los bendiga”.