En Caracas, se realiza este 14 y 15 de junio el coloquio «Bolívar en Martí, Fidel en Chávez», en la sala de lectura del Archivo General de la Nación, en el Foro Libertador, con el propósito de profundizar en el pensamiento de los héroes independentistas de Venezuela y Cuba, así como sus principales exponentes como el Comandante Eterno de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez y el Comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro.
Fotos: Prensa CESB y Prensa Latina
El presidente del Centro de Estudios Simón Bolívar (CESB), Alejandro López destacó que es la cuarta actividad que, de manera conjunta con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y la Embajada de Cuba en Venezuela, organizan la Red de Historia, Memoria y Patrimonio.
El embajador cubano en Venezuela, Dagoberto Rodríguez, detalló que la influencia de El Libertador Simón Bolívar en el compromiso y la causa de José Martí, el cual, se convirtió en uno de los principales seguidores del Libertador. «Fidel es la suma del legado de ambos próceres; Hugo Chávez fue seguidor insigne de la doctrina de los tres”, dijo quien rememoró el abrazo entre estos dos grandes protagonistas de la historia contemporánea, “dos gigantes que hicieron renacer a Bolívar y Martí“.
La investigadora venezolana Zaida Castro señaló que es difícil saber cuándo entró en el imaginario de José Martí el ideario de Simón Bolívar, pero reconoció que “existe una amplia vinculación”, a pesar de que vivieron momentos históricos distintos, pero la lucha era la misma por la independencia de los pueblos. Significó que desde la perspectiva política ambos demostraron su talento y habilidades por plantear propuestas que a muchos parecieron utópicas, pero que en la actualidad poseen gran vigencia por la reivindicación de los pueblos de Latinoamérica.
La también docente reflexionó sobre los aportes de los héroes al proceso de integración y afirmó que se puede decir que la unidad, libertad, estrategia y voluntad política son los ejes fundamentales para fusionar un pensamiento que impulse la solidaridad de los pueblos a lograr la segunda independencia ideológica y cultural.
El cubano René González, director del Centro Fidel Castro Ruz, valoró como un “acierto extraordinario” escoger el 14 de junio para realizar este coloquio, porque en esa fecha nacieron dos bolivarianos consecuentes: Antonio Maceo y Ernesto Che Guevara. González rememoró pasajes de los estrechos lazos entre Cuba y Venezuela, y destacó de esta última que “fue y sigue siendo inspiradora de todos los revolucionarios cubanos”.
“Es la Venezuela de Chávez, que Fidel reconoce en él como la patria aliada de los cubanos cuando el 13 de diciembre de 1994 llegó a La Habana y el líder histórico redescubre en él el futuro de América”, comentó.
El historiador destacó que hay un acercamiento tan importante de ideas y una comunicación tan íntima y tan estrecha entre los dos, que Fidel expresó una frase que en su momento cuando la escuchó “pensé era una de las frases más temerarias” al afirmar que “Chávez era el mejor amigo” del pueblo de Cuba. “Temeraria -enfatizó- porque Cuba ha tenido muchísimos buenos amigos y la Revolución cubana se sostiene, entre otras cosas, por la solidaridad de los grandes amigos que ha tenido la isla caribeña”.
“Fidel dijo y con todas las razones y argumentos que Chávez era el mejor amigo, porque Chávez como Fidel es un soñador, un Quijote”, subrayó González.
Por su parte el viceministro de Identidad y Diversidad Cultural, Ignacio Barreto, quien también preside el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, exaltó la obra de estos cuatro personajes de nuestra historia latinoamericana y advirtió que sus palabras «no son de museo, están incorporadas a nuestro combate».
El viceministro de Fomento para la Economía Cultural, Raúl Cazal, destacó que la historia de estas personas que vivieron por un ideal es vital, al referir que el estudio del pensamiento de Bolívar y Martí; Fidel y Chávez, es una herramienta que permite dar claridad a nuestras contradicciones como revolucionarios, toda vez que se requiere «buscar nuestras nuevas armas para enfrentar el poder hegemónico».
