El ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, afirmó que el decreto del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que declaró a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad de esa nación, fue la puerta de entrada a las mal llamadas “sanciones” contra un pueblo pacífico.
Texto: Prensa MPPC
Así lo afirmo el titular de la cartera cultural al participar este miércoles en la Tribuna Antiimperialista, realizada en el Teatro Junín, con motivo de los siete años de la mencionada orden ejecutiva de Obama.
El ministro Villegas criticó y calificó como sumamente grave que hubo venezolanos que se hicieron eco de aquella normalización de que la primera potencia militar del mundo declarara a este “humilde, pequeño, pero muy digno país” como una amenaza inusual y extraordinaria para esa potencia.
Refirió que “aquí hubo quienes trataron, citando al cantor del pueblo, Alí Primera, de ´perfumar el excremento´ para tratar de pintar esto como algo positivo y que solo iba a afectar a un puñado de dirigentes o funcionarios de la revolución bolivariana”.
“Pasados siete años nadie se atreve a sostener tamaño absurdo. Todos hemos aprendido en nuestra propia piel, en los dolores de nuestro propio pueblo, que esa medida criminal del presidente Obama fue la puerta de entrada a un conjunto de sanciones, mal llamadas así, y que son realmente acciones hostiles y de guerra contra un pueblo pacífico como el pueblo venezolano. Esa medida que nació de ese decreto se le metió en hogar a los venezolanos y a las venezolanas. Se le atravesó en el camino a la mujer venezolana que solamente quería hacer crecer a sus hijos; darle alimento a sus hijos, darle salud a sus hijos, darle estudio a sus hijos, darle una patria linda, buena y sana a sus hijos, y convirtió los actos más sencillos y normales en actos heroicos”, afirmó.
Respeto
El titular del despacho de la Cultura afirmó que “Venezuela lo único que pide es respeto. Nosotros no nos aproximamos a ninguna nación del mundo de rodillas, nos aproximamos en una relación de respeto e igualdad entre las naciones los pueblos; y si alguna nación quiere conversar, bienvenida, siempre y cuando se haga desde el respeto”.
Mostró su solidaridad con los pueblos de “aquellos países que no tienen una política exterior autónoma y que dependen de lo que digan los cetros del poder imperialistas del mundo. No es el caso de Venezuela y me refiero, específicamente, a los pobres pueblos europeos que no tienen política exterior, que son dependientes en lo absoluto para llevar adelante su relacionamiento con el mundo”.
Afirmó que Venezuela “nunca lo ha sido ni lo será, porque esta es la tierra de Bolívar. Nosotros la independencia nos la ganamos 200 años atrás nadie nos la regaló…somos una nación libre soberana e independiente y no nos da pena conversar, ni nos da miedo, si es posible, con el diablo, por el bienestar el pueblo venezolano y por la paz del planeta”.