El Encuentro del Cine y el Audiovisual “Innovamos o Erramos”, reciente espacio del universo audiovisual venezolano no sólo sirvió para invitar a reflexionar en la memoria de Edmundo Aray, polifacético maestro al que se le rindió tributo, sino que también fue un evento propicio para que la Universidad Nacional Experimental de las Artes creara la cátedra Edmundo Aray.
Texto: Prensa FMN
Al respecto, conversamos con el poeta Alberto Rodríguez Carucci, investigador y docente jubilado de la Universidad de Los Andes, quien estuvo como invitado especial en la cita. “No podía haber otro nombre que mereciera más este homenaje, sobre todo en un encuentro que tuvo como propósito hacer un trabajo de difusión y acercamiento entre los trabajadores del cine. Edmundo Aray es pionero y un punto de partida en la filmografía nacional”, afirmó.
Agregó que Aray “fue iniciador de los festivales de cine documental en el país, siendo el primero en 1968, un paso muy importante, ya que le dio un lugar, le dio pie para la creación del Departamento de Cine de la ULA – en el tiempo se convirtió en Escuela de Medios Audiovisuales-; tuvo la iniciativa de crear el Festival Nacional de Cine, entre otras cosas”. Al hablar de Aray no deja de referirse a la primera película realizada por éste en conjunto con Carlos Rebolledo, titulada Pozos muertos, “un estudio de varias esferas de lo que es el efecto de la explotación petrolera para la formación de la sociedad venezolana, tanto los deterioros desde el punto de vista ambiental como los cambios de mentalidad”.
“Después vendrían otros films de mayor complejidad y de un mayor poder creativo” y recuerda el film Simón Bolívar ese soy yo, dirigido a los niños y premiado nacional e internacionalmente. Al respecto dijo que esa película “fue hecha de una manera novedosa, figuras de cerámica de una gran artesana venezolana que se llama Glenda Mendoza, piezas que tenían movimiento por la articulación de sus brazos y cabezas”.
El universo editorial, la complejidad de la profusa y diversa producción de Aray fluye en sus palabras. “Estudiaba desde la sensibilidad para dar a conocer desde allí la relación venezolana, hacer una percepción para la memoria, no para la historia documental científica, sino para la memoria constitutiva de un sujeto nacional con sentido de ciudadanía, de pertenencia, pero con unos valores fundamentales que estaban allí relatados, referidos y representados desde un punto de vista del afecto, de la querencia a la figura fundacional de este país”, destacó.
Durante el encuentro de cine Rodríguez Carucci estuvo a cargo de tres charlas: “Memoria de un agitador intermedial” donde abordó el aprovechamiento que hizo Aray “a diversos medios de comunicación que van desde la oralidad popular de un medio de comunicación, la poesía , el guion literario, la música y otros, que reunidos brindan un poder de comunicación mayor. Por eso intermedial, es un término tomado de la teoría de la comunicación que se aprovechó en los estudios de la cultura y de literatura comparada”.
“Edmundo Aray, poética de la memoria” fue la segunda charla, donde se habló desde el punto de vista de lo que fue la importancia de su prosa para la conformación de una memoria nacional.
“Audacia y perfiles de un agitador” fue el tercer espacio dedicado a las múltiples iniciativas de Aray para impactar dentro de distintas colectividades, a través de distintas estrategias que usó, pues fue un hombre que movilizó y organizó a mucha gente, fue audaz y promotor de ideas. Organizó un festival de poesía sin que aún existiera en el país y realizó muchas cosas, con un sentido holísitco y organizativo. Fue periodista y economista siempre con la idea que para hacer poesía había que divulgarla y para eso era necesario la estrategia editorial, refirió Rodríguez Carucci sobre Aray.