La ayuda humanitaria tiene como objetivo proporcionar alimento, asistencia sanitaria y psicológica con aprobación del Gobierno del país y sin violar su soberanía, especialmente en catástrofes naturales. Sin embargo, la “asistencia” ha sido desvirtuada para intervenir militarmente naciones, derrocar gobiernos y apoderarse de su riqueza natural.
Texto: Telesur
Todos los 19 de agosto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebra el “Día Mundial de la Asistencia Humanitaria“, para rendir tributo a los trabajadores que prestan ayuda a personas afectadas por conflictos o desastres naturales en todo el mundo.
Sin embargo, la historia ha demostrado que no toda la “ayuda humanitaria” está dirigida a proteger y preservar la vida humana.
Te presentamos cuatro ejemplos de “ayuda humanitaria” que destruyó países:
Yugoslavia
En 1999, la OTAN lanzó una operación aérea contra Belgrado. El ataque ocurrió durante el conflicto armado entre los separatistas albaneses del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA) y las fuerzas del orden de Yugoslavia (integrada por Serbia y Montenegro).
La excusa fue la supuesta catástrofe humanitaria y limpieza étnica en la autonomía kosovar, causada por las fuerzas gubernamentales de Yugoslavia. El presidente Bill Clinton aprobó un plan de “ayuda humanitaria” y, con el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, se dio paso a la intervención militar.
Los bombardeos de la OTAN dejaron unas 2.500 personas muertas y más de 10.000 heridos. El daño económico osciló entre 30.000 y 100.000 millones de dólares.
EE.UU. buscaba crear un Estado vasallo en los Balcanes, igual a Israel en Medio Oriente. La intervención militar en Yugoslavia, promovida bajo la excusa de “ayuda humanitaria“, tuvo como resultado la base militar Camp Bondsteel en Kosovo (la más grande del mundo), con hasta 7 mil soldados y equipo para vigilar todo el territorio balcánico, el Mar Negro y Turquía.
Irak
Las supuestas “armas de destrucción masiva” de Saddam Hussein fueron la excusa presentada por EE.UU. y sus aliados para imponer un bloqueo económico y financiero sobre Irak durante años, lo que causó un grave desabastecimiento de alimentos y medicinas. El escenario creó al justificación de “ayuda humanitaria” que buscaba la nación norteamericana.
El gobierno de George W. Bush usó pruebas falsas para buscar más aliados y, finalmente, ocupar militarmente a Irak. Entre el 30 de marzo y el primero de mayo de 2003, los ejércitos de EE.UU., Reino Unido, España, Australia y Polonia invadieron y tomaron control del gobierno iraquí. Al menos 500 mil iraquíes fallecieron, 120 mil eran civiles.
Tras la intervención en Irak, nació el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
Haití
El terremoto de 2010 en Haití dejó 222.570 fallecidos, 1,5 millones de personas en la indigencia y pérdidas materiales de 7.900 millones de dólares. La tragedia representó una nueva oportunidad para la recolonización de la isla por parte de EE.UU.
Nuevamente, con la excusa de “ayuda humanitaria“, EE.UU. y la ONU intervinieron la isla con la misión MINUSTAH, integrada por 7 mil soldados y policías. El costo fue alto: cientos de denuncias de abusos sexuales y una epidemia de cólera causada por quienes fueron a brindar “asistencia”, que dejó más de 8.300 muertos.
¿El objetivo? Un negocio lucrativo con las donaciones humanitarias. El exfuncionario del Estado de Haití, Klaus Eberwein, explicó el fraude la Fundación Clinton, pero fue asesinado antes de hacer la denuncia ante el Senado:
– 0,6 por ciento de las donaciones internacionales a la Fundación Clinton (para ayudar a los haitianos) terminó en manos de organizaciones de Haití.
– 9,6 por ciento quedó en el Gobierno haitiano.
– 89,8 por ciento restante (5.400 millones de dólares), fue canalizado a organizaciones no-haitianas.
Libia
Este país de África vivía una época de prosperidad con el gobierno de Muammar Gaddafi, cuando Occidente lanzó la campaña mediática sobre supuestas masacres contra los libios. Para ello, los medios usaron noticias falsas y montajes. Se desató en el país la revolución de color, que consistió en protestas violentas con muertes causadas por los “manifestantes”.
La estrategia funcionó: Una resolución de la ONU en 2011 autorizaba la creación de una zona de exclusión aérea en Libia. Luego, EE.UU. apoyó una resolución mucho más amplia y apostó por una ocupación militar del país.
Como resultado, fallecieron más de 20 mil personas y 350 mil se convirtieron en refugiados. Gaddafi fue asesinado y desde entonces el país vive en caos y declive económico. Grupos terroristas también tomaron posesión de las principales regiones.