“Bicentenario de la Unidad: de Carabobo 2021 a Junín y Ayacucho 2024” se titula la muestra colectiva de artistas peruanos y venezolanos signada por nuestra épica libertaria y epopeya emancipadora de los pueblos suramericanos, la cual inauguró el pasado 2 de diciembre, en Perú, organizada por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en este país hermano y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Museos Nacionales.
Texto y Foto: FMN
Un total de 19 artistas participan en esta exhibición siendo que los creadores de Perú son Fanny Palacios, Bruno Portuguez, Oshka Tarazona, Juan Milla, Sonia Estrada, Ever Arrascue y Diana Mendozason. Mientras que la plástica nacional está representada por los artistas Germán Carrillo, Gloria Rojas, David Cedeño, Andrea Britto, Ramón Antonio Siverio (AKA: Niño Jesús), Paolo Consoni Russo, Millie Rodríguez Charr, Edson Cáceda, Clemente Martínez, Robert Darío Cárdenas y Julio Banco.
Ernesto Villegas Poljak, titular del despacho cultural venezolano resaltó en el catálogo el espíritu de esta muestra y nos lleva a recorrer la historia de nuestros pueblos refiriendo los vínculos entre Venezuela y el Perú a lo largo del tiempo.
“Sin unidad e integración no hay salida posible. Nacimos fundidos por el fuego inmortal de la gesta independentista, y que con él nos vino la autodeterminación y la república. Desde entonces, las culturas del Perú y de Venezuela yacen fundidas en los hornos de la historia. Hoy, a dos siglos de aquellas memorables páginas de nuestro pasado común, artistas de uno y otro lugar se encuentran para sellar la hermandad de dos pueblos semejantes y distantes a la vez, pero que han sabido encontrarse en la insumisión y en la revuelta, en la rebelión contra el dominio colonial, en el ya basta ancestral y común de nuestros pueblos”.
Su discurso parte desde la misma simiente de nuestros aborígenes, de esa raíz de contrastes entre la civilización inca del Perú con su estructura imponente civilizatoria y la nuestra aunque menor en número también de gran riqueza cultural.
En ese devenir refiere nuestra épica ante la dominación española en Suramérica “contra ese yugo se alzó no pocas veces, una base social aborigen que lleva en su seno el germen telúrico y ancestral de la rebelión contra el vasallaje colonial… “.
Su verbo es un recorrido por nuestra saga heróica y plena de gloria: “Es así como la historia del Perú está signada por José de San Martín, pero también por Antonio José de Sucre y por Simón Bolívar. En Junín y en Ayacucho fueron cientos los llaneros y llaneras, los orientales y los occidentales del Departamento de Venezuela que regaron con su sangre los campos de batalla para con su sacrificio, abrir definitivamente los caminos de la libertad para el Perú y para todo el continente”.
Por su parte, Alexander Yánez Deleuze, excelentísimo Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Perú enfatizó en el ímpetu de los artífices de la muestra por enaltecer “el período bicentenario de la independencia de la tierra de los Incas, iniciada el 28 de julio de 1821 y concluida con las gloriosas Batallas de Junín y Ayacucho en 1824.”
“Con la participación de artistas peruanos y venezolanos, esperamos proyectar en esta representación, la profundidad de la relación histórica entre los pueblos de Venezuela y el Perú. Fue Bolívar el conductor de las Batallas de Carabobo en Venezuela (1821) y de Junín en el Perú (1824), además de Jefe Supremo del Ejército Libertador que consagró en las Pampas de la Quinua la liberación de todo un continente por intermedio de la Batalla de Ayacucho (1824), conducida por el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.”
“De esta manera, en un ambiente de simbología bicentenaria, convergen en el Perú la historia y la pintura en fusión creativa para enaltecer la gloriosa epopeya libertaria de los pueblos suramericanos como forjadores del nacimiento de sus Repúblicas, al clarín del cañón y los fusiles guiados por la espada de Simón Bolívar, El Libertador”.
Cabe destacar que el esfuerzo en todas las aristas de este gran proyecto estuvo a cargo del equipo de la FMN, profesionales que se hicieron cargo de la producción expositiva, museografía, registro, conservación, fotografía y diseño, entre otros procesos museológicos y museográficos. Entre tanto el montaje e investigación fue llevada a cabo por la Embajada de la República Bolivariana en Venezuela en Perú.