Cada 27 y 28 de diciembre, el pueblo de Caucagua, municipio Acevedo, en el estado Miranda, se viste de fiesta para celebrar la Parranda de los Santos Inocentes, expresión cultural que tiene una antigüedad de 200 años. José Ángel Ramírez, presidente de la Casa de los Santos Inocentes en la localidad y coordinador de la Red de Patrimonio y Diversidad Cultural del estado Miranda, comentó que la parranda tiene sus orígenes en las haciendas de cacao que se instalaron en la zona de Caucagua en la época de la colonia.
Texto: Prensa Gobernación de Miranda
“En aquella época los dueños de las haciendas acordaron darle el 28 de diciembre como día libre a los esclavizados, quienes preparaban una fiesta y salían a bailar con su colorida ropa de faena, pero además se colocaban encima otros harapos, las mujeres completaban su indumentaria con un paltó y un gran sombrero adornado con frutas, flores y ramas. En el festejo los esclavizados se burlaban de sus amos, preparaban mucha comida y bebidas”, dijo Ramírez.
Señaló que eran varias las zonas donde se llevaba a cabo la parranda, especialmente en las haciendas ubicadas en la zona de Barlovento, el barrio de Pantoja, Mendoza, Araguita y Tapipa Grande, entre otros lugares.
“El 28 de diciembre coincidía con la fecha en que Herodes mandó a matar a todos los niños menores de 2 años que vivían en Belén y sus alrededores, según el relato bíblico del Nuevo Testamento, hecho por el cual algunas personas comentaban que como era posible que en Caucagua se hiciera una fiesta para recordar una fecha tan triste, pero nosotros festejamos el triunfo del bien sobre el mal, alabamos que a pesar de las malas intenciones de Herodes y sus secuaces, el Niño Dios, Jesús, nació para traer la esperanza al mundo, igualmente en nuestro evento rechazamos la muerte de estos inocentes”, explicó José Ángel Ramírez.
La Parranda de los Santos Inocentes es una expresión cultural que ha ido pasando de generación en generación, a través de la historia oral de sus protagonistas, y ya ha obtenido varios reconocimientos, entre ellos la declaratoria de Patrimonio Cultural del municipio Acevedo en el año 1989, la declaratoria de Patrimonio Cultural del estado Miranda en el año 2004 y en el año 2014 obtuvieron la declaratoria de Bien de Interés Cultural de la Nación, otorgado por el Instituto de Patrimonio y Diversidad Cultural, lo que demuestra su alto valor comunitario, histórico y cultural.
La Parranda de los Santos Inocentes en Caucagua es celebrada, principalmente, por dos grupos culturales: uno ubicado en el sector Pantoja, el cual tiene la tradición de 200 años y el otro hace vida en la calle La Línea.
La parranda se encuentra conformada por varios personajes que rememoran a los esclavizados que comenzaron los primeros bailes. Las actividades comienzan la noche del 27 de diciembre con la lectura de un manifiesto o el llamado Bando, que es parecido a los pergaminos que eran leídos en las comarcas y que tenían información suministrada por los reyes a sus súbditos.
“La lectura del Bando se realizaba a las doce de la noche, pero con el pasar del tiempo se decidió leerla a las ocho de la noche. Cada uno de los grupos en sus respectivas comunidades realiza la lectura del manifiesto y va nombrado a las personas que al día siguiente estarán ordenando, guiando y participando en el evento en el que participan muchas mujeres”, explico Ramírez.
Aquí mandan las mujeres
Durante la época de la Colonia, los dueños de las haciendas y capataces eran los que daban las órdenes que debían ser acatadas por todos, especialmente por las damas que tenían que ser muy sumisas, por lo cual en manera de burla, así como también de crítica el día 28 de diciembre cuando los hombres disfrutaban de su día libre, eran las mujeres las que asumían el mando en la fiesta.
Las mujeres se colocaban sobre sus vestidos de faena, un paltó o saco, que en aquella época era un símbolo de poder de los hacendados y demás autoridades. También usaban un sombrero de muchos colores, que adornaban con flores, ramas y distintos frutos de la región. En sus manos llevaban un machete, para mostrar su superioridad, aunque solo fuera por 24 horas.
Entre los personajes que conforman la parranda se encuentran El Bolero, Jefe de Parranda, El Abanderado, Comandante de Policía, Secretaria, La Verdugo, fiscales, policías, músicos y demás parranderos.
El estallido de los fuegos artificiales, en la mañana del 28 de diciembre, anuncia el comienzo de la parranda en el pueblo de Caucagua que se prepara para recibir cientos de turistas de todo el país, que vienen a participar en el tradicional baile.
El Bolero
Carlos Moisés Martinis es docente, actualmente es el Coordinador de Cultura de las escuelas del municipio Acevedo en el estado Miranda y en la parranda de Los Santos Inocentes, tiene el cargo de El Bolero.
“El Bolero representa a un bufón y es primer personaje que sale al comienzo de la parranda, recorriendo las calles del pueblo pidiendo colaboraciones, también tiene el permiso de entrar a las casas y llevarse prendas de vestir que se va colocando encima de su vestimenta. Termino recargado de ropa, harapos, ramas, flores, en mi caso también uso un sombrero muy decorado. Para asemejar a los que fueron esclavizados, me pinto la cara de negro y la lengua de rojo, llevo una especie de lanza con la cual me voy abriendo paso, mientras que busco burlarme de todas las personas que encuentre en mi camino”, explicó Martinis,
Este profesor comenzó a participar en el baile tradicional a los 3 años de edad y hoy en día ya cuenta con 59 años. “De manera oral mis familiares pasaron toda la información, que fue recibida por ellos de mis antepasados, yo ya se la pase a mi hijo, que a sus 20 años también participa en la parranda”.
Jefa de Parranda
La Jefa de Parranda es el segundo personaje que desfila después de El Bolero, actualmente Victoria Vaamonte, con 80 años de edad, es la Jefa de Parranda del sector Pantoja. Su vestimenta consiste en un vestido de faena, sombrero y un paltó. “Participar en la parranda es una tradición familiar, la mayoría de las mujeres de mi hogar han tenido algún cargo en la parranda entre ellas mi tía, mi mamá y mi hermana. Yo soy la Jefa de Parranda y decido el camino que debe seguir la comparsa, recorremos todas las calles del pueblo, donde se encuentra arraigado esta expresión cultural”.
Alicia Lucía Mata, mejor conocida como Lucy Mata, es la Jefa de Parranda del sector La Línea. “Desde que era una niña que veía como los adultos se preparaban para la parranda quise ser parte de El Bando, quería un puesto en esa parranda, conocí la tradición gracias a la historia de mis familiares. Cada vez que escucho la música, cuando participo en los preparativos siento una gran emoción, eso se lleva en la sangre, esto es la herencia de nuestros antepasados, la parranda ya no es de Caucagua, es de Venezuela”.
El Abanderado
Abraham Aristigueta es el encargado de llevar la bandera de la parranda del sector La Línea representada por los colores amarillo y rojo, tiene 55 años y recuerda que comenzó a participar cuando tenía 18 años. “Una día, hace 40 años, conversaba con mi amiga Rosario Mata, estábamos preocupados pues la parranda del sector La Línea ya tenía varios años que no salía, mientras que otras que realizaban en distintos caseríos habían desaparecido, recordamos lo importante de la parranda para el pueblo, era el legado de nuestros ancestros, nuestra historia. Rosario me dijo que en un pueblo cercano había unos músicos que podían ayudarnos, nos organizamos, formamos El Bando y volvimos a salir a las calles a bailar merengue apampinchao, que son los acordes tradicionales de la expresión cultural”.
Dijo que con el paso del tiempo se mantuvo los sones del merengue, que nuevamente los habitantes del pueblo se volvieron a motivar y hasta formaron su propia orquesta porque “retomamos nuestra tradición en el sector La Línea, con mucho más fuerza y compromiso, reforzamos la transmisión de la información y nuevamente, en el sector La Línea, somos referencia de la Parranda de Los Santos Inocentes”.
María Martínez es La Abanderada de la parroquia del sector Patoja, representada por los colores rojo y verde, ya ha cumplido más de 40 años participando. “Yo soy guía del grupo, sigo las instrucciones de la Jefa de Parranda, salimos a la calle y nuestra primera parada la hacemos en la estación de policía donde pedimos permiso para comenzar la parranda. Mi madrina era la encargada de llevar el estandarte y yo, después de toda una preparación he recibido el honor y la responsabilidad de ser La Abanderada de la parranda de mayor tradición, cuando en las calles del pueblo se comienza a escucharse la música, pasa algo mágico que solo puede sentir el que se encuentre aquí presente”.
Carlos Manuel Vaamonde Navas, tiene más de 50 años participando en la actividad del sector Pantoja, con mucho orgullo señala tener la responsabilidad de ser presidente de esta parranda. “La parranda de Pantoja fue bautizada por mi bisabuela hace 200 años, luego se encargó mi tía, luego mi abuela, le siguió mi padre y ahora yo soy el presidente de la parranda en la que participan más de 100 personas, la mayoría de ellas mujeres, quienes toman el mando”.
Dice que la vistosidad, la alegría y la historia de esta parranda ha llegado a toda Venezuela y hasta otros países, que se ha conocido de boca en boca, de generación en generación “y vamos a continuar transmitiendo nuestra tradición ancestral, invitamos a que vengan a Caucagua los días 27 y 28 de diciembre y compartan con nosotros esta historia del pueblo”.
Comandante de Policía
Trajeadas con impecables uniformes de policías, con un par de rolos en las manos, encontramos a Adriana Rodríguez y Maritza Monjes, quienes tienen los cargos de jefas de policías. La primera de la parranda del sector La Línea y la segunda de la comunidad de Pantoja, señalaron que su misión es mantener el orden en todo el evento y que cuentan con un escuadrón de policías, todas mujeres.
“Estamos vigilantes en todo el recorrido para mantener el orden, nuestros uniformes denotan autoridad, tenemos la potestad de detener y mandar preso a cualquier persona que tenga un mal comportamiento”, dijo Rodríguez.
Por su parte, Monjes indicó que además del escuadrón de policías también cuentan con el apoyo de otro personaje, conocido como El Verdugo, quien realiza el recorrido con un mecate y puede amarrar a cualquier persona que tenga una mala conducta.
Comentaron que para el bienestar de los asistentes, además de la vigilancia de las Jefas de Policías y el escuadrón de uniformadas, que participan en la expresión cultural, también junto a las autoridades municipales y del estado se implementa un operativo especial de seguridad para ofrecer tranquilidad a todos los presentes, especialmente a los turistas.
Ambas mujeres tienes más de 40 años participando en la actividad, indicaron que la expresión cultural la llevan en la sangre y representa no solo la historia de su pueblo, sino de toda Venezuela.
En la parranda encontramos otros personajes como El Verdugo, la Secretaria, los músicos y demás parranderos, que conforman el llamado Bando.
La gastronomía y bebidas
En la Parranda de los Santos Inocentes de Caucagua se ha hecho una tradición la preparación de un suculento sancocho, el cual es ofrecido a los visitantes y parranderos en distintas casas de la población. En la preparación se utiliza carne, pollo y verduras cultivadas en la propia región. Desde tempranas horas, las calles del pueblo se inundan con el olor característico de la apetitosa sopa.
Además de los jugos naturales, para acompañar el tradicional sancocho, también se ofrece a los presentes la famosa guarapita, un licor de preparación artesanal creado con varias frutas como parchita, guanábana, naranja y el tamarindo.
La música: el merengue apanpichao
En la música originaria de la parranda se utilizaban instrumentos musicales fabricados por los propios esclavizados, quienes realizaban cantos de burla, pero también de protesta contra sus amos.
Señala José Ángel Ramírez, presidente de la Casa de la Parranda de los Santos inocentes en Caucagua, que por los años 40 el músico Néstor Viloria, trajo al escenario musical el llamado merengue apanpichao “y un músico autodidacta del sector Pantoja, conocido como Juan Kiki, adaptó ese ritmo a nuestra parranda y fue aceptado como un nuevo legado, así como también con el paso del tiempo se introdujeron instrumentos de viento como el saxofón, las trompetas, entre otros, que originaron una transformación en los acordes iniciales”.
Comentó que las canciones ancestrales se han mantenido, pero que también cuentan con nuevas melodías compuestas por músicos propios del pueblo, hecho que ha sumado interesantes aportes a la tradición.
Escuelas de Iniciación
En la población de Caucagua, para asegurar que la tradición de la parranda de los Santos Inocentes se siga manteniendo por generaciones han creado los Núcleos de Iniciación de Saberes, donde participan los niños de todas las comunidades y aprenden la historia tanto de la parranda como de otras expresiones culturales.
El profesor Carlos Martinis, coordinador de Cultura del municipio Acevedo, acotó que igualmente en las escuelas se realizan talleres, clases especiales de todas las tradiciones que existen en Caucagua, el estado Miranda y en Venezuela.
“Consideramos que la escuela es el espacio más importante para que los niños conozcan esas historias y se pueda mantener el legado. Hemos hecho una costumbre que cada 30 de noviembre realizamos un desfile por las calles del pueblo, donde nuestros niños realizan una demostración tanto de la Parranda de los Santos Inocentes, como de San Juan, los Diablos Danzantes de Yare, de la Burriquita, entre otros bailes y costumbres ancestrales”.
Apoyo de las autoridades
El pueblo de Caucagua, especialmente los parranderos de los Santos Inocentes, agradecen el apoyo que han obtenido por parte de las autoridades para poder preservar el legado.
“Nuestro agradecimiento al profesor Benito Irady, presidente del Centro de la Diversidad Cultural por el apoyo y orientaciones para llevar el registro de nuestra parranda, así como el reconocimiento de ser considerados como Bien de Interés Cultural de la Nación”, señalo José Ángel Ramírez, jefe de la Casa de los Santos Inocentes.
Igualmente, los grupos de la parranda agradecen el apoyo que el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, le ha ofrecido no solo al pueblo de Caucagua, sino también a todos los grupos culturales de la entidad, a los cultores a quienes se les ha reconocido su trabajo, tomando en cuenta que practican la educación no convencional y que van transmitiendo enseñanzas ancestrales.
Señalaron que la aprobación de la Ley de Cultura del estado Miranda, pasará a la historia como el más importante aporte dejado por el gobernador Héctor Rodríguez, hecho que debería ser ejemplo para otros gobernadores en Venezuela.
Una oración por Venezuela
A pesar de que durante la celebración de la Parranda de los Santos Inocentes, no se lleva a cabo ninguna misa religiosa, los integrantes de los dos grupos culturales de Pantoja y la Línea, indican que este año en especial realizarán una oración y peticiones al Niño Jesús, por la prosperidad y paz en Venezuela.
Especialmente pedirán por el bienestar de los niños de todo el país, tomando en cuenta que las fechas decembrinas se mantienen especialmente por la esperanza de los más pequeños de la casa.