Hace 88 años nació Mateo Manaure, el impulsor del muralismo en Venezuela

Mateo Manaure (Foto por Manuel Sarda)

El 18 de octubre de 1926, nació en Uracao, estado Monagas, Mateo Manaure, uno de los más destacados muralistas venezolanos, ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1947 y autor de obras ubicadas en espacios libres de Caracas. Su acercamiento con el arte fue en 1941, cuando a la edad de 21 años ingresó a la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas, en la que fue alumno y luego asistente del también artista Pedro Ángel González.

Texto: AVN

Manaure viajó a diferentes destinos del mundo donde mostró su arte, entre ellos Francia, donde presentó obras como Escuchando al idiota (1947).

Tiempo después regresó a Venezuela y se residenció en Caracas, ciudad donde inauguró el Taller Libre del Arte donde mostró diferentes técnicas académicas a estudiantes de pintura y muralismo.

1950 fue una década de constante actividad para Manaure. Durante esos 10 años, el artista se incorporó a los proyectos urbanísticos ideados por Carlos Raúl Villanueva, quien fuera el arquitecto más reconocido de la época; se interesó por el diseño gráfico y presentó la primera exposición de arte abstracto en el país, con la compañía del creador Carlos González Bogen.

En relación con su trabajo al lado de Villanueva, arquitecto que promovió la construcción de espacios como la Ciudad Universitaria, la Maternidad Concepción Palacios y las urbanizaciones Simón Rodríguez y 23 de Enero, Manaure llevó su arte mural a estos espacios.

El mural de Mateo Manaure es emblema de la Facultad de Ciencias de la UCV

Algunas de las obras creadas por este artista venezolano fueron el mural Plaza La Concordia, ubicado en la plaza del mismo nombre en la parroquia Santa Teresa, realizado en colores rojos y azules, asimismo, la fachada del paraninfo en la Ciudad Universitaria y el Parque infantil de La Lagunita, también ubicado en Caracas.

Paralelo a su participación en estos proyectos, Manaure desarrolla, además, un gran interés por el diseño gráfico, área que desarrolla con gran destreza, convirtiéndose en uno de los mejores diseñadores del país, y plasmando su creatividad en la diagramación de páginas de afiches, revistas y libros.

Entre los libros que fueron diseñados por Manaure, figuran Resguardo descampado, de Alfredo Silva Estrada; y El tirano Aguirre, obra de Vicente Gerbasi, ambos publicados en 1979.

Algunos los premios logrados por este prolífico artista, destaca el Premio Arístides Rojas otorgado por el Museo de Bellas Artes en 1962; y el Premio Armando Reverón, el cual le fue entregado en 1994 por la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos.