Museo Bolivariano abrió exposición sobre exhumación del Libertador

Desde este martes, cientos de personas visitaron el Museo Bolivariano, ubicado al lado de la Casa Natal del Libertador en la Plaza El Venezolano, para observar de cerca las reliquias que reguardaron el esqueleto armado por el doctor José María Vargas en 1842. El ministro Farruco Sesto inauguró la exposición.

Texto: Ciudad CCS
Ahora los restos del Libertador están en mejores condiciones. Una urna de vidrio con tornillos de oro resguarda los huesos que hasta hace poco estuvieron en una urna de plomo, una bandera tejida por artesanas de todo el país viste la nueva cubierta y un ataúd de cedrillo apureño termina de proteger estar reliquias.

Lo demás paso al Museo Bolivariano, donde este miércoles miles de personas se dieron cita para observar de cerca las reliquias que reguardaron el esqueleto armado por el doctor José María Vargas en 1842. Este médico y primer Presidente civil de esta nación fue el encargado de recogerlos en Santa Marta para trasladarlos a Caracas y darles sepultura, cumpliendo una de las últimas voluntades del Padre de la Patria.

Fue un acto que se guardará por mucho tiempo en la memoria de los caraqueños. Desde horas tempranas, la plaza San Jacinto o El Venezolano, como ahora se le conoce, fue recibiendo personas interesadas en tener la oportunidad de revivir el proceso de exhumación de los restos del Libertador en una exposición organizada por el Museo Bolivariano.
Primero estuvieron las palabras del ministro Farruco Sesto, quien describió todo el procedimiento realizado en el proceso de exhumación y la motivación generada para ello. Explicó que fue un proceso que se prolongó por 24 horas y 15 minutos, en el cual se extrajeron algunas piezas dentales, se tomaron las muestras para el ADN y se recolocaron en la osamenta. Estos estudios tendrán sus resultados dentro de 4 ó 5 meses.

En el proceso actuaron más de un centenar de profesionales de diferentes ramas de la ciencia con los métodos más modernos, quienes certificaron cada uno de los pasos dados en esta actividad. Se cuidó en todo momento de no causar daños a la osamenta, por lo cual se estudió la posición de la misma dentro del recipiente de plomo con cámaras especiales para poder introducir las herramientas para el corte.

La exposición

En el segundo piso del Museo Bolivariano y al lado de la sala que alberga los objetos en los cuales se trasladó desde Santa Marta el cuerpo de Bolívar, se ubicó esta otra sala para resguardar en forma permanente todos estos nuevos instrumentos que sirvieron para mantener los restos desde 1842, cuando llegaron de nuevo a Caracas.

Al entrar, el visitante puede apreciar la urna de plomo cortada a tijera, la cual tiene un orificio en uno de sus extremos por el cual se introdujo una cámara para observar la posición del cuerpo antes de realizar los cortes. También hay dos cajuelas dentro de la urna, del mismo material, también cortadas. En una de ellas estaba guardada una caja de madera con un informe del doctor José María Vargas sobre toda la actividad realizada sobre los restos.

Al lado de la ventana del museo, que mira hacia el este, una cajuela de madera y vidrio mostraba los recipientes, las pinzas y demás instrumentos usados para la toma de las muestras a usar en el examen de ADN y, más allá, hacia la derecha, se muestra la bandera de Venezuela, de fabricación inglesa, que cubrió los restos desde 1972, cuando el gobierno de aquel entonces cambió la urna que los albergaba.

En un estante de vidrio situado al sur del salón se pueden mirar tres montoncitos de restos que los identifican con la camisa y los restos del uniforme con el cual lo inhumaron la primera vez, restos de las botas de campaña colocadas en la misma fecha y otro que se presume son restos orgánicos fosilizados. Girando hacia el suroeste se aprecia un taco de madera con una hendidura, usada para mantener la parte posterior del cráneo, la cual se observa en muy buen estado. Diseminados por el salón se observan, además, una muestra de los trajes usados en el proceso de exhumación y una serie de fotografías del momento, sirviendo de respaldo a la exposición.

(foto: AVN)

Una preservación necesaria

José Antonio Llorente, médico forense que actuó en el proceso de exhumación de los restos de Bolívar, manifestó a una agencia internacional que, a pesar de que los huesos se veían aparentemente en buen estado, existía un proceso de degradación interno que ameritaba un trabajo de adecuación. “Los trabajos realizados fueron, sinceramente, impecables científicamente. Se han logrado limpiar los huesos y colocarlos en una nueva urna (…) que garantiza una conservación mejor de los restos para el futuro”, dijo Llorente a la agencia EFE.

Llorente es actualmente director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada (España), organismo que ha prestado toda su colaboración para la culminación exitosa de este trabajo, según manifestó el ministro Sesto en su alocución introductoria.

Despejando dudas sobre restos de Bolívar

Todo comenzó el 17 de diciembre del año pasado cuando el presidente Chávez nombró una comisión para que estudiara a profundidad las dudas surgidas, en algunos sectores, sobre la verdadera identidad del cuerpo que se veneraba en el Panteón Nacional, conocido como el del Libertador Simón Bolívar.

Por otra parte, dijo que existían dudas sobre las verdaderas causas de su muerte y esto también había que estudiarlo a profundidad.
La comisión actuó diligentemente, hurgó entre los detalles jurídicos e históricos y se pronunció a favor de contactar a los profesionales más renombrados en las diferentes ramas de la ciencia que tuvieran que ver con el caso. Se realizó el procedimiento y pronto se realizará la prueba de ADN a su hermana María Antonia y así conoceremos la verdad de todo esto.