El “Baile en Candela”, originario del estado Yaracuy y vinculado a la devoción a María Lionza, fue inscrito este jueves en el Registro del Patrimonio Cultural de Venezuela. Así lo anunció en su cuenta de Instagram el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas, quien firmó el documento que lo certifica.
Texto: Últimas Noticias / Fotos: Roiner Ross
El ‘baile en candela’, tradicional del estado Yaracuy, en el que hombres y mujeres danzan sobre brasas ardientes como una forma de honrar a la deidad María Lionza, informó en sus redes sociales el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, en un video difundido por el Canal Cultura.
Este baile se desarrolla en la noche del 11 para el 12 de octubre, “una fiesta inigualable, solo aquí en Venezuela”, acotó Villegas.
“En reconocimiento a ese rasgo cultural, único de Venezuela, vamos a proceder a firmar el certificado de inscripción del ‘baile en candela’ del estado Yaracuy como parte del registro del Patrimonio Cultural de Venezuela”, señaló el ministro.
Este 11 de octubre, Villegas señaló en otra publicación que acudió a Quibayo, estado Yaracuy, para entregar el certificado del Baile en Candela como patrimonio cultural de la nación venezolana “en el marco del primer Encuentro Multiétnico y Pluricultural por la Paz, el respeto y la tolerancia realizado en el Monumento Natural Cerro Maria Lionza”.
En esta celebración, que se lleva a cabo en la Montaña de Sorte del estado Yaracuy, participan “médiums” procedentes de toda Venezuela que, “poseídos por los espíritus de la corte indian”, caminan sobre brasas.
“Los marialionceros afirman que moverse sobre la brasa purifica el cuerpo, los libera del odio y de la maldad, además de posibles maleficios”, añadió el canal estatal.
Asimismo, dijo que los participantes alistan su “cuerpo y alma” meses antes de esta fecha para “desafiar las llamas”.
Un rito que tiene más de 70 años
El Baile en Candela se celebra en la mencionada zona de la montaña de María Lionza sobre la base de un mito indígena que refiere a una princesa de un pueblo autóctono que reinó con bondad y amor.
Según cuentan los pobladores de la zona, hace 70 años, con la llegada de los trabajadores cubanos que acompañaron al establecimiento de la industria azucarera en la zona, y la mezcla de su cultura con las tradiciones indígenas y afrovenezolanas de la región, inició el culto a la reina indígena y consecuentemente los bailes religiosos.
Quienes practican este rito bailan descalzos sobre brasas ardientes, luego de trasportarse a un elevado estado espiritual y, en ocasiones, recibir a espíritus que, supuestamente, ocupan transitoriamente sus cuerpos.
Esta danza, que se ejecuta en la madrugada del 12 de octubre, se ha vuelto muy popular a nivel nacional e, incluso, internacional, atrayendo a miles de creyentes y turistas de diversas regiones y países, quienes acampan en la montaña y realizan, o simplemente observan, el particular rito.
En esta fecha, también se efectúa el baile en vidrio, que es muy parecido al anterior, con la diferencia que en vez de caminar sobre brasas, los practicantes lo hacen sobre vidrios. El propósito de esta ceremonia es, igualmente, honrar a la reina María Lionza.
