En el marco de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, el Frente Nacional de Bandas Rebeldes (FNBR) se hizo presente para presentar un debate: la necesidad de romper la dependencia con el circuito capitalista para alcanzar la soberanía musical y popular. Y junto a esa discusión presentaron el proyecto que ya es realidad: la Fábrica-Escuela Maisanta “Vivimos el tiempo de los colectivos, de los movimientos sociales, en el camino de lo que viene, el Estado comunal, que tiene como motor el poder popular”, comenzó por afirmar David Meire, uno de los integrantes del Frente, que denominó como “un grupo político de artistas chavistas”.
Prensa MPPC (Texto: Marco Teruggi / Fotos: Gustavo Lagarde)
Meire explicó cuál es la situación que vive la mayoría de quienes quieren hacer música en Venezuela: la dependencia del capitalismo. Desde la compra de los instrumentos para componer, el pago de las salas de ensayos, de la grabación del material, hasta dónde colocar el disco, cómo pagar para sonar en la radio y tener oportunidades para tocar en público. “¿Cómo levantar la cabeza?”, fue la pregunta que trajeron.
Desde el FNBR se han planteado cuatro objetivos para lograr romper con esa situación: visibilizar a los artistas de izquierda para agruparse, buscar los modos de dignificar las condiciones como trabajadores de la cultura, entablar procesos formativos políticos y artísticos, y adueñarse de los medios de producción, es decir producirlos.
Sobre este último punto fue que centraron el debate los integrantes del Frente, sobre su plan que ya ha comenzado a poner en pie: la Fábrica-Escuela Maisanta, donde producir los instrumentos e insumos necesarios para la música, para ser soberanos. “Se trata de adueñarnos de los medios de producción”, planteó David Palacios, otro de los panelistas. Producir todo cuanto sea necesarios: micrófonos, cables, guitarras, bajos, amplificadores, consolas etc.
Y Maisanta ya está en marcha, en la zona de industrial de Ciudad Caribia han comenzado la construcción del galpón para la producción. Están planificando la puesta en pie de los talleres en Sucre, en Falcón, y en Portuguesa ya han comenzado a producir: más de 100 mil cables han sido fabricado allí.
La empresa ha sido puesta en pie de manera autogestionada junto con el apoyo de la Misión Saber y Trabajo. La meta ha sido planteada como grande: no depender más del circuito privado ni estatal, sino poner en pie uno en manos de quienes hacen la música, el arte, que en el caso del Frente, son más de 1500 bandas reunidas.
Para eso han ingresado al convenio con China para importar las materias primas necesarias como la madera. Por el momento Maisanta será una fábrica ensambladora, pero el objetivo está puesto en que se transforme en productora, desde las mismas materias primas. “Queremos meterle ciencia y consciencia a la revolución”, añadió Meire, y esa consciencia vendrá tantos de los trabajos comunitarios que han comenzado a realizar como Frente, como de la música en sí, así como de los procesos de formación política que habrá en la empresa.
“Se trata de asumirnos como Chávez y comportarnos como él, actitud Chávez”, afirmaron los integrantes del Frente Nacional de Bandas Rebeldes, un espacio de unidad que ha venido creciendo desde la iniciativa de los protagonistas del arte, ofreciéndose como ensayo, búsqueda organizativa y creadora, un espacio abierto para quienes quieran acercarse. “Si ustedes se identifican, bienvenidos sean”, concluyeron en la mesa de debate.