La Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) fue inaugurada este 12 de marzo, y se ha convertido en epicentro cultural de la ciudad de Caracas. El día viernes 13, a las 6:00 de la tarde, en los espacios del Anfiteatro del Eje del Buen Vivir, el colectivo cultural Las Fulanas Esas, junto al Movimiento Venezolano de Fotografía, le han rendido un merecido homenaje a la poesía, a las letras y al amor. El recital poético fue un tributo a la memoria de la grande poeta Caneo Arguinzones, fallecida el pasado 17 de octubre de 2014, a los 27 años.
Texto: Prensa MPPC / Fotos: Orlando Herrera
Caneo era una de las voces literarias más fuertes de la joven poesía venezolana. Reconocida incluso a nivel internacional, la poeta había publicado su obra en distintas editoriales, incluyendo un libro con Monte Ávila Editores, tras ganar el concurso para autores inéditos de esa casa editorial. Zoo: Anatomía del insecto, fue la obra que le mereció el premio a la escritora.
Su vida giraba en torno a la “palabra como arma”, según dijeron Las Fulanas, y por tanto, el mejor homenaje que se le pudo rendir, es precisamente con la palabra como medio. Según sus compañeras del colectivo artístico, Pez, como solían decirle quienes la conocían, aún está viva, es parte del espíritu de trabajo y compromiso que aún cohesiona a Las Fulanas Esas.
Fue un espacio excepcionalmente emotivo, aunque no hubo llanto. Y es que Caneo inspiró en vida, y aún lo hace tras decidirse a partir. Las Fulanas Esas, junto a Pirulo Sanoja, gran poeta caraqueño, llenaron el tributo de poemas que hicieron vibrar una y otra vez la sensibilidad de los asistentes. Algún que otro verso de Benedetti, rendido a la memoria de Caneo, cantos hechos en su memoria, para apagar el dolor, para recordarla con amor y desde la vida, fueron parte de este muy merecido recital de homenaje.
La abuela de Caneo fue invitada de honor. Foto: Carlos A. Foucault
Tras el recital de poemas inspirados en “pez”, incluyendo el de un poeta-amigo puertorriqueño, uno de los tantos destinos adonde Caneo llevó sus palabras, sueños y lucha, topamos con su querida abuelita, invitada de honor al recital y quien, aún con agua en los ojos por la pérdida, contó cuánto le emocionaba este homenaje, pues era el testimonio de cómo su tímida nieta había tocado muchas vidas en este proceso de empoderamiento popular.
Aquella niña era afuera, en la calle, una líder fuerte que bregaba por el beneficio colectivo; pero adentro cuidaba con delicadeza de sus afectos; por eso, la llama de su cálido recuerdo seguirá encendida en la memoria. El alcanfor y el níspero japonés, sembrados en el Jardín Botánico de Caracas, símbolos de Caneo y su madre, seguramente cobijarán bajo su sombra mucha más poesía y también la torta de cumpleaños que la abuela repartirá cada 17 de abril entre todos los que amaron a “pez”.
Este homenaje será replicado el día martes a las 4:00 de la tarde en el anfiteatro del Eje del Buen Vivir, para rendir nuevamente, y en medio de la fiesta que es la Filven, un sentido homenaje a la poeta Caneo, al pez contracorriente que fue y sigue siendo.
