Ernesto Villegas (I): En medio de las dificultades, hemos visto una explosión creativa en Venezuela

El periodista, político y ministro de Cultura venezolano, Ernesto Villegas, es entrevistado por Alejandro López Canorea para el portal español Descifrando La Guerra sobre temas como el manejo de la pandemia Covid-19 en Venezuela, las sanciones ilegales ejercidas por Estados Unidos contra el país, el caso Directv, el tema de la gasolina y la renta petrolera, entre otros. Es la primera de dos partes.

Entrevista realizada por Alejandro López para Descifrando La Guerra.

La pandemia de COVID-19 ha pillado a la mayor parte de los países sin ningún tipo de previsión, especialmente a los occidentales. Sin embargo, Venezuela fue uno de los que tomó medidas antes con respecto al número de casos, ya que solamente se habían detectado 17 cuando comenzaron la cuarentena, ¿por qué tomaron esa decisión tan pronto?

Habría que ser muy mezquino para no reconocerle al presidente Nicolás Maduro el haber tomado una medida temprana para impedir la propagación rápida del virus. Teníamos apenas 2 ó 3 casos confirmados y el presidente tomó esa decisión. Yo creo que confluyen varios factores para haber tomado esta decisión. Uno de principios, que es la valoración de la vida por encima de cualquier otra consideración, por ejemplo la consideración económica que priva a otros líderes mundiales de llamar a cuarentena. Es un gran contraste la temprana convocatoria a cuarentena de Maduro con la resistencia de Trump y Bolsonaro para llamar a cuarentena. Digamos que subyace una contradicción ideológica respecto a los problemas mundiales. Los presidentes que están colocados al frente de sus gobiernos para defender los intereses del capital, reaccionan de una manera, y los presidentes que están al frente de gobiernos que privilegian el derecho a la vida y los derechos sociales, tienen una respuesta distinta.

Hay otra cuestión por la que el presidente Maduro toma esa medida tan tempranamente. Porque Venezuela cuenta con un tejido de organización popular importante, a través de los consejos comunales, los consejos locales de producción, las comunas, los comités de salud y una red de medicina popular llamada Barrio adentro, en la que participan médicos venezolanos y médicos cubanos. De modo que la medida se pudo tomar apostando por esa organización popular. Y hay un mecanismo que ha servido también, que es el llamado Sistema Patria, que es un sistema informático mediante el cual los ciudadanos se registran en una página web donde van contestando encuestas epidemiológicas. Ese sistema que también es conocido por el Carnet de la Patria, tiene unos 15 millones de venezolanos registrados y ha permitido la provisión de bonificaciones económicas a la población necesitada y también ha servido como herramienta para la ubicación de los casos sospechosos de coronavirus. Entonces se realizan visitas domiciliarias a partir de las respuestas que los ciudadanos han colocado en el Sistema Patria. Es decir, que la llamada temprana cuarentena no fue desprovista de las herramientas para que esa cuarentena fuese aplicada y fuese útil.

Para saber más: Ecuador. Gobierno sin pueblo. Pueblo sin gobierno.

Esta semana se han ido relajando las restricciones por el coronavirus ya en Venezuela. Hemos visto el nuevo modelo de cuarentena 7+7. Viendo que el país está completamente rodeado de los que más incidencia del virus han mostrado: Brasil, Ecuador, Perú, Colombia, ¿le parece sensato iniciar la reapertura?

Bueno, se están tomando todas las previsiones para que la reapertura o la flexibilización sea aplicada manteniendo a raya la propagación del virus. No es una medida alocada o irresponsable. Además también atendiendo un clamor de varios sectores que aspiran a la nueva normalidad fuera de casa, con todas las previsiones. Creo que ha habido grandes niveles de conciencia sobre los riesgos del coronavirus que han permitido llegar a este punto. No consideramos que es una ‘gripecita’ como dijo Bolsonaro.

Para saber más: Cobertura – La Pandemia de COVID-19.

Al efecto del virus, hay que sumar la crisis económica que ya llevaba años sufriendo Venezuela, ¿esperan que la situación empeore durante el 2020 debido a esta conjunción de factores?

Por supuesto que no podemos esperar un empeoramiento. Aspiramos a que podamos despejar el camino de los obstáculos que nos han sembrado. Es verdaderamente criminal el que, ante una situación de pandemia que por su propia definición afecta al mundo entero, haya gobiernos que, en lugar de declarar una tregua o dejar de lado las guerras, los bloqueos y las sanciones; más bien hayan empeorado sus políticas hacia países como Venezuela. En medio de la pandemia se han recrudecido las llamadas sanciones de los Estados Unidos a nuestro país. Ha habido actos hostiles como un intento de invasión en el que fueron capturados mercenarios estadounidenses, ha habido desplazamiento de tropas de élite a Colombia y ha habido una persecución económica a empresas de países que, ejerciendo el libre comercio, han hecho tratos con Venezuela. En fin, si las sanciones y la política de agresión es criminal en cualquier momento, podríamos decir que en tiempos de pandemia es súper criminal porque apuesta abiertamente a que aumenten los niveles de sufrimiento en la población de los países que son objeto de estas medidas. Sin embargo, a pesar de esas políticas, el pueblo venezolano ha reaccionado de una manera impresionante. Uno tiene que quitarse el sombrero ante los niveles de conciencia del pueblo venezolano y de la lealtad que han tenido consigo mismos. En cualquier otra circunstancia, bajo cualquier otro gobierno, aquí habría habido reacciones telúricas. El pueblo venezolano ha dado demostraciones de conciencia de elevado nivel de organización popular.

Algunos países están tratando de reestructurar el pago de su deuda. Argentina ha recurrido a un impago parcial para el año 2020. ¿Se plantea Venezuela un impago de su deuda para sortear la crisis económica?

Yo no soy experto en materia financiera pero las llamadas sanciones de los Estados Unidos y de sus aliados han significado, por una parte, la confiscación de activos venezolanos en el exterior. En los propios Estados Unidos, en el Reino Unido, en España, en Colombia… de modo que más que el pago de obligaciones, nosotros hemos estado viendo la confiscación de nuestros activos. Por otra parte, las sanciones de Estados Unidos han criminalizado las transacciones financieras de Venezuela. Por tanto, si tú eres acreedor mío y yo estoy sancionado, tú más bien deseas que yo no te pague. Porque mi dinero a ojos del sistema financiero dominado por el imperialismo, es un dinero tóxico. Entonces se da esa paradoja. Venezuela no puede acceder al crédito internacional por las sanciones y tampoco puede pagar legítimamente sus acreencias sin que esto perjudique a los acreedores. Es una manera de convertir a los países en una especie de paria buscando borrar la existencia misma de una nación soberana.

¿Hasta qué punto está sufriendo Venezuela la guerra económica y las sanciones? ¿Es la situación crítica para la economía venezolana?

Sí, como he dicho, el cerco y el bloqueo desde hace tiempo dejó de venderse como dirigido exclusivamente a un puñado de funcionarios o dirigentes del chavismo. Hoy día, el bloqueo y las sanciones, abiertamente, son una medida contra la generalidad del pueblo venezolano. Y cada vez es más explícito el discurso que busca identificar estas sanciones como un mecanismo de generación de sufrimiento social porque han intentado por todas las vías, incluida la vía armada, el derrocamiento del gobierno. Están pretendiendo desde los Estados Unidos y los factores que lo acompañan, que sea el pueblo venezolano en su sufrimiento de estas sanciones, el que produzca una rebelión o una especie de alzamiento popular que acabe con el gobierno. Y el pueblo venezolano, con sus altos niveles de conciencia, no se ha dejado chantajear. Ese es el gran dato. El dato no es tanto el bloqueo, que se ha aplicado muchas veces. El dato es cómo el pueblo venezolano ha logrado resistir las situaciones más difíciles sin caer en el chantaje que le han tendido.

Y dado que usted es Ministro de Cultura, ¿de qué manera están afectando las sanciones norteamericanas y de sus aliados a la industria cultural venezolana?

Imagínate. Es terrible. Por ejemplo, te cito un caso. La participación de Venezuela en la Bienal de arte de Venecia, que es el gran certamen internacional de las artes visuales, prácticamente tuvimos que realizarla como si se tratase de un hecho criminal. Porque las transacciones básicas bancarias para garantizar esta participación son imposibles. De hecho, en el año 2018, los fondos que Venezuela tenía destinados a la participación de nuestro país en la Bienal de Venecia fueron congelados abiertamente por el banco Intesa Sanpaolo de Italia. Finalmente los liberaron después de que nosotros lo denunciáramos 24 horas para poder ejecutarlos. Pero hasta la participación de Venezuela en un evento de artes visuales termina siendo un acto subversivo, clandestino e ilegal a los ojos de quienes aplican las sanciones. Esto se traduce, además, en una dificultad para la adquisición de insumos para las artes: pinturas, pinceles, resinas, planchas, papel, tinta, instrumentos musicales… La propia dinámica interna del país se ve afectada, el mantenimiento de los sistemas de climatización, el aire acondicionado de nuestros teatros, la transacción de bienes culturales o los derechos de autor. En fin, todo eso se ve alterado. Sin embargo, nosotros hemos apelado a lo que Aquiles Nazoa; un gran poeta, humorista y periodista venezolano, que está cumpliendo 100 años; denominó “los poderes creadores del pueblo”. Nosotros, en medio de las dificultades, hemos visto una explosión creativa del país. Nuestros artistas, cultores y creadores están produciendo en medio de mil dificultades pero lo están haciendo. Los tiempos de dificultad, además, son tiempos propicios para la creación. Puedo decir que desde el punto de vista económico ha habido una gran afectación pero desde el punto de vista creativo ha habido un gran estímulo para que las distintas artes se vean interpeladas y los creadores se han manifestado de mil maneras diferentes, apelando muchas veces a la creatividad. Y mezclado con la pandemia, podrás imaginar, hemos visto muy emocionados cómo hay artistas que, desde los balcones de su casa, han ofrecido conciertos de canto lírico tanto a sus vecinos del edificio como a los de los barrios populares que los circundan, se han dado producciones audiovisuales apelando a las herramientas tecnológicas, hemos visto conciertos en los que cada músico canta desde su casa y obras teatrales escenificadas de forma fragmentada. Ha habido, de verdad, mucho ingenio para que el arte y la cultura sigan vivos y brillantes.

Para saber más: Secuelas del bloqueo a Venezuela.

Recientemente hemos visto la salida de algún operador de televisión del país. Hablemos del caso de DirecTV. Señor Ministro, ¿por qué se ha producido el cierre?

Justamente ellos en sus comunicados oficiales indican que las sanciones de los Estados Unidos les impedirían mantenerse operativos en el país. Había dos canales de televisión que estaban en la parrilla de DirecTV que fueron objeto de sanciones: uno era Globovisión y el otro PDVSA TV. De modo que una sanción que va dirigida exclusivamente a unas personas, según el discurso original de los partidarios de las sanciones, terminó afectando a la generalidad de los usuarios. Pero ahí también ha habido una explosión creativa. Los ciudadanos se han volcado en la búsqueda de alternativas de proveedores de servicios, han desempolvados viejos aparatos receptores y antenas. En el arte, la cultura y el entretenimiento, como en la física, no hay vacíos. Siempre hay alguien que lo lleva, y en el amor también.

¿Es cierto o no que se presionó para que se dejase de emitir CNN en Español? ¿O que era obligatoria la emisión de PDVSA TV y Globovisión?

No me consta eso y no participé en ninguna decisión en ese sentido. De todas maneras, qué paradoja. Una operadora de televisión satelital, ustedes que están en el mundo del análisis geopolítico, debe someterse a las leyes y a las decisiones de un Estado que es Estados Unidos como algo normal pero las leyes y las decisiones del Estado donde se producen las transmisiones son vistas como muestras de autoritarismo. Las normativas de cada país sobre la presencia o no de canales públicos informativos o de otra índole en la parrilla de programación de una empresa extranjera sobre tu territorio son tan legítimas en Venezuela como en España o en los Estados Unidos. Pero fíjate que la sola pregunta que me haces rebela esa contradicción geopolítica. Los proveedores de contenidos, que normalmente viene de los Estados Unidos, sí deben respetar las leyes estadounidenses, sí deben respetar la autoridad de los Estados Unidos pero cuando los países a donde es irradiada esa señal, toman una decisión o tienen una legislación determinada, entonces ya es cuestionable. Es una desigualdad que te dibuja el mundo en que vivimos. El ejercicio del dominio cultural sobre el resto del planeta por parte de la industria cultural específicamente estadounidense queda reflejado en todo esto. Es un buen flanco para que lo discutamos porque los contenidos que se irradian en un territorio de un país soberano pareciera que no deben ser sometidos a las leyes de ese país sino a las leyes y a las decisiones del país donde tiene asiento la empresa transnacional que los provee. Es algo muy interesante y bien oportuno cuando se han cumplido 40 años del Informe MacBride, que en el año 80 fue presentado por la UNESCO y describía lo que ya para entonces se asomaba como mecanismos de dominación cultural en el mundo. Así que es bien bueno que se dé este debate. Ojalá ese debate se expanda porque estamos frente a poderes invisibles en la opinión pública con la creación de gustos o hábitos que amenazan incluso a la democracia.

Se ha ordenado a la CONATEL que encargue la gestión de los bienes de DirecTV, ¿cómo se está gestionando la situación?

Yo no soy el Ministro de Comunicación e Información y no estoy vinculado a esa decisión, pero es lógico que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) tenga algún rol que cumplir en estas tareas, que son asignadas por el Tribunal Supremo, ante el vacío dejado por esta empresa.

¿Teme usted o su gobierno que se pueda emplear una posible emisión desde Colombia como propaganda contra el gobierno?

No lo sé. Temores no tenemos, hablo en lo personal y puedo atreverme a decir que también por el Gobierno. Nosotros no nos movemos con base en temores. Ya han sucedido tantas cosas que tenemos el cuero duro como para andar temerosos por estos caminos.

Para saber más: La retórica del narcoestado y el COVID-19 tensan Venezuela.

En muchos países hemos visto la progresiva disminución de inversión en cultura nacional ante las grandes multinacionales cinematográficas, musicales o televisivas. ¿Tiene el gobierno de Venezuela algún plan para la promoción de la cultura nacional mediante los medios públicos?

Sí. Déjame decir que, conectando con lo anterior, uno de los golpes que se han recibido por el caso de DirecTV atañe al mundo cinematográfico porque uno de los contribuyentes del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía era DirecTV, de las empresas proveedoras de servicios de televisión. Y esta salida del escenario venezolano nos ha golpeado en los recursos disponibles para el financiamiento tanto en investigación, como en formación o producción cinematográfica en el país. Es una necesidad que, en las actuales condiciones, nosotros encontremos las vías para darle sustentabilidad a las dinámicas culturales. Uno de los grandes desafíos que tenemos es identificar las dinámicas económicas detrás de la cultura para que la afectación general que ha habido en la economía venezolana no termine por apagar la creación, el arte, la difusión, la formación… Es una gran necesidad. Nosotros estamos desde el Ministerio del Poder Popular para la Cultura en la línea de producir las iniciativas que respondan a estas necesidades nuevas.

Por ejemplo, nosotros teníamos una gran afluencia de artistas internacionales, que venían a Venezuela a dar conciertos, y se hizo una legislación para que todos los conciertos y actividades públicas donde se presentaran artistas extranjeros y donde se cobrara entrada, generasen un aporte al fondo de protección social del trabajador y la trabajadora cultural. Ahora con el bloqueo y mucho más con la pandemia, ya no hay presentaciones de artistas extranjeros, de modo que ahora ese fondo se ve mermado sustancialmente en sus posibilidades de financiar tanto proyectos culturales como proyectos relacionados con la seguridad social de los trabajadores de la cultura. Estamos en la obligación de revisar toda nuestra legislación. Toda. Yo creo que el mundo entero va hacia allá. Incluso el tema de la movilidad, el cierre de los vuelos internacionales también le quita a los artistas esa expectativa de poder presentarse en el exterior. Nosotros estamos haciendo un arqueo de todas las afectaciones que ha habido tanto por el bloqueo como por la pandemia para poder presentar propuestas certeras y que tengan perspectivas realistas de ayudar al brillo de la creación de las artes y la cultura. No es nada fácil. He estado atento a los debates en el mundo y en todos los países hay grandes dificultades. Hay países que tienen grandes ingresos por el tema del turismo cultural y nosotros no somos un ejemplo de generación de ingresos por la cultura porque hemos tenido históricamente la renta petrolera, que ayudó mucho a financiar dinámicas culturales. Ahora nos vemos impedidos incluso a comercializar nuestro petróleo.

Te quiero destacar que en medio de estas circunstancias tan difíciles, nosotros hemos tenido unos logros importantes. Por ejemplo, logramos algo que parecía imposible: la repatriación de la Piedra Abuela Kueka. Esa era una piedra sagrada del pueblo indígena pemón, que fue extraída del Parque Nacional Canaima en 1998, poco antes de la toma de posesión del Comandante Chávez y fue trasladada a Alemania. Estuvo todo este tiempo exhibida en un parque en Berlín y, en medio de la pandemia, hemos logrado, en acuerdo con el gobierno alemán, traer de vuelta la piedra y colocarla de nuevo en su lugar de origen. Esto es muy importante a la luz de la Convención contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales. Es un ejemplo de repatriación de bienes culturales, que pasó por debajo de la mesa pero es una gran noticia. Fíjate que se da la paradoja de que el gobierno alemán reconoce a Guaidó pero le entrega la piedra a Maduro. Y además es un espejo donde pueden mirarse países como Grecia, Egipto, México o Colombia, que llevan muchos años reclamando la repatriación de un número inmenso de bienes culturales que fueron saqueados y llevados a las capitales como París o Londres. Nosotros en medio de la pandemia lo logramos y nos sentimos muy orgullosos de haber podido satisfacer esta aspiración del pueblo pemón. En el imaginario de este pueblo indígena, esta piedra es un ser vivo que fue separada de otra piedra llamada El Abuelo. Y esta separación, en la cosmovisión indígena, fue causante de grandes desequilibrios para el planeta, y supuestamente el retorno de la piedra tiene que significar la recuperación del equilibrio del planeta, de acuerdo con la cosmovisión pemona. A efectos religiosos y culturales es algo así como el Santo Sudario para los católicos. Ese logro lo conseguimos, nos llena de mucho orgullo y nos demuestra que, en medio de la pandemia y el bloqueo, podemos conseguir victorias en el campo cultural.

Precisamente ha comentado usted el tema de la renta petrolera, que era fuente de ingresos para sufragar el bienestar de la política social del pueblo venezolano. Pero últimamente hemos observado problemas con la extracción, el refinado y la distribución de petróleo. Y hace unos días pudimos ver cómo llegaban una serie de cargueros iraníes de petróleo, productos químicos y recursos humanos. Además Irán se ha ofrecido a nuevos envíos y al desafío de las sanciones. ¿Es Irán un socio estratégico para Venezuela en tiempos de sanciones o con vocación de futuro?

Sobre la base del reconocimiento de la diversidad, nosotros hemos podido constatar que la amistad y la cooperación internacional es perfectamente posible. Ni Venezuela pretende convertir a Irán en Venezuela, ni Irán pretende convertir a Venezuela en Irán. Pero sobre la base de ese reconocimiento mutuo de la especificidad de cada país, hemos podido tener una relación mutuamente respetuosa y favorable en este caso. Ya el Comandante Chávez, en el año 2008 si no recuerdo mal, cuando Irán tenía dificultades para la provisión de combustible, envió petróleo venezolano, también a un país petrolero. Porque los países petroleros pueden tener dificultades en un momento determinado y su cooperación permite superar esos problemas.

Su gobierno ha realizado algunos ajustes económicos que han tenido más afectación social como el aumento del precio del combustible, ¿podría ser la situación más crítica para Venezuela sin el subsidio a los carburantes? Recordamos el caso de Ecuador y el ‘paquetazo’ del presidente Moreno.

Nosotros recordamos claramente cómo el aumento del combustible en 1989, que era parte del paquete de medidas neoliberales que aplicó Carlos Andrés Pérez, condujo al Caracazo, el estallido social del 27 de febrero de 1989. Para nosotros en nuestra historia, el aumento del combustible era un precedente explosivo desde el punto de vista social y fíjate, cómo se ha aplicado en esta ocasión un ajuste. Yo diría, más que un ajuste, una revisión completa del mecanismo de distribución del combustible. Y no ha habido esa explosión que en su tiempo sí se produjo. Creo que ha habido, una vez más, una demostración de grandes niveles de conciencia. Lo cual no quiere decir que todavía nosotros no tengamos un trecho de adaptación en el campo económico a esa nueva relación. Antes el componente del combustible no formaba parte de la estructura de los costos en las dinámicas económicas en Venezuela, porque más que gratuito, era un gasto que hacía el Estado para que uno consumiera combustible. Una cosa paradójica. Era mucho más lo que le quedaba al señor que trabaja en la estación de servicio como propina, que lo que uno pagaba para llenar el combustible. El precio del combustible era más que irrisorio, era un saludo a la bandera, y el grueso de lo que uno gastaba era el billete que le entregaba al trabajador de la estación de servicio. Era una cosa verdaderamente insostenible, que además propiciaba el contrabando en la extracción de combustible venezolano hacia Colombia. Buena parte de la dinámica del narcotráfico depende de la producción de combustible. Es usada la gasolina para los laboratorios en Colombia. De modo que esta decisión, que por supuesto es dolorosa para quien tiene ahora que pagar un costo determinado, tiene también necesidades geopolíticas porque del subsidio venezolano al combustible se valieron el gobierno colombiano y el narcotráfico colombiano para una economía criminal en la frontera colombo-venezolana. También debemos destacar que, en esta primera etapa de aplicación de la medida, hay un subsidio. El usuario final puede pagar el combustible a 5.000 bolívares/litro, que es infinitamente menos que los 0’5$ que cuesta la gasolina no subsidiada. Es decir, esta no ha sido tampoco una medida alocada, a troche y moche, sino que ha tomado en consideración los efectos sociales de una medida como esta. El transporte público tiene subsidio del 100%, es decir, el transporte público no paga la gasolina. Yo no sé en qué otro país ocurre esto, si hay alguno, que creo que no. Pero son medidas para hacer viable social y políticamente una medida que era un tabú.

Para saber más: Venezuela. Revolución, reacción y abismo.

Pero, como digo, muchos de estos ingresos vienen de la renta petrolera. Entonces, ¿cómo puede ser que un país tan rico en materias primas como es Venezuela siga siendo tan dependiente del petróleo y no haya apostado por una diversificación de la economía más fuerte?

¿Sabes que esa pregunta tuya no solamente nos la hacemos los analistas sino que es motivo de debate académico? ¿Cómo hacer en una economía petrolera para hacer florecer otros sectores económicos diferentes al petróleo sin que el petróleo termine asfixiando esos otros sectores? Yo no soy experto en la materia, pero creo que existe la llamada “enfermedad holandesa”, que ha sido muy estudiada. Y debemos decir que Venezuela, particularmente durante los gobiernos del Comandante Chávez, intentó buscar alternativas para que hubiese una economía que floreciera más allá del petróleo. Tenemos sembrado el territorio nacional de iniciativas: fábricas, inversiones en agricultura, centros genéticos… Es decir, no se puede decir que no se haya intentado buscar alternativas al petróleo para que la riqueza petrolera sirviera también para apalancar otras áreas productivas. Sin embargo, el caso venezolano debe ser estudiado porque, ciertamente, el petróleo terminaba a la vuelta de la esquina, apareciendo como el gran impulsor de las dinámicas económicas. Quizá es posible que estas circunstancias por las que nosotros estamos pasando sean las que terminen siendo propicias para que estos esfuerzos de diversificación económica realmente sean viables. Lo digo en el campo de la cultura, que es el que a mí me corresponde. Por más que hayan sido iniciados emprendimientos culturales, por más que haya habido intenciones de sustentabilidad en las dinámicas culturales por parte de los distintos actores, siempre estaba allí la posibilidad de que el Estado, a través del petróleo, terminara financiando o asumiendo hasta las pérdidas. En relación con otros países que han desarrollado industrias culturales más robustas, nosotros no tenemos esa victoria conquistada a pesar de que invertimos muchísimo dinero para tener, por ejemplo, el Centro Nacional del Disco o el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, que sirvió, dicho sea de paso, para que el cine venezolano tenga un boom inédito en estos años de revolución bolivariana. Pero precisamente hoy, con la situación actual, ha menguado. Es un desafío que podamos darle sustentabilidad económica a las dinámicas culturales. Y seguro estoy de que la tentación de recostarle a la renta petrolera la sustentabilidad siempre conspiró para que estos intentos se solidificaran. Y hoy como tenemos comprometida la renta petrolera, tenemos mejores condiciones para buscar una sustentabilidad real y no apadrinada por el petróleo.

Primera parte – Segunda parte (disponible próximamente)

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