La ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, destacó este miércoles la postura de apoyo al diálogo que dio a conocer el actor Danny Glover mediante una carta pública. La canciller publicó mediante su cuenta en Facebook la versión en inglés y español de la misiva que lleva por título: Sí al diálogo, no a la intervención en Venezuela, en la que Glover cuestiona la postura injerencista del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en torno a Venezuela.
Texto: CiudadCCS
En ese sentido, el texto refiere que: “No debemos permitir que un hombre use su posición de liderazgo para emprender una campaña de intervención política en contra de una de nuestras naciones hermanas“.
Almagro, quien ha pedido en reiteradas ocasiones que se aplique para Venezuela la Carta Democrática Interamericana, ha sobrepasado los límites de su legislación, en opinión de Glover, quien también es embajador de buena voluntad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Almagro ha hecho declaraciones que son totalmente inapropiadas y simplemente no resisten el escrutinio. De hecho, parecen estar orientadas a cuestionar al Gobierno democráticamente electo de Venezuela y a sus instituciones, en lugar de representar la opinión y la voluntad de los Estados miembros de la OEA”, sostuvo mediante la misiva.
A continuación la carta:
Por: Danny Glover *
Hace poco me dirigí a la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, DC, con la esperanza de despertar interés en la búsqueda de las compensaciones que se les debe a muchos de los descendientes de africanos de nuestro hemisferio. Nunca me habría imaginado que pocos meses después, el Secretario General de ese organismo regional, Luis Almagro, estaría emprendiendo una campaña intervencionista contra uno de nuestros queridos vecinos del Caribe. Por no decir que se trata de un estado del Caribe que ha hecho tanto en los últimos años para alzar la voz de sus descendientes africanos y los de la región.
Si bien es cierto que muchos pueden tener fuertes opiniones acerca de la actual causa de la polarización en Venezuela y sobre las graves carencias económicas que nuestros hermanos y hermanas afrontan en este país, nosotros como ciudadanos de las Américas, como residentes del Caribe, y también aquellos que cuentan con este organismo regional para que represente los intereses de nuestra gente de la mejor manera, no debemos permitir que un hombre use su posición de liderazgo para emprender una campaña de intervención política en contra de una de nuestras naciones hermanas y estado miembro. La OEA es un foro que se debe utilizar para resolver los problemas más acuciantes de nuestros ciudadanos, no para dividirlos y envalentonar a aquellos que serían capaces de utilizar métodos ilegales y violentos para lograr un cambio político a toda costa.
Huelga decir que la situación en la OEA es preocupante. En una reciente reunión en la República Dominicana, 19 países votaron a favor de que se inicie una investigación para determinar si el Secretario General Almagro violó las normas institucionales del mismo órgano que le ha encomendado su dirección; en esencia, más de la mitad de esa organización teme que Almagro pueda tener una agenda política.
Como Secretario General de la OEA, Almagro ha hecho declaraciones que son totalmente inapropiadas y simplemente no resisten el escrutinio. De hecho, parecen estar orientadas a cuestionar al Gobierno democráticamente electo de Venezuela y a sus instituciones, en lugar de representar la opinión y la voluntad de los Estados miembros de la OEA.
Recientemente, Almagro apoyó y parece insistir en ser la punta de lanza de la invocación de la Carta Democrática en contra de Venezuela, lo que podría resultar en la remoción y aislamiento del país del organismo regional. Venezuela pronto estaría en “una situación de ilegitimidad”, según afirmó, y “la crisis institucional en Venezuela exige cambios inmediatos en el proceder del poder ejecutivo”.
Si bien los venezolanos ciertamente se enfrentan a penurias económicas en medio de una economía petrolera mundial que está experimentando su recesión más profunda desde la década de 1990, aunadas a las sanciones por parte de Estado Unidos que llevan ya diez años, y han alentado a algunas instituciones financieras a alejarse de Venezuela, hay poca evidencia de que exista una ruptura de las instituciones o un gobierno ilegítimo. Estas declaraciones parecen ser sólo temas de conversación de la oposición que el Secretario General parece decidido a reiterar.
Es interesante notar que al mismo tiempo que se ha venido llevando a cabo en la OEA esta campaña donde se promociona una intervención en contra de nuestros hermanos y hermanas de Venezuela, Estados Unidos ha anunciado conversaciones con Venezuela al más alto nivel para mejorar las relaciones. El diálogo y la construcción de relaciones sobre la base de la igualdad y el respeto a la soberanía son elementos indispensables para la democracia y la paz en las Américas y, de hecho, en todo el mundo.
Si los 35 Estados miembros de esta organización regional realmente desean ratificar esta carta y alcanzar “un orden de paz y justicia para promover su solidaridad, para fortalecer su colaboración y para defender sus soberanía, su integridad territorial y su independencia”, tenemos que asegurarnos de que quienes nos representan en estas plataformas hemisféricas lo hagan con justicia y no sucumban a las presiones políticas del Norte.
Durante los últimos 12 años, sin importar si a través de la cancelación de la deuda nacional, el suministro de energía, electricidad e infraestructura, el compromiso a través de PetroCaribe o descuentos en el combustible para calefacción para aquellos de nosotros en el Norte que hemos tenido que elegir entre tener calefacción o darle comida a nuestras familias, Venezuela ha sido francamente un buen vecino.
Cuando amigos como Venezuela necesitan de nosotros, deberíamos proporcionales ayuda colectiva, no promover la intervención. Proteger la legitimidad de la OEA y no permitir que sea utilizada como una herramienta para la intervención contra un pueblo caribeño amigo, uno que ha apoyado continuamente nuestras aspiraciones regionales como el desarrollo y la autodeterminación de todos nuestros ciudadanos, es un asunto de suma importancia en este momento de la historia.
*Danny Glover es un actor galardonado, artista-ciudadano y defensor de los derechos humanos.