Adán Chávez: “Revisar para rectificar y reimpulsar”

Foto: Archivo, CTA.org.ve

El ministro venezolano de Cultura y vicepresidente para Asuntos Internacionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), concedió una entrevista en Buenos Aires al medio argentino Página 12, a propósito de recibir el Honoris Causa Post Mortem otorgado por la Universidad de Lanús al Comandante Hugo Chávez.

Texto: Página 12 (Florencia Garibaldi)

A continuación, el texto completo:

Mientras trasladaban los restos mortales de su hermano, en uno de los eventos más multitudinarios de la historia, desde la Academia Militar de Venezuela hacia el Cuartel de la Montaña donde iban a enterrarlo, Adán Chávez Frías, iba pensando qué decir. Tenía la responsabilidad, por pedido, de emitir unas palabras en el funeral de quien había sido por 14 años presidente del país bolivariano: Hugo Chávez. En ese recorrido, en la mente de Adán había una disputa, porque no estaba seguro de si era adecuado dar discursos. Sin embargo, en ese momento recordó un libro que su hermano le había regalado en diciembre de 1981. Una novela histórica llamada País Portátil, que tenía la particularidad de contener una extensa dedicatoria.

A pesar de que llevaba tiempo sin leerla, repentinamente visualizó el texto casi de memoria y entendió luego de tanto tiempo cuál era el significado. Hugo Chávez escribió en aquella página, que cada uno llevaba consigo un morral en sus espaldas donde están los compromisos y los sueños relacionados con la libertad de la patria. “Un morral infinito, sin dimensiones, donde cabe todo”. Entonces, le pedía a Adán que si alguno de ellos dos quedase fuera del camino, el otro debía tomar el morral del caído y seguir adelante. “Esa dedicatoria ahora parece premonitoria. Nunca le pregunté por qué había escrito eso. Lo entendí el día de la siembra y de eso hablé en su tumba. El pueblo venezolano lo tomó y surgió la consigna Llevamos el morral de Chávez”, cuenta Adán.

Con ese compromiso en mente y con el morral de su hermano a cuestas, Adán se convirtió recientemente en el nuevo ministro del Poder Popular para la Cultura. En su rol de Vicepresidente de Asuntos Internacionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), vino a Buenos Aires para recibir el Doctorado Honoris Causa Post Mortem de la Universidad de Lanús para Hugo Chávez, oportunidad en la que dialogó con PáginaI12. Adán es docente universitario y físico. Ocupó varios cargos estratégicos durante la presidencia de su hermano, siendo el último ministro de educación. También fue Gobernador del estado Barinas.

Venezuela vive una crisis económica y social, lo que hizo que la gestión cultural quedase relegada. “En esta coyuntura que estamos viviendo, el papel que me toca desempeñar como ministro en el gobierno de Nicolás Maduro es un gran reto. Estamos aplicando lo que llamamos ‘las tres erres de Chávez’: es necesario revisar, para rectificar y reimpulsar”. El político afirma que debido a la guerra económica que les montó “el Imperio” con sus aliados internos y externos, hubo que priorizar antes que la cultura, la escasez de alimentos y medicamentos o la construcción de viviendas. “La guerra económica nos trajo dificultades financieras que llevó a que los planes culturales tuviesen cierto bajón. Estamos venciendo esa guerra y se logró estabilizar el precio del barril del petróleo y la situación financiera es positiva. Es el momento de retomar todos los planes”, asegura y agrega que la responsabilidad central del ministerio es hacer una revolución cultural en el país. “Para seguir construyendo socialismo bolivariano, necesitamos acelerar esa revolución”.

El ministro considera que “el Imperio” sigue intentando acabar con los procesos libertarios de los pueblos, para frenar los procesos de rebeldía y de transformación. Durante la campaña electoral del año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no dio pistas sobre su política hacia Venezuela, más allá de expresar su solidaridad con los pueblos sufridos de Cuba y Venezuela y prometer a los exiliados de ambas naciones en Florida luchar contra la opresión de los regímenes de Raúl Castro (Cuba) y Maduro. En una de sus primeras maniobras contra Venezuela, Trump abogó por un proceso democrático y la liberación de los presos políticos. En relación a esto, se reunió en el Despacho Oval, con Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López. A su vez, impuso sanciones financieras contra el vicepresidente, Tareck El Aissami, a quien acusa de supuestos vínculos con el narcotráfico internacional.

De esta manera, la Organización de Estados Americanos (OEA) está pendiente de si Trump será el puntapié que necesita para aplicar la Carta Demócratica (un proceso que podría llevar a la suspensión de Caracas del ente). Incluso, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, una de las voces internacionales más críticas con el gobierno de Maduro, anunció que actualizará el informe de 132 páginas sobre Venezuela en el que el pasado 31 de mayo concluyó que en ese país existe una “alteración del orden constitucional que afecta gravemente al orden democrático”.

Sin embargo, para Adán el papel de Estados Unidos sigue siendo el mismo de antes, a pesar del cambio de gobierno. “El Imperio sigue aplicando el mismo guión desde hace años, independientemente de quien sea el presidente. Sólo que lo van adaptando a las diferentes épocas. Siguen con la guerra mediática, que influye en la población para imponer valores. Engañan y manipulan la mente de sectores importantes de nuestro pueblo y logran cosas como las que sucedieron en Argentina con la elección de Mauricio Macri. Tras un gobierno progresista, con transformaciones sociales, de una manera extraña el pueblo decide cambiar de rumbo, hacia el desastre”, comenta el político.

Según su opinión, cuando asumió Barack Obama a la Casa Blanca, algunos sintieron que hubo esperanzas, pero Adán dice que fue igual o peor que su antecesor. “Con Trump va a ser lo mismo. Por lo tanto, nuestro papel tiene que seguir siendo el mismo. Tenemos que seguir trabajando con mucha fuerza para integrarnos mejor, lograr mayor unidad latinoamericana y caribeña, más allá de los gobiernos. Respetando las diferentes ideologías. Hay que estar alertas por si empeora. Este señor (Trump) muestra una tendecia hacia el ultraconsevadurismo, llegando casi al fascismo”.

Para sostener sus argumentos, Adán recuerda que Obama fue quien lanzó un decreto el 9 de marzo del 2015, que declara a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” para Estados Unidos. “¿Qué amenaza podemos ser? Y ese decreto Obama lo siguió ratificando hasta que terminó la presidencia, a pesar de que nosotros y otros países, estuvimos pidiendo que se derogue. Pero de manera empequeñecida él siguió los pasos del establishment”, asevera el ministro.

Adán hace un análisis del viraje hacia la derecha que se produjo en América Latina y afirma que fue justamente esto lo que hizo posible que saquen a Venezuela del Mercosur. El año pasado, cuando Uruguay finalizó la presidencia pro témpore del bloque, era el turno de Venezuela de estar al mando, como indica el reglamento. La presidencia es rotatoria y se accede a ella por orden alfabético. Paraguay fue el primer país en oponerse, y luego continuaron Argentina y Brasil, quienes negaban que Caracas, inmersa en una profunda crisis, dirija el Mercosur.

Luego, Venezuela fue suspendida del Mercosur por incumplir los requisitos para ser miembro. “Somos miembros legalmente del organismo. Es mentira que no cumplimos con sus compromisos. En el poco tiempo que tenemos como miembros cumplimos el 95 por ciento. Los demás países ni llegan a ese porcentaje. Quieren sacarnos para que el Mercosur sea nada más que un convenio económico para favorecer a las elites. Esta derecha también quiere frenar acuerdos importantes como por ejemplo el de reconocer los derechos de los pueblos indígenas”, concluye el ministro y luego adelanta que hicieron una demanda ante el organismo que dirige las normativas internas para seguir en la pelea.

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