Simón Bolívar exiliado en Jamaica, sin poder pagar un caballo o una pensión. “Es tal vez el Bolívar en su hora más baja, el Bolívar en el momento de mayor derrota, y sin embargo ese hombre no se rinde. Ese hombre de alguna manera busca una salida para su Revolución, y regresa a Venezuela, y termina siendo un hombre victorioso”. Así describió este lunes el cineasta Luis Alberto Lamata a su película “Bolívar, el Hombre de las Dificultades”, que será estrenada en 45 salas de todo el país el próximo 16 de agosto. Entrevistado por el ministro Fidel Barbarito en La Bodega Cultural, se explicó que la película será proyectada el próximo 6 de agosto, en una función especial con la presencia del Presidente Nicolás Maduro. El 13 de agosto será la premier y la rueda de prensa, indicó José Antonio Varela, presidente de La Villa del Cine.
Texto: Luigino Bracci, Alba Ciudad / Fotos: Vladimir Sosa y Daniel Liendo
El ministro Fidel Barbarito, conductor del programa “La Bodega Cultural” que se transmite los lunes a las 7:00 am en Alba Ciudad, entrevistó al cineasta Luis Alberto Lamata, director de la película Bolívar, El Hombre de las Dificultades, quien estuvo acompañado de José Antonio Varela, presidente de la Villa del Cine; y Xavier Sarabia, presidente de la Cinematena Nacional. Además, el actor Roque Valero, quien protagonizó la obra encarnando a Simón Bolívar, también dio sus impresiones vía telefónica.
Por un Bolívar humano y no un superhéroe de ficción que echa telarañas por los puños
Para Barbarito, “es fundamental haber hecho posible que Simón camine de la mano de uno; que uno lo sienta como siente al Comandante Chávez, que uno se lo tropieza en la calle, uno le dice ‘buenos días’, lo recuerda, lo cita permanentemente. (Chávez) lo bajó de la frialdad del estatuismo a la cotidianidad de la televisión, de la radio, de la familia, del almuerzo, de la escuela. Chávez nos devolvió a un Bolívar libertario, insurgente, porque antes nos lo mostraban de estatua y reaccionario, oligarca. Hoy no; hoy Bolívar es de carne y hueso y es revolucionario”.
“Esta película viene con todo eso; es una reinterpretación de Bolívar en un momento específico; tal vez el momento en el que más humano se podía retratar”, señaló Barbarito. “Queremos avanzar en la construcción de un Bolívar humano, un hombre con todas sus bondades pero también con sus debilidades. No un héroe de ficción, que echa telarañas por los puños y se pone los interiores encima del pantalón”, señaló Barbarito.
La película se centra en la vida de Bolívar desde mayo de 1815 hasta mayo de 1816. Lamata señaló que “es el Bolívar exiliado, es tal vez el Bolívar en su hora más baja, el Bolívar en el momento de mayor derrota, y sin embargo ese hombre no se rinde. Ese hombre de alguna manera busca una salida para su Revolución, y regresa a Venezuela, y termina siendo un hombre victorioso”.
“Bolívar en ese momento es un exiliado en Jamaica -recordó Lamata-, que a su vez es un puerto atravesado por contrabandistas de armas, conspiradores. Es un momento de su vida donde las cosas se resuelven con un duelo a espada o a pistola. Son cosas que realmente ocurrieron… por ejemplo, cuando presentamos un duelo de Bolívar, eso está en las cartas. Hubo un reto de parte de Montilla, otro de parte de Bermúdez”, recordó.
El viceministro Sarabia, quien también es presidente de la Cinemateca Nacional y ya vio la película, señaló que “le damos una respuesta a la audiencia de cómo debió ser de verdad Bolívar, un hombre galante, muy atento a lo femenino y a las féminas, pero también es un hombre vulnerable y con una capacidad impresionante de recuperación”. En la película “se ve cómo se formó el temple de un hombre, en oposición a las ideas de los adversarios del momento, que formaban parte de su equipo, y de algunas ideas que él se viene sacando”. Sarabia elogia la selección del elenco, y cree que es una de las mejores que se haya visto.
Un Bolívar que no podía cabalgar
Otra de las curiosidades de la película es que Bolívar, aquel hombre que recorrió América completa a caballo, no cabalga en toda la película. “Es un Bolívar que no tenía para tener un caballo directamente, ni en Jamaica ni en Haití”, resaltó Lamata. “Contamos también de un Bolívar marino, porque hay un combate naval, que es como una faceta desconocida del Libertador”.
Para el director Lamata, era muy grave que a Bolívar no sólo lo hubieran convertido en estatua, “sino que lo habían hecho anacrónico, lo habían hecho una cosa del pasado, como si Bolívar fuera simplemente una frase. Yo recuerdo que, en mi liceo, estaba escrita la frase ‘Moral y luces son nuestras primeras necesidades’, y de tanto verla oxidarse y ponerse vieja, habían logrado una especie de Bolívar que era algo pasado”. Pero resaltó que “hay muchas cosas del ideario de Bolívar que aún están pendientes”.
“Si algo quiere contar la película, es esa condición del hombre de las dificultades. Si algo nos enseña Bolívar, es esa condición de caerse y volverse a levantar. Esa persistencia en un proyecto de país al que no renunció en ningún momento”, explicó.
Indicó que Bolívar no tenía un liderazgo garantizado, sino que, “a lo largo de la película, va a ganarse ese puesto de dirigente de una revolución. Él ya había conocido la gloria de ser un Libertador, pero nada lo declaraba a él como dirigente o líder del proceso de Independencia. Bolívar tiene que ganarse ese puesto en algún momento”.
“Yo creo que esta película va a ser polémica, y bien bueno que vaya a ser polémica. Es una invitación para darle una visión muy amplia delo que puede ser un Libertador”, señaló el director.
Varela: Bolívar comprendió que tenía que hacer de la revolución un hecho masivo
José Antonio Varela, presidente de la Villa del Cine, explicó que “en ese momento Bolívar entendió que, o hace de la revolución un hecho masivo, con todas las razas, con todas las castas, con todos los hombres, integrando a toda la nación en el hecho de la Revolución, o la cosa no tiene futuro ni posibilidad. Asume una guerra contra sí mismo y lo que ha sido. Hay un cambio radical en su forma de abordar el hecho, que yo creo que es fundamental”.
“La película permite no agotar a Bolívar en el cine”, explica Lamata. “Resulta difícil, después de que se aborda a un personaje muchas veces, hacerlo de nuevo cuando la película se hace extensiva”. Mencionó que hubo otros momentos interesantes de la vida del Libertador que podrían ser llevados al cine, como el enfrentamiento con Piar.
El “pirata” Brión
Resaltó Lamata que hay otros próceres de la historia venezolana que son poco conocidos. “Brión, yo siento que, de nuestros próceres, es el menos estudiado. Es muy curioso, porque, ya el hecho de que fuese pirata, y era oficialmente considerado así”. Señaló el cineasta que parte de la película se filmó en un pueblo colonial cubano llamado Trinidad, que les permitió recrear la Jamaica de la época por su arquitectura.
“El embajador de Venezuela en Cuba me mandó un documento de un archivo cubano, que era la lista de los que estaban buscados (en aquel momento). Literalmente, como en una película del oeste, decía: ‘Se busca’, y ponían una lista con Simón Bolívar, oficio: militar. Luis Brión: oficio, pirata. Manuel Piar: oficio, pirata también. Son aspectos de nuestra historia que pocos conocemos. Y cómo este hombre, literalmente un ‘pirata del Caribe’ como lo era Brión, tiene este enorme compromiso con la libertad de Venezuela. Y se juega la vida, los barcos y todo lo que tiene por un ideal político y revolucionario”.
Valero: Bolívar suma al Poder Popular para hacer la revolución
Roque Valero, protagonista de la película quien interpreta el papel de Simón Bolívar, señaló que “hay un texto de la película que dice: sin ellos no puede llamarse revolución. Ese es el aprendizaje mayor que tiene Bolívar en esa época de su vida, que es entender que sin poder popular no puede existir poder libertario, la liberación de todo un continente”.
“Estoy seguro que cualquier adolescente de cualquier barriada venezolana o latinoamericana va a soñar en convertirse en un Libertador de naciones como este Libertador que vamos a mostrar nosotros en la película. Porque es un hombre cercano al pueblo y a la calle, que puede nacer en cualquier barriada de una ciudad latinoamericana”, señaló el actor y músico. “Una persona que viva en Japón, vea la película y no tenga la menor idea de quién es Simón Bolívar, va a salir de allí buscando información deseosa de saber realmente quien era. Esta película, además de ser una gran aventura, engancha con un gran personaje que nos demuestra que se puede salir de las adversidades con lucha, ahínco y dedicación”.
Un Bolívar que no estamos acostumbrados a ver
Interrogado por el ministro Barbarito sobre los miedos que tuvo al interpretar a Bolívar, Roque respondió que “todos. Imagínate tú: es un compromiso excesivamente grande para cualquier mortal. Y además, enfrentarnos a un personaje que no lo vamos a hacer como todo el mundo está acostumbrado de ver al Libertador; es un doble riesgo”.
“Cuando Luis Alberto habla de polémica en la película, es por eso: porque estamos tratando de mostrar a un Bolívar que muy poca gente conoció, o muy poca gente se imaginó que existió. A la hora de comenzar a rodar un personaje tan complejo, y agregarle este ingrediente poco cotidiano, ya es asumir un riesgo enorme”.
Lamata mostró su satisfacción por el protagonista escogido para el papel de Bolívar, no sólo por su parecido físico, sino porque “hay un parecido de alma, de carne, de hueso, de sangre importante. Hay una pasión que tiene Roque por su trabajo, que es la pasión que tenía Bolívar por su meta, por su decisión, por su revolución, y siento que Roque transmite eso enormemente. Y, sin embargo, también es capaz de contarnos ese aspecto cotidiano, normal, vacilante a veces, del hombre que duda. Porque no contamos a un Bolívar invicto, sino a uno que por momentos cae en derrotas y es capaz de superarse”.
También hay picardía y humor
Roque descubre a un Bolívar con humor y picardía muy venezolana, “muy al estilo de Tío Conejo contra Tío Tigre, porque eso era Bolívar en aquel momento: el conejo peleando contra el tigre, y necesitaba de esa astucia y esa picardía, y eso creo que está logrado en la película”, señaló Lamata. Adelantó Roque que hay una escena donde Bolívar se ríe y se mofa de sí mismo, con respecto a estos grandes pensamientos y palabras grandilocuentes, porque “yo estoy seguro de que el público va a disfrutar muchísimo. No la voy a contar, peroles dejo esa espectativa allí para que sepan que, cuando vayan al cine, también se van a divertir con Bolívar”.
“El proceso físico fue grande también: me tuve que teñir el cabello de negro por seis meses, lentes de contacto negro. No monté a caballo”, dijo bromeando, “pero hubo un acondicionamiento físico bastante cercano”. Añadió que “estuve en clases de esgrima en Venezuela durante dos meses, y al llegar a La Habana, todo el tiempo estuve en clases de esgrima; todo el tiempo había que montar batallas, y etcétera. Había un profesor cubano, un extraordinario profesor, ex militar cubano que se dedica ahora a este tipo de trabajos”.
“El idioma fue algo que me costó muchísimo”, en torno al acento que tuvo que aprender. “Si supieran el camión que tuve que echarle yo a esto”, para poder aprender el acento que usó en la película. Originalmente se tenía planteado reemplazarlo, pero finalmente se dejó tal y como se filmó.
Filmar en velero les trajo problemas obvios, y anécdotas graciosas. “El primer día de rodaje en Puerto Cabello nos paramos a las 4 de la mañana, muy temprano (…) A las 6 de la mañana nos montamos en el barco, nos montamos todo, incluyendo el director. Arrancamos hacia altamar, y el velero comenzó a hacer su trabajo, que era moverse. Fueron cayendo uno a uno… eran aproximadamente 15 personas, y uno veía cómo los ojos empezaban a torcerse, las miradas empezaban a perderse, los lacrimales empezaban a botar lágrimas. Yo fui el número 7 que se cayó, tirado al piso vomitando”, dijo riendo.
“Al día siguiente me desayuné solamente un par de frutas, que si una lechoza, una manzana, y me metí dos Dramamine (pastillas para el tratamiento de náuseas y mareo) para poder soportar las 5 horas de navegación que había que hacer diarias para poder filmar la batalla naval. O sea, que toda mi estancia en Puerto Cabello fue básicamente bajo los efectos del Dramamine”, bromeó el actor. “No monté caballo, pero monté barco, y la verdad prefiero el caballo”, dijo.
Estreno en 45 salas
José Antonio Varela explicó que habrá una función especial el 6 de agosto con el Presidente Nicolás Maduro, junto a los embajadores de Cuba y Haití.Ese día justamente se cumplen 200 años de la entrada triunfal de Bolívar a Caracas, luego de realizar la Campaña Admirable.
“Esta película tiene apoyo espiritual y real de España, del ICAIC de Cuba, con recursos del Convenio Cuba-Venezuela”. El 13 de agosto será la premier y la rueda de prensa para estar en salas de todo el país el 16 de agosto, estrenándose en 45 salas.