El ministro del Poder Popular para la Cultura, Adán Chávez, dirigió este sábado junto al gobernador del estado Apure, Ramón Carrizález la conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Mucuritas, en la cual las fuerzas patriotas al mando de José Antonio Páez derrotaron a las realistas del español Miguel de la Torre el 28 de enero de 1817.
Texto: Alba Ciudad / Fotos: Prensa MPPC
La conmemoración se realizó en la localidad llanera de Achaguas, a 80 kilómetros de San Fernando, capital del estado, lugar donde el 28 de enero de 1817 las tropas realistas fueron derrotadas por el ejército patriota al mando de José Antonio Páez.
En esta actividad, el sitio y monumento histórico fueron declarados Bien de interés cultural de la Nación por parte del Instituto del Patrimonio Cultural. Asimismo, fue entregada la Orden Batalla de Mucuritas en su Primera Clase a personalidades de la entidad, entre ellos el cantante José Francisco Montoya, “El Tigre de Payara”.
La actividad contó con bailes y canto de joropo llanero, igualmente, una dramatización del hecho histórico por parte los alumnos del Liceo Batalla de Mucuritas.
El ministro destacó que la Batalla de Mucuritas fue una gran victoria militar y moral. “Daba la demostración de arrojo, valentía, disposición y genialidad al derrotar a ese ejército con enorme diferencia numérica, precedido de una fama de ser un ejército prácticamente imbatible por su organización, la preparación militar que tenía, las victorias que había logrado en Europa en sus batallas contra Bonaparte. Eso no le aguó el ojo para nada a los llaneros y llaneras”.
“Así somos nosotros; de esa estirpe venimos. No se nos agua el ojo fácilmente. Al contrario: ¡que no nos busquen, que nos encuentran!”, exclamó Adán Chávez.
En su discurso, el también profesor y docente hizo un recorrido por diferentes personajes históricos venezolanos que lucharon por el proyecto de revolución bolivariana, pero que fueron traicionados o hasta asesinados impidiendo la concreción final de sus objetivos.
Recordó que Simón Bolívar y los independentistas habían perdido la Segunda República en 1814, pero estaban resueltos a intentarlo de nuevo. “Bolívar estuvo en Jamaica y en Haití”. Luego intentaron la llamada Segunda Expedición de Los Cayos, que llegó a costas venezolanas en 1816 con el objetivo de lograr definitivamente la Independencia.
La Batalla
Ese año, el general José Antonio Páez y ejército de lanceros “habían acumulado victoria tras victoria”. Por su parte, los realistas habían enviado a Pablo Morillo, “El Pacificador”, y a una gran flota de buques de guerra y soldados para no permitir que Venezuela y el Virreinato de Nueva Granada se independizaran del dominio español.
Morillo ordenó a sus tropas, al mando del brigadier Manuel de La Torre salir de Pore (pueblo en el oriente de Colombia), atravesar la cordillera de Los Andes y Casanare hasta llegar a la provincia de Guayana, lo que fue visto por Páez como una oportunidad para emboscarlos en Apure. Decide abandonar el asedio de San Fernando de Apure; La Torre, viéndolo más débil de lo que en verdad es, sale persiguiéndolo hasta la sabana de Mucuritas.
El ejército realista se componía de dos escuadrones de lanceros venezolanos y otro de Húsares de Fernando VII, una compañía de artilleros y varias compañías de infantería españolas, neogranadinas y venezolanas. Las tres columnas llaneras de Páez (dos ligeras y una de reserva) iban armadas sólo con lanzas de albaricos cortados en los bosques cercanos.
Las dos columnas ligeras atacaron por los flancos a la caballería monárquica, provocándola para que las persiguiera y se separara de su infantería. Cuando los jinetes realistas estaban lejos, los llaneros dieron vuelta y atacaron apoyados por la reserva, poniéndolos en fuga. Poco después, unos cincuenta llaneros prendieron fuego a las altas pajas secas. Las llamas se extendieron por toda la sabana, llenándola de humo.
Los infantes realistas logran formar un cuadrado defensivo y aguantan 14 cargas de los patriotas. Sin embargo, pronto se ven rodeados por el fuego y los monárquicos sólo salvan de la total aniquilación al alcanzar un pantano donde deben sumergirse con el agua hasta la cintura para salvarse. Páez capturó 300 caballos de carga.
Mucuritas: Gran victoria militar y moral
“Aquí, en esta inmortal sabana, en este campo de Mucuritas, comenzó a perfilarse la Patria libre y soberana que hoy tenemos, gracias al arrojo, la valentía y al genio militar que ya era en aquel momento el general José Antonio Páez y todos los llaneros y llaneras que lo acompañaron, dispuestos a lo necesario para libertar la Patria”.
“Podemos decir que 1817 fue el año que permitió el inicio de lo que luego se conoce como la Tercera República: la Patria Libre y Soberana que nos dejó Bolívar y guerreros y guerreras como Páez, Piar y tantos otros y otras”, expresó el ministro.
Recordó la importancia del general Páez como líder pieza fundamental en la lucha por la Independencia, pero también recordó que “existieron dos Páez: el Páez de Mucuritas y de estas llanuras, y el Páez que más adelante traicionó al proyecto bolivariano. Eso no se puede olvidar. ¡Recordamos y reconocemos a este Páez!”, señaló.
Llegando a 1830, Francisco de Paula Santander en Colombia y José Antonio Páez en Venezuela “traicionaron el sueño de Bolívar”. Páez se dejó envolver por los halagos de la oligarquía y las mieles del poder, “e instauró aquí, en nuestro país, luego de traicionar al proyecto bolivariano, una férrea dictadura, persecución a sus propios soldados y a su propio pueblo. Historia que hay que seguir analizando y teniendo siempre presente, porque son los procesos que nos han traído” a lo que somos hoy.
Cuatro días después nació Zamora
Recordó que, cuatro días después de la batalla de Mucuritas, nacía en Cúa el general del pueblo soberano, Ezequiel Zamora. “Veamos el curso de la historia: 40 años después, andaba Zamora con sus guerreros y guerreras enfrentándose a la dictadura de Páez y sus lacayos: el Páez de Mucuritas que lamentablemente luego se transformó en el otro Páez: el que traicionó a Bolívar, que traicionó el proyecto de La Colombia, al proyecto de integración de nuestros pueblos bolivarianos y de este continente”.
Zamora intentó continuar el proyecto bolivariano, pero fue traicionado y asesinado en San Carlos. “Y nuevamente se cayó nuestro proyecto libertario”, destacó Chávez.
Nuevas traiciones frustraron avance del proyecto bolivariano
“Hubo otros trayectos, etapas, victorias importantes que apuntaban a nuevos triunfos”, recordó Chávez. “Pero nuevamente se presentaban las traiciones y los asesinatos”, frustrando el avance del proyecto bolivariano. Mencionó entre ellos a Pedro Pérez Delgado, Maisanta, bisabuelo del Comandante Chávez, quien también luchó en las sabanas de Apure, en una etapa posterior a Zamora, contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. “También fue traicionado, murió preso, envenenado en el cuartel de Puerto Cabello”.
Luego, el 23 de enero de 1958 un movimiento cívico-militar dirigido por una Junta Patriótica logró imponerse al dictador Marcos Pérez Jiménez. “Su presidente era el camarada eterno, Fabricio Ojeda. Pero ese triunfo, ese intento de formar un gobierno revolucionario e iniciar una vez más el proyecto bolivariano, una vez más fue traicionado. Por eso, compatriotas como Fabricio Ojeda formaron las guerrillas venezolanas para enfrentarse a esa nueva traición, que llamaron ‘democracia representativa’ pero que fue una dictadura más, disfrazada de democracia”. Recordó el asesinato de Ojeda en un calabozo, por miembros del Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA).
Las desapariciones, asesinatos y torturas de todo tipo caracterizaron esta etapa, conocida como la Cuarta República; muchos de sus dirigentes hoy forman parte de la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), destacó Chávez.
De allí llegó al 4 de Febrero de 1992: “insurgencia cívico-militar para rescatar al proceso bolivariano. Una derrota militar más en aquel momento, pero sin duda una enorme victoria moral y política para nuestro pueblo, como lo fue la victoria de Mucuritas hace 200 años”.
Continuó en su recuento, señalando que, tras la muerte del Comandante Hugo Chávez, la derecha nacional y internacional pensaron que era el momento de dar el golpe definitivo a la Revolución Bolivariana. “Estaban totalmente equivocados una vez más; tienen más de 200 años equivocándose, porque subestiman a nuestro pueblo”, dispuestos a defender el proyecto de la Revolución Bolivariana.
“¡No permitiremos nuevas traiciones!”
“Vamos con dificultades, con algunos errores ―quien no los comete― pero con enormes fortalezas y grandes triunfos desde 1999 hasta nuestras fechas”, destacó Adán Chávez. “¡Y no permitiremos nuevas traiciones! No permitiremos que nada ni nadie frene este Proceso Revolucionario”.
“Así como aquel año 17 del Siglo XIX permitió consolidar la Tercera República, este año 17 del Siglo XXI tiene que ser el año del renacimiento de la Revolución Bolivariana, de la contraofensiva económica, política y cultural de la Nación, para terminar de consolidar nuestro proyecto”, exclamó.
Para cumplir con Bolívar, con el primer Páez, con compatriotas como Fabricio Ojeda y con Chávez, “más temprano que tarde debemos llegar definitivamente al punto de no retorno de esta revolución bolivariana. Nada ni nadie nos detendrá. ¡No permitiremos más traiciones! Este proyecto revolucionario llegará a un punto de no retorno”, indicó el ministro de Cultura venezolano.
Para ello, pidió “cumplir parte de la tarea que tenemos por delante: analizando, estudiando, formando la conciencia del deber social de todos y todas como pueblo, para seguir avanzando y derrotando la ofensiva mediática y económica de la derecha nacional e internacional”.
Reiteró en muchas ocasiones nunca dejar el estudio y el rescate de nuestra memoria histórica y realizar una contraofensiva económica, política y cultural, que incluya el rescate de nuestra cultura y la creación de una nueva cultura del trabajo y del vivir en comunidad.
Para culminar, señaló: “Gritemos con Bolívar: ‘Unidad, unidad, unidad, o la anarquía os devorará’. Pero gritemos también con aquel primer Páez, el Páez de Mucuritas: ‘¡Vuelvan carga, carajo!'(…) Pero gritemos también con Zamora: ‘¡Tierras y hombres libres! ¡Horror a las oligarquías!’. Pero gritemos también con Fabricio: ‘La línea justa es luchar hasta vencer’. Y gritemos también con Chávez: ‘¡Independencia y Patria socialista! ¡Viviremos y venceremos!'”.
Un Saludo afectuoso desde Argentina, en el aniversario de la batalla de Mucuritas, viva la patria Grande. Hasta la victoria siempre!