En la penumbra, pero a plena luz del día, la sala 11 del edificio neoclásico del Museo de Bellas Artes (MBA), se vistió de gala para albergar la muestra expositiva “Sin Estrellas”; exposición colectiva en la que el video-arte fue el principal protagonista del evento.
Texto y Foto: FMN
“Sin Estrellas” es una muestra colectiva que involucra a seis artistas: Meyer Vaisman, Annette Lemieux, Nikola Uzunovski, Régulo Pérez, Eduardo Azuaje y Mario Pérez. La propuesta ha sido realizada en un contexto de crisis mundial que inevitablemente dificulta desarrollar diversas actividades, entre ellas, la artística. Estas condiciones adversas influyeron también en el mantenimiento de determinados espacios como los sótanos del Conjunto Residencial de Parque Central.
El público asistente pudo disfrutar de los diversos montajes presentes en la sala, los cuales fueron colocados en diversas orientaciones (horizontal y vertical), para generar un diálogo entre todos los videos y esculturas que se exhiben en la muestra.
El artista Meyer Vaisman presentó su obra que lleva por título Espejo; pieza escultórica que está conformada por un muro de dos metros de ancho por dos metros de alto, realizado con ladrillos rojos y guarda estrecha relación con la obra Verde por fuera, rojo por dentro; un rancho construido por Vaisman que fue expuesto en la Galería de Arte Nacional en el año 1993.
Annette Lemieux, llevó a escena su obra Jardín Seco, en la que la artista intervino un jardín seco en los sótanos de Parque Central, convirtiéndolo en un jardín zen. Dado que estos son elaborados con piedras de los lugares donde se encuentran ubicados, en este caso se emplearon escombros del estacionamiento y se procedió a rastrillar la arena donde fueron ubicados, el fondo fue coloreado de azul simulando un cielo.
Por su parte, Nikola Uzunovski exhibió Alíen, una pieza en el que el artista aborda la problemática de las utopías arquitectónicas mundiales, específicamente las edificaciones de la modernidad.
El artista Eduardo Azuaje hizo gala de su obra Arrastrar. Una propuesta que Azuaje arrastra una estructura hecha de huesos a través de diversos espacios, invitando a reflexionar acerca de la fragilidad de la vida y el hecho de que todos los seres son finitos, es decir, presenta la muerte como un hecho universal, producido por guerras, abusos de los sistemas radicales, plagas y epidemias.
Mario Pérez dijo presente en la muestra con su obra Lluvia de Fuego, que muestra diversos charcos con ondas. En el centro de cada una se encuentra una vela encendida y sobre cada llama caen gotas que no las apagan. Se distorsiona así la percepción de los materiales con los que se encuentra el espectador en el espacio expositivo mostrándose una visión propia del género del paisaje.
La exposición la cierra el maestro Régulo Pérez, con su obra Dame un Museo, muestra una serie de espacios abandonados en los que se introducen imágenes de la Suite Vollard de Picasso, precariamente instaladas en los sótanos de Parque Central.
La directiva del MBA indicó que “esta muestra nos hace pensar en la penumbra que le demanda al ser humano entenderse y asumirse como centro posible, agudizando su intuición (…) nos sentimos satisfechos con esta exposición, porque reafirma la relevancia de nuestras instituciones públicas como eje y orientación de la vida cultural del país”.