La Galería de Arte Nacional (GAN) se transformó este viernes en un epicentro de la venezolanidad, con la presentación de “El Joropo en Venezuela se interpreta y se baila así”; un deleite sensorial sobre el arraigo cultural y autóctono del joropo, con la presencia destacada de cultores y autoridades.
Prensa MPPC (Texto: Ivis Márquez)
La bienvenida, estuvo a cargo del presidente de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural, Benito Irady.
Mientras, la Agrupación Cuerda y Madera del maestro Gregorio Mota con la irrupción de “La Bandola de Guaripe y su golpe Yabajero” tomó la escena con una destreza que solo se forja en el llano. El sonido robusto y vibrante de la bandola, resonó con fuerza.
El espíritu del llano continuó en la voz del maestro Cristóbal Jiménez, figura fundamental en la difusión y estudio del acervo llanero, quien desglosó la complejidad de este género como sí se tratase de una clase magistral. “No hay joropo sin corrió” sentenció; mientras, habló sobre la poesía popular del joropo y la esencia lírica de este género y cómo cada copla es una crónica, un pedazo de historia, una filosofía de vida con rima y metáfora sencilla.
“El joropo no es solo baile”, acentuó, “es cultura, canto e ingenio”, al tiempo que exclamó que “el corrido es un cuento largo y se transforma en canción… es fantasía”.
Aseguró que el corrío, ese género complejo que se canta en verso, está hecho “para que se escuche y darle libertad a la imaginación”. Además, Jiménez presentó parte de su monumental trabajo “El corrío apureño: Estudio, antología y vocabulario”, producto de una investigación que recopiló 135 corridos llaneros y documentó voces que no aparecían registradas en la Real Academia Española (RAE).
En un momento cumbre de la jornada, interpretó el icónico corrido “Maisanta” en tono mayor, demostrando la épica y la lírica contenida en estas narraciones.
Mientras, Guillermo Prieto, delegado del Centro de la Diversidad Cultural, tomó la palabra para ilustrar las diferencias de la bandola, en especial la de 8 cuerdas de metal usada en el llano, un instrumento que, históricamente, apareció antes que el arpa.
Prieto explicó que en la música joropera, el pasaje es un preludio necesario para el golpe. Y es así como, al compás del golpe, hubo una demostración de la danza joropera, donde se detallaron las fases del baile con la ejecución de figuras, pasos, medias vueltas y vueltas enteras, un despliegue de coordinación y pasión que convidó al público a zapatear.
Rumbo a la Gran Fiesta del Joropo
La jornada en la GAN sirvió, además, como preámbulo a una fecha histórica. Cristóbal Jiménez recordó la tramitación del expediente, presentado hace dos años, que incluye 6 vertientes del joropo (oriental, llanero, tuyero, guayanés, andino y el centro-occidental).
La gran fiesta de celebración se llevará a cabo el próximo miércoles 10 de diciembre en el Cuartel San Carlos (Casa de la Libertad y la Cultura Alí Primera) a las 10:00 a.m., un evento que formalizará la declaratoria del Joropo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, una manifestación que hay que mantener viva y evitar que se pierda.
En la actividad, estuvieron presentes el viceministro de Fomento de la Economía Cultural, Raúl Cazal y la viceministra de Artes de la Imagen y el Espacio, Mary Pemjean, quien informó que se trata del tercer viernes de encuentros de Joropo realizado con el fin de promover y divulgar su diversidad cultural. “Estos han sido unos eventos muy prósperos, muy enriquecedores para todos y hemos podido disfrutar de nuestro patrimonio, de nuestro joropo”, acotó.
La presentación no solo resaltó la belleza estética del joropo, sino que reafirmó su condición de manifestación autóctona y de profundo arraigo cultural, dejando en claro que, a pesar de los tiempos, el golpe recio de la bandola sigue marcando el paso de la identidad nacional.
