La bondad y la dedicación de su abuela Rosa Inés Chávez, a quien llamaba “Mamá Rosa”, y la vocación por la lectura de obras que resaltaban las ideas independentistas y emancipadoras, así como también de ideologías de izquierdas, fueron partes de los que promovieron el carácter social del comandante Hugo Chávez. Así lo indicó su hermano Adán Chávez en el programa Política en el Diván, transmitido este lunes por Venezolana de Televisión desde el Cuartel de la Montaña, ubicado en el Parroquia 23 de Enero de Caracas, donde descansa el líder de la Revolución Bolivariana.
Texto: AVN
“La abuela nos contaba antes de hablar de Maisanta (bisabuelo del Comandante Hugo Chávez) nos hablaba mucho de (Ezequiel) Zamora, porque Zamora pasó por Sabaneta (Barinas) y la abuela había oído las historias que van de generación en generación (…) Nos hablaba de una referencia que ella tenía de la Guerra Federal. También nos habló de Maisanta”, rememoró Adán Chávez al tiempo que destacó que, a pesar de las dificultades económicas, vivieron una infancia feliz llena de cuentos y de sonrisas.
Asimismo, señaló que en su Sabaneta natal, el líder socialista se vio rodeado de personas que le enseñaron las ideologías de izquierda, como militantes del Partido Comunista, así como compañeros que lo impulsaron, además, para entrar en la Academia Militar, lugar donde consolidó ideas para promover la construcción de una nueva Venezuela.
“En la Academia Militar fue donde Chávez comenzó a formar sus propias ideas”, reflexionó el hermano mayor del líder revolucionario.
Su amor por la lectura viene desde su juventud, detalló Chávez, quien recordó que en todas las fiestas y encuentros familiares, el joven Hugo Chávez siempre obsequiaba un libro con una dedicatoria, en la que invitaba a sumergirse en los mundos que narraban esas historias.
“Esa era una manera de inducir, de mostrarle a los demás la necesidad de estudiar”, recalcó el también ministro para la Cultura, quien recordó, además, el libro País Portátil de Adriano González León, obsequio realizado por el líder revolucionario el 24 de diciembre de 1981, y en el que le dedicó unas palabras de añoranza ante la posible pérdida física de Mamá Rosa, quien falleció al año siguiente.