El corto Bolívar, canto al Libertador, es un proyecto animado de la cineasta y realizadora de dibujos animados Nora Marcano, estrenado el 17 de diciembre de 1998 en la Cinemateca Nacional, fue realizado con mucho amor pero también con muchas limitaciones, ya que era el momento en el que no se conocía mucho de los dibujos animados en el país.
Texto: Angie Vélez, Alba Ciudad
Marcano había estudiado en Inglaterra y en Estados Unidos la animación tradicional, es decir, la animación cuadro a cuadro que se dibujaba en acetato. Entre los datos que ofreció la cineasta este lunes en el noticiero Cultura al día de Alba Ciudad 96.3 FM de este corto animado, es que tiene alrededor de 400 mil dibujos, lo cual tardó un aproximado de 9 años para poder llevar a cabo este proyecto.
“Fue difícil, no eran los tiempos como actualmente existe las computadora que facilita un poco más el trabajo, pero estoy conforme porque sigue siendo vigente a través del tiempo, ya han pasado casi 18 años, este año ya digo que la película es mayor de edad”, destacó la cineasta.
Marcano comenzó siendo periodista, luego que culminó su carrera se enamoró del cine, pero en el país no tenía la facilidad de estudiar ya que no había escuela de cine, fue entonces cuando decidió irse a Estados Unidos y posteriormente a Inglaterra, “llevando ese amor no sólo por el cine, sino por el dibujo animado en particular”.
En Inglaterra estudió en una universidad de Arte y Diseño, ahí realizó su primer trabajo de animación con una duración de tres minutos. Luego siguió en ese proceso, Marcano lamenta no conservar parte de aquellas producciones porque para sus años de estudios no mantenían sus trabajos, “eran latas de cine y eran muy muy costosos”.
“Considero que el precio de todo lo que uno hace bien, es la responsabilidad así como la presencia de ánimo y amor en la adversidad para conquistar el éxito, yo creo que en el verdadero éxito la suerte no tiene nada que ver, la suerte es para los improvisado, para los aprovechados y el éxito es el resultado obligado de la constancia, de la responsabilidad, del esfuerzo, de la organización y del equilibrio entre el corazón y la razón”, expresó.
Para la realización de este corto, Marcano ofrece un amplio agradecimiento a su maestro Félix Nacamura, quien fue el que le dio la idea, diciéndole: ¿Por qué no adaptas el cuento de Oscar Wilde, El príncipe feliz, a Bolívar?, desde allí comenzó a investigar llegando al poema de Neruda, “mi pasión por Bolívar, por todo lo que hizo, por todo lo que nos dio, por todo lo que trabajó. Cuando yo estaba realizando esta película habían momentos que sentía que no podía seguir, bien por falta de personal, bien por falta de recursos”.
Finalizó citando al cineasta mexicano Guillermo Arriaga diciendo: “admiro a los intensos, a los que van con todo, a los que no se detienen ante nada, a los hombres y mujeres que dejan pedazos de piel por donde caminan y así creo que es el cine, vamos dejando pedazos de piel, dejando pedazos de amor , vamos dejando todo, pero siempre nuestra recompensa es grande y es infinita, porque siempre permanece.
Después de realizar el corto en honor al Libertador, ha estado trabajando en guiones y ayudando a otras personas para que realicen dibujos animados, además, ha trabajado como productora delegada del Centro Nacional de Cinematografía.
A propósito de los 119 años del cine
Para Marcano el cine venezolano está viviendo un momento único, desde que se inició con Manuel Trujillo Durán, se puede decir que se ha avanzado mucho, principalmente en la animación y lo más importante, el apoyo del CNAC a las distintas producciones de los nuevos productores.