Niña negra enaltece la cultura afrovenezolana en la GAN

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La Galería de Arte Nacional (GAN), de la Fundación Museos Nacionales (FMN), destaca la pieza Niña Negra del artista valenciano Antonio Herrera Toro, en su programa La Obra del mes. Una pieza donada por José Ramón Urbaneja al Museo de Bellas Artes, MBA, en 1939 y reubicada en la GAN para el año 1977.

Texto: Prensa MPPC

Niña Negra, es una pintura realizada para el año 1909 en Óleo sobre cartón  de medidas 13, 6 cm  por  8,6 cm, donde se representa a una pequeña niña, humilde que posa descalza pero con un impecable vestido blanco teniendo como fondo un espacio campestre cualquiera.

“No es una escena costumbrista pues no realiza un oficio como usualmente se estila representar en las escenas de faena. La gracia de la pieza reside quizás en la inocencia del personaje, quien posa como anticipando una nueva sociedad que empieza a fraguarse a comienzos del siglo XX, capaz de reconocerse a partir de su origen mestizo y con la mirada fija frente a un futuro común”, comentó Richard Aranguren, investigador de la GAN.

Se escoge esta obra por ser una joya atípica de la producción de la época, además de ser un caso especial dentro del estilo desarrollo por los maestros de la pintura académica venezolana: “Algunos pintores exploran la técnica fotográfica ya desde 1860. Se puede suponer que el pequeño retrato fue una escena tomada al aire libre. Realizada en un formato bastante cercano al de las tarjetas de presentación, y se haya ejecutado a partir de una toma fotográfica, probablemente realizada por el propio pintor”, comentó Aranguren.

Esta obra nos acerca a una parte tradicionalmente subestimada que es el mestizaje racial del venezolano. Se pinta una niña cualquiera, de piel oscura, donde no se ve inferior a una niña blanca sino, que está retratada en una cotidianidad que puede vivir cualquier persona.

“La representación de personajes afrodescendientes en la pintura venezolana es un tema poco estudiado. Durante buena parte del período colonial, e incluso ya alcanzada la independencia e instaurada la república, la presencia negra está sujeta al mismo sometimiento que sostiene la estructura social de la vida cotidiana”, precisó Aranguren.

Antonio Herrera Toro ocupa un espacio especial en la pintura venezolana. Autor de magnificas escenas heroicas, religiosas y alegorías,  siendo el retrato donde destaca sus dotes más sobresalientes.

Herrera es el último gran maestro del siglo XIX. Técnicamente su paleta es generosa y correcta. Es capaz de alcanzar un grado superlativo de representación gracias a sus habilidades como dibujante. La invitación es a asistir a la sala 1 de la GAN y disfrutar de esta pieza, durante todo el mes de septiembre.

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