La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, a través de un comunicado, rechaza de manera enérgica la más reciente acción del gobierno de Estados Unidos a través de su Departamento de Estado, declarando terrorista a la supuesta red de narcotráfico conocida como “el Cartel de los Soles”, intentando asociarla a instituciones del Estado venezolano, “en un ejercicio de cinismo al que ya nos tienen acostumbrados”.
Texto: Alba Ciudad (LBR)
Señala el comunicado que esta medida representa “una escalada peligrosa e irresponsable en la política de agresiones del gobierno estadounidense”.
“Vemos con preocupación cómo se repiten estos guiones de confrontación en los reiterados ataques de Washington contra la dignidad de los pueblos libres, adoptando nuevos matices en cada ocasión: el falso pretexto de las armas de destrucción masiva, la criminalización de Estados soberanos mediante bloqueos, el fomento de golpes de Estado por medio del lawfare, o mediante la promoción de grupos violentos”, señala el texto.
“Hacemos un llamamiento urgente al gobierno de los Estados Unidos a abandonar su política de agresión y a optar por el respeto al derecho internacional. Reiteramos nuestro respaldo firme al gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, liderado por el Presidente Nicolás Maduro Moros, y reafirmamos nuestro compromiso con los principios de soberanía, autodeterminación, verdad, y justicia”.
A continuación, el texto completo.
El secretario de Estado estadounidense, el derechista radical Marco Rubio, adelantó el pasado 16 de noviembre la designación, a partir de este lunes 24, del supuesto Cartel de los Soles como “grupo terrorista extranjero” (FTO).
La designación forma parte de las medidas de presión que el gobierno estadounidense ejerce contra Venezuela, que iniciaron en el mes de agosto, como parte de una supuesta operación para luchar contra los carteles de drogas. Esa operación ha incluido el ataque a lanchas que supuestamente transportaban estupefacientes, las cuales fueron bombardeadas por militares estadounidenses sin detenerlas ni inspeccionarlas primero, lo que muchos políticos y ONGs dentro y fuera de Estados Unidos califican como violación de derechos humanos y de tratados internacionales.
Según medios de comunicación, se han hundido 20 embarcaciones y han muerto 75 personas, aunque parte de las actividades se han realizado también en el océano Pacífico, lejos de las costas de Venezuela. Los gobierno de países como Colombia y México también han emitido fuertes protestas por estas actuaciones.


