El Cristo Pueblo, por Adán Chávez

En su columna “Sentir Bolivariano” de este domingo 16 de abril, el ministro del Poder Popular para la Cultura y vicepresidente de Asuntos Internacionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Adán Chávez Frías, reclama con fuerza las acciones de los sectores más violentos de la oposición para impedir que el pueblo venezolano pueda disfrutar su asueto de Semana Santa en paz, incluyendo las protestas violentas, destrucción de bienes públicos y la politización de misas. Recuerda los hechos del 11 al 13 de abril de 2002, que denomina “la resurrección del Cristo Pueblo, que marca la nueva historia de Venezuela”, y llama a la gran marcha de este 19 de abril.

A continuación el artículo completo.

Domingo de Resurrección, Domingo de la Gran Pascua, culmina la Semana Santa…No hay precedentes, hasta donde mi memoria recuerda, de que un sector violento y fascista de la oposición haya promovido acciones tan repudiables, tan llenas de odio, para impedir que nuestro pueblo viviera en paz estos días tan significativos. Sus terroristas tarifados fueron responsables y protagonizaron, desde hechos vandálicos cometidos en diversas partes del país, hasta profanar cementerios y desenterrar urnas para quemarlas y usarlas como barricadas.

A esa oposición, a los poderosos que siempre han despreciado a nuestro pueblo, se han unido nuevamente los más prominentes miembros de la jerarquía eclesiástica venezolana. Los intentos de sabotear y politizar las misas del Nazareno, especialmente en la Basílica de Santa Teresa, donde el señor cardenal Urosa Savino se mostró claramente aliado de los sectores que intentan desestabilizar el país y piden a gritos la intervención extranjera, es solo una muestra de ello. Nada más lejos de la esencia del Cristo Redentor. Como bien opinó nuestro querido y respetado Padre Numa Molina “el pueblo católico venezolano vive su Vía Crucis con unos pastores que olvidaron el Evangelio y se pusieron del lado de la violencia”.

Y aquí es oportuno recordar a San Romero de América cuando el 26 de marzo de 1978, un Domingo de Resurrección también, dijo: “Ser como Cristo, libres del pecado, es ser verdaderamente libres con la verdadera liberación. Y aquel que con esta fe puesta en el resucitado trabaje por un mundo más justo, reclame contra las injusticias del sistema actual, contra los atropellos de una autoridad abusiva, contra los desórdenes de los hombres explotando a los hombres, todo aquel que lucha desde la resurrección del gran libertador, sólo ese es auténtico cristiano”. Esta Revolución Bolivariana y Chavista, esta revolución del pueblo, está sin dudas más cerca de Dios, del verdadero Cristo Redentor, que los que hoy siembran el odio entre sus semejantes para promover violencia y muerte, aunque algunos usen sotanas.

Ante esas acciones sin precedentes, la inmensa mayoría del pueblo no se dejó engañar ni manipular e hizo posible, con el apoyo de nuestros cuerpos de seguridad, que estemos culminando esta magna semana en paz y tranquilidad. Más de 10 millones de compatriotas se han movilizado en todo el país, más de 2 millones han sido atendidos en actividades culturales, deportivas y recreativas. Hasta el próximo 19 de Abril, en el marco del operativo Semana Santa Segura, 200 mil funcionarios de seguridad se mantendrán movilizados para proteger al pueblo.

También en estos días conmemoramos la gloriosa gesta popular del 11 al 13 de abril del 2002. Yo diría que nosotros, la patria venezolana, recuerda su propia resurrección, la resurrección del Cristo Pueblo, que marca la nueva historia de Venezuela. Hace 15 años, nuestro pueblo anónimo, glorioso e infinito, en unión cívico militar, restituyó el orden constitucional y rescató la patria a puro pulso, sangre y valentía. En esta coyuntura, ese espíritu debemos revivirlo en la memoria colectiva y multiplicarlo ante las nuevas amenazas que nos acechan.

No debe quedar ninguna duda sobre la importancia que Venezuela juega en estos momentos en la nueva geopolítica mundial, cuando el imperialismo acrecienta su arremetida. Aquellos días de abril del 2002 entraron en la historia como uno de los más grandes episodios de nuestros tiempos y hoy constituyen una lección imprescindible de que el pueblo es la fuerza principal y más poderosa, capaz de hacer frente a las pretensiones de quienes intentan arrebatar sus conquistas. Hoy, ese movimiento cívico militar está más sólido que nunca, dispuesto a lo que haga falta para seguir defendiendo la Patria.

Por eso, ante escenarios muy parecidos, con el componente adicional de una feroz campaña de descrédito internacional contra nuestro país, seguimos haciendo el llamado a todo nuestro pueblo para reorganizarnos, reagrupando nuestras fuerzas. La línea de acción debe ser movilizarnos y permanecer en la calle para defender el derecho a la vida, a la paz, a la independencia y a la soberanía de esta patria grande, bolivariana y chavista. Junto a los patriotas, guiando la batalla, estarán nuestros líderes: los del partido, los del Gran Polo Patriótico, los de los trabajadores, las lideresas, los dirigentes de las organizaciones sociales, nuestros líderes de las comunas, los jóvenes, nuestros campesinos, nuestros creadores; todas y todos, acompañando a Nicolás Maduro, el hijo de Chávez, quien marcha al frente de esta revolución indetenible, por decisión de la mayoría del pueblo.

Frente a la despiadada guerra psicológica y mediática que se ha desplegado en contra de todas las venezolanas y todos los venezolanos, mantengámonos firmes, unidos, serenos, leales, seguros. Enarbolemos la fuerza de nuestras ideas, la justicia de nuestra causa, el compromiso patrio, la fortaleza cívico militar; y seremos invencibles.

El próximo 19 de abril conmemoraremos una fecha patria: el inicio de nuestras luchas independentistas. A 207 años de ese hecho histórico, reivindicamos el glorioso espíritu de las victorias del 13 de abril del 2002, del 14 de abril del 2013, del propio 19 de abril de 1810, con el compromiso de seguir consolidando el proyecto de Bolívar y Chávez de una Venezuela libre y soberana, que sigue en batalla por consolidar definitivamente nuestra independencia.

Ese día, nuestro pueblo heroico, digno y soberano, se ha convocado para la Gran Caracas, desde el Este y el Oeste, desde el Sur y el Norte. Allí estaremos todas y todos, firmes, en cuadro apretado, frente a los intentos golpistas y a las pretensiones intervencionistas. Marcharemos en paz, decididos, valientes, convencidos, defendiendo la esperanza de las grandes mayorías de venezolanas y venezolanos excluidos por siglos, y el derecho de las presentes y futuras generaciones a un mundo mejor y posible de justicia e igualdad, de libertad e independencia. Ese día, nuestro Padre Libertador, nuestro Comandante Eterno, el Cristo Pueblo, estoy seguro, marcharán con nosotros…

Por la Paz y la Vida. Por la Independencia y Soberanía de la Patria. ¡Venceremos!

Caracas, 16 de abril de 2017

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