El dirigente político de la izquierda venezolana, Alberto Lovera falleció hace 51 años, víctima del terrorismo de Estado instaurado contra los líderes progresistas a partir del Pacto de Punto Fijo, con el que las élites económicas y políticas del país subyugaron al pueblo y sus reivindicaciones. Lovera fue un activo militante del Partido Comunista de Venezuela, en el que ocupó varios cargos como Secretario General del Comité Regional en Distrito Federal, o primer Secretario del Comité Político-Militar.
Texto: Prensa MPPC
Su carrera política se fraguó, sobretodo, al calor de las reivindicaciones sindicales, siendo un prolijo líder obrero, preocupado por el beneficio de los depauperados trabajadores venezolanos. Además, a su dedicación se debe el nacimiento de la Juventud Comunista de Venezuela.
Reconocido como “El Cojo” o “El Renco”, Lovera nació en Margarita 8 de agosto de 1923. El mote se lo ganó tras sufrir una caída en su niñez, por cuya causa quedó con una leve lesión en su pierna derecha.
El ministro del Poder Popular para la Cultura, Freddy Ñáñez publicó un sentido mensaje sobre la muerte de mártir, asegurando que quienes cobraron la vida de Lovera desde el ejercicio del poder político, hoy quieren volver por sus fueros y repetir sus atrocidades.
“Quienes mataron a Alberto Lovera estando en el poder, hoy extrañan el poder para repetir sus crímenes. Por Lovera y los mártires No Volverán”, publicó el Ministro a través de su cuenta en la red social Twitter, @luchaalmada.
Durante el gobierno de Raúl Leoni, Lovera fue secuestrado el 18 de octubre de 1965 en la Plaza Las Tres Gracias, en las adyacencias de la Universidad Central de Venezuela, y según los testigos del hecho, fueron funcionarios de la Dirección General de Policía (Digepol).
Fue visto en la sede que ese cuerpo de seguridad tenía en Los Chaguaramos, y luego, el 23 de octubre es llevado al Retén “Planchart” ubicado en Puente Mohedano, donde también es reconocido por otros reclusos.
Posteriormente, en medio del horrendo crimen, tratan de ingresarlo al Campo Antiguerrillero de “Cachipo” en el estado Monagas, aunque los militares allí presentes, al atestiguar el deplorable estado en el que llegaba al lugar, se negaron a a recibirlo.
El 27 de octubre de 1965, su cuerpo apareció en una playa de Lecherías, en el estado Anzoátegui, con signos de tortura, que se presume sufrió desde el día de su traslado a Monagas.