En un acto encabezado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, este jueves en la parroquia 23 de Enero en Caracas, fueron inutilizadas 100 armas de fuego entregadas voluntariamente por 97 colectivos de dicha parroquia. El presidente de la República, Nicolás Maduro, envió un mensaje a todos los jóvenes que forman parte de las bandas delictivas, invitándolos a formar del Movimiento por la Paz y la Vida. “Las armas las debe tener la milicia y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), no el pueblo”, señaló.
“Yo les digo a los muchachos ¡ya basta!, construyamos una sociedad de paz. Yo les tiendo mi mano para que se unan a la paz, al deporte, a la cultura; a que sean hombres y mujeres útiles”, sostuvo el Jefe de Estado.
A partir de este jueves, los integrantes se incorporan como combatientes a la Milicia Bolivariana y las armas inutilizadas serán enviadas a la División de Armamentos para su total destrucción.
“Cese la violencia, los atracos, secuestros, homicidios. Ya basta. Construyamos una sociedad de paz”, dijo Maduro tras presentar un grupo de armas que fue entregado de forma voluntaria y que, tras ser inutilizadas, se usarán para hacer cabillas y construir nuevas viviendas. “El culto a las armas lleva a la muerte. Nosotros tenemos que ir al culto al deporte, la cultura, a Dios, a los valores”, fueron las palabras que repitió insistentemente Maduro quien realizó un balance del Movimiento por la Paz y la Vida, que lanzó poco después de ser electo presidente de Venezuela.
Maduro recibió de 97 colectivos revolucionarios cien armas de fuego que tenían en su poder, para incorporarse al movimiento por la paz y la vida, quienes también entregaron un manifiesto con una serie de proyectos, que fueron inmediatamente aprobados por el primer mandatario venezolano.
Asimismo, el presidente Maduro invitó a los miembros de estos grupos a unirse a la milicia nacional bolivariana.
Expresó que la tarea que deben asumir los candidatos revolucionarios para las alcaldías Metropolitana y de Sucre, Ernesto Villegas y Antonio “El Potro” Álvarez, respectivamente, está en liderar la construcción de la nueva Gran Caracas socialista en conjunto con el poder popular.
El jefe de Estado relató que en durante la Caracas de 1980 se vivió un proceso de deterioro moral, espiritual y humano. “Hubo un recrudecimiento de los valores de la antiviolencia”, enfatizó.