Histórico: Misión china Chang’e 6 aterrizó con éxito en la cara oculta de la Luna

Ilustración de la misión

Desde hace ya varios años que China está haciendo noticia gracias a sus misiones Chang’e. Y es que el interés de esta nación por la exploración lunar comenzó a tomar forma a principios de los 2000, con el establecimiento de su programa, nombrado en honor a la diosa de la Luna de la mitología china, y que lanzó su misión Chang’e 1 en 2007. Desde entonces, el país asiático ha estado comprometido con la exploración espacial, y ahora celebra un nuevo hito con su misión Chang’e 6.

Texto: Fayerwayer

Recordemos que sus predecesoras ya habían logrado éxitos rotundos. Chang’e 4 realizó un histórico aterrizaje en la cara oculta de la Luna en 2019, convirtiendo a China en el primer país en explorar esta región. Y un año después Chang’e 5 hizo lo propio, logrando recolectar muestras de la Luna y traerlas de vuelta a la Tierra.

ARCHIVO – En imagen proporcionada el 12 de enero de 2019 por la Administración Nacional Espacial de China vía la Agencia de Noticias Xinhua se muestra el módulo lunar de la sonda Chang’e-4 en una fotografía tomada por el módulo Yutu-2 el 11 de enero.

Chang’e 6 logra aterrizaje histórico

Y ahora fue el turno de su robot Chang’e-6, que logró un alunizaje exitoso en la cara oculta de la Luna. Este logro representa la segunda misión de retorno de muestras lunares de China, siguiendo el éxito del Chang’e 5 en 2020, que trajo de vuelta 1,73 kilos de material lunar. La colaboración internacional también es un punto para destacar en esta misión, con contribuciones de equipos de la Agencia Espacial Europea, Francia, Italia y Pakistán.

La misión actual, que alunizó con éxito en la madrugada, tiene como objetivo recolectar aproximadamente dos kilogramos de muestras lunares para su análisis en la Tierra. Lanzada el 3 de mayo a bordo de un cohete Long March 5, la nave entró en órbita lunar cinco días después, mientras que su aterrizaje se dirigió hacia la Cuenca Aitken del polo sur lunar, un área de especial interés científico ya que se cree que contiene agua helada.

Así, esta zona fue seleccionada por su exposición moderada a la luz solar y sus señales de comunicación confiables, lo que eventualmente facilitará la operación de la nave y la transmisión de datos a la Tierra. En la misma línea, para superar los desafíos de comunicación en la cara oculta de la Luna, China utilizó el satélite de retransmisión Queqiao-2, lanzado en marzo, que será clave en la comunicación entre la nave y la Tierra.

La nave, que permanecerá en la Luna durante tres días, cuenta con avanzadas herramientas para perforar y recoger muestras del suelo lunar. Entre ellas, destaca una cámara panorámica y un radar lunar para recoger las muestras y también a realizar evaluaciones geológicas detalladas del área.

Finalmente, una vez completada la recolección, las muestras serán lanzadas a la órbita lunar y trasladadas a la cápsula de reentrada del módulo para su retorno a la Tierra. Por ahora se estima que la cápsula aterrice en Mongolia Interior el próximo 25 de junio, y si todo sale bien, luego las muestras serán enviadas a un laboratorio en Pekín para ser estudiadas.

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