Este martes 20 de marzo, la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), celebró la entrega de la vivienda 2 millones, logro de la Revolución Bolivariana que se materializó desde el urbanismo Mirador de Caiza, ubicado en Charallave, estado Miranda, donde se hizo entrega de 220 apartamentos, hogares dignos para las familias venezolanas.
Texto: Prensa MIppci
En este sentido, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró la entrega: “Estoy cumpliendo las 2 millones de viviendas, sentando bandera por la protección del pueblo y seguiremos construyendo viviendas”.
“La GMVV es el ser humano, el hogar, la familia, la mujer, el hombre, el amor, mientras más dificultades, más avanzamos por un mundo mejor para los niños y las niñas, construidos desde el cuerpo social en el esfuerzo de cada día”, enfatizó el Presidente Maduro.
Asimismo, Maduro exhortó al pueblo venezolano, “a trabajar en la construcción de comunidades, comunas, convertir los urbanismos en ejemplares en organización comunitaria y embellecimiento de la comunidad”, para lo cual, señaló se requiere de “amor, espíritu colectivo, trabajo solidario y buena vecindad, la patria es el hombre, el vecino y la comunidad”.
El ministro para las Comunas, Aristóbulo Istúriz, explicó que la organización es muy importante y la comunidad es imprescindible para el bienestar del hombre y enfatizó que debemos tener, “la conciencia del deber social y claridad política de que solo en Revolución, podemos entregar viviendas a la clase trabajadora”.
“La capacidad de movilización de la comunidad está en el consejo comunal, que es el espacio de la organización y la comuna es donde se construye el socialismo, el compartir y la solidaridad”, destacó el ministro.
Metas en vivienda cumplidas
“Hemos venido a cumplir con el sueño del Comandante Chávez, que dejó una línea clara y una meta para 2018, de 2 millones, para diciembre de 2019, 3 millones de viviendas, en este día histórico de alegría“, indicó el Presidente obrero.
Paralelamente, el Jefe de Estado precisó que la meta para 2020, es de 5 millones de viviendas, otorgadas a través del Carnet de la Patria, “producto de la unión nacional, el trabajo, el amor y la unidad”, destacó.
Además, el Presidente Maduro anunció que las próximas 236 mil viviendas de la GMVV, serán financiadas con El Petro, asimismo, se firmó el primer convenio entre la Superintendencia de los Criptoactivos de Venezuela, representada en la Tesorería de Criptoactivos y del Petro, y el Banco Nacional de la Vivienda y Hábitat, para ello, el Presidente Nicolás Maduro también firmó un punto de cuenta por 2 millones 300 mil petros para la GMVV.
Esta entrega se realiza en la víspera del 7° aniversario de la creación de la GMVV, el 30 de abril de 2011, cuando fue anunciada por el Comandante Hugo Chávez, tras las fuertes lluvias que destruyeron las viviendas más vulnerables y dejaron un saldo de más de 300 mil familias venezolanas damnificadas, que fueron trasladadas temporalmente a refugios.
“El drama de la vivienda, herencia del capitalismo, no tiene solución en el capitalismo. ¡Aquí lo vamos a solucionar con socialismo y más socialismo! La meta es un desafío y yo pido que todos nos sumemos a ese desafío: construir 2 millones de viviendas en los próximos siete años”, señaló el Comandante Chávez en el lanzamiento de la Gran Misión, en un acto realizado en el Teatro Teresa Carreño en Caracas, el 30 de abril de 2011.
A lo largo de estos siete años, la GMVV ha mejorado sustancialmente la calidad de vida de más de 1 millón 900 mil familias venezolanas y, con este, se han develado 20 hitos en total, uno por cada 100 mil casas entregadas.
Protección y soluciones
El lanzamiento de la GMVV fue parte de la respuesta del Gobierno Bolivariano a las miles de familias damnificadas que dejaron las intensas lluvias de 2010 y principios de 2011.
El 2010 fue reportado por el Observatorio Cajigal como el año más lluvioso en sus 120 años de registro. Solo sobre la ciudad capital cayeron más de 1.700 milímetros de lluvia, mientras que el 2011 también se puso en la lista de las épocas más lluviosas ocupando el tercer lugar después de 2005.
Lo que comenzó como una solución a la contingencia, que fue la habilitación de sedes de instituciones públicas como refugios y la rápida puesta en marcha de un plan de construcción de viviendas, se convirtió en una política de Estado para garantizar este derecho consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República Bolivariana a todos los venezolanos.
El plan se extendió al resto de la población, principalmente a aquellas familias que por razones económicas, debido al alto costo de los inmuebles en el mercado especulativo, no habían podido adquirir una vivienda.
Construcción y Poder Popular
Con la cooperación de la empresa privada en una primera etapa, y posteriormente junto a los gobiernos de Cuba, Irán, China, Belarús, Rusia, Portugal y Brasil, el Estado ha construido urbanizaciones dignas con acceso a todos los servicios básicos en todas las entidades del país, servicios que además son subsidiados en Venezuela.
Los urbanismos más emblemáticos son: Ciudad Tiuna, en Caracas, Ciudad Caribia, en la vía entre Caracas y Vargas, y Ciudad Zamora, en Cúa; espacios donde además se ha fortalecido la organización popular en favor de la convivencia solidaria y el desarrollo productivo.
En torno a la iniciativa de Chávez, el Poder Popular se organizó en Brigadas Socialistas de Construcción,formadas con el apoyo de la Gran Misión Saber y Trabajo. Gracias a la capacitación y a la formación de estos hombres y mujeres han sido cientas las edificaciones que se han levantado con el pulso, la ganas y las fuerzas del pueblo organizado bajo la protección, financiamiento y acompañamiento técnico del Estado.
El programa de viviendas también ha contemplado la inclusión de la población indígena con la construcción de viviendas tanto para las comunidades originarias urbanizadas como para los que viven según sus costumbres ancestrales, casos en los que se toman en cuenta las particularidades de las viviendas tradicionales.
A pesar del sabotaje económico
Con la caída de los precios del petróleo en 2014, ocasionada por la sobreoferta que se produjo con el método fracking y la manipulación en el mercado, el Estado venezolano sufrió una reducción en sus ingresos, que en más de 90% correspondían a exportaciones de Petróleos de Venezuela.
Ante tal situación, el carácter humanista del Gobierno Bolivariano priorizó el tema habitacional y sostuvo la construcción, así como la entrega de viviendas; logrando cerrar el año 2015 con 326.323 casas asignadas; 359.874 en 2016, y 572.000 en 2017, para un total de 1.994.396 viviendas desde la creación del programa.
Mercancía vs. Protección Social
En un contexto mundial con una tendencia a la mercantilización de la vivienda, en el que el techo digno se considera una mercancía valiosa, fundamentalmente como activo para la acumulación de riqueza, tal como lo ha denunciado reiteradamente la relatora especial para el derecho a la vivienda, Leilani Farha, ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; en Venezuela el hogar se considera un bien social, contemplado como el derecho humano a vivir en un lugar con condiciones de seguridad y dignidad.
En mayo de 2016, el Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana declaró inconstitucional un proyecto aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional en desacato, el cual se titulaba “Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela y Otros Programas Habitacionales del Sector Público” que pretendía incorporar las viviendas entregadas por el Gobierno al mercado inmobiliario, con el detrimento de que los adjudicados contraerían automáticamente una hipoteca que no solicitaron, que además estaría basada en “precios del mercado”.
Ya en 2002 el TSJ había tomado acciones contra la mercantilización del derecho humano a la vivienda, cuando dictó una sentencia que puso fin a las acciones especuladoras y usureras de la banca al prohibir el otorgamiento de créditos indexados.
Con esta medida se logró que las instituciones financieras no siguieran valiéndose de una ley aprobada en 1996 por el Congreso de la IV República, que respondía a los intereses de la oligarquía, para cobrar intereses ajustados a la inflación sobre los intereses de los créditos hipotecarios, lo que dificultaba el pago total de la deuda y causó que las familias terminarán pagando varias veces el monto de los inmuebles o en ocasiones nunca terminaran de pagar.
Oye de verdad que la GranMisiónViviendaVenezuela tiene como locos a los sesudos analistas de la oposición capitalista y burguesa! Que cosas!
— Hugo Chávez Frías (@chavezcandanga) May 18, 2011
El contraste entre las políticas del Gobierno venezolano y la visión capitalista de la vivienda impuesta en otros países de la región se hace evidente con solo cruzar la frontera al territorio más cercano cultural y geográficamente: Colombia.
El Gobierno colombiano creó en 2012 un programa llamado Viviendas 100% subsidiadas, que es el único que atiende a la población pobre incapaz de comprar, y desde entonces tiene la meta de construir 100.00 mil unidades, aunque el déficit habitacional para 2007 era de 2,3 millones de techos, según análisis de la Universidad del Rosario.
Además, 28% de la población, más de 14 millones de colombianos, ganan por debajo del salario mínimo y por lo tanto no tienen acceso a los créditos del Estadopara los que se requieren ingresos entre uno y cuatro sueldos básicos.
Por otra parte, los desalojos forzosos siguen ocurriendo aunque no son noticia en los medios de comunicación predominantes. Las fuerzas de seguridad continúan desplazando a las personas de sus predios o sacándolas de sus hogares, bajo la justificación de la ocupación ilegal, el desarrollo de nueva infraestructura o por deudas hipotecarias, en detrimento de cientos de familias que quedan sin vivienda y sin posibilidades de adquirir una.
Hay otros casos como el de España que en medio de una crisis económica priorizan los intereses de la banca ante el bienestar social. Es así como junto a la depresión de la economía española y el creciente desempleo, se han ordenado los desahucios a las familias incapaces de pagar las hipotecas o los alquileres, alcanzando la cantidad de 600 mil desalojos desde 2008, alrededor de 160 familias por día que perdieron sus hogares hasta 2016, según medios de la nación ibérica.
El problema no solo repercute en lo evidente, que es una familia sin techo ni posibilidad de adquirir uno, sino en la salud física y mental de una sociedad que registra11 suicidios diarios, según cifras oficiales, de los cuales al menos cinco, según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, se atribuyen a la situación económica.
Chávez insistía: “El drama de la vivienda, herencia del capitalismo, no tiene solución en el capitalismo”, y esta sigue siendo la premisa en Venezuela bajo el mandato del Presidente Constitucional de la República, Nicolás Maduro, quien este jueves brinda protección, esperanza y futuro con la entrega del hogar número dos millones.