Nuevo texto de Sergio Rodríguez Gelfenstein expone carácter innovador de Tratados de Trujillo

Esta noticia fue publicada hace mucho tiempo

Usted está leyendo una publicación de nuestros archivos de noticias, hecha hace 3 años. Cerciórece siempre de la fecha de publicación de una noticia y no permita que personas inescrupulosas la hagan pasar como actual.

Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, suscritos hace casi 200 años en Santa Ana, estado Trujillo, no solo marcaron un punto de inflexión en el proceso de independencia. Constituyen textos pioneros dentro del derecho internacional humanitario, que demuestran la versatilidad y agudeza del pensamiento del Libertador, Simón Bolívar, y ello se analiza en “Un monumento entre las naciones más cultas”, libro de Sergio Rodríguez Gelfenstein. El texto, editado por Centro de Estudios Simón Bolívar y Monte Ávila Editores, fue bautizado en la 16° Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), con la participación del ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas.

Texto: Prensa Cenal

La obra es la segunda de una línea de investigación que desarrolla el autor sobre Simón Bolívar en el campo de la diplomacia. En esta ocasión, analiza cuál ha sido el tratamiento de la guerra a través de la suscripción de acuerdos, pactos, armisticios. Ello incluye el tratamiento a los actores involucrados.

Presentación del libro "Un monumento entre las naciones más cultas" de Sergio Rodríguez Gelfenstein.

“A mí en particular, como internacionalista, me interesa rescatar aquellos elementos de la historia en relación con la creación de la diplomacia venezolana y la diplomacia bolivariana”, que creó bases “de lo que debe ser el comportamiento de nosotros, que hemos heredado la formación del Libertador”.

Hay que ver el verdadero valor de esos documentos, que “configuran parte del cuerpo jurídico en el derecho internacional humanitario” y son pioneros en América Latina. Su génesis se da en medio de la coincidencia de varios factores: Bolívar quería ahorrarle más sufrimiento a su pueblo, mientras que Pablo Morillo, jefe del ejército realista, recibe la instrucción de negociar con los insurgentes. Estaban dadas las condiciones para llegar a un acuerdo.

Frente a este panorama, luego de la campaña de Nueva Granada, el Libertador retorna a Venezuela para ejecutar una serie de acciones con el fin de mantener el control y evitar que esta circunstancia fuera aprovechada por los realistas.

“No hay otro hombre en la historia de América Latina que tuviera la capacidad de pensamiento estratégico y táctico simultáneo, de entender el objetivo final y el objetivo inmediato al mismo tiempo, de enfrentar la necesidad de la derrota estratégica pero sin olvidar que tiene una tarea cotidiana”.

En el proceso de suscripción de los tratados, Bolívar siempre tomó decisiones militares, para asegurar el éxito de la negociación. Incluso, luego de la firma, se retiró de Santa Ana a Sabana Larga, en el municipio Carvajal, donde tenía las condiciones para enfrentar una eventual emboscada. Además, se nombraron jefes negociadores. Uno de ellos fue Antonio José de Sucre, razón por la que Rodríguez considera que en Santa Ana se da la presentación como jefe político del hasta entonces reconocido militar.

El internacionalista e investigador indica que nuestra historia nos nutre de valiosas herramientas, especialmente en estos tiempos, cuando se enfrenta al imperialismo, sin dejar de lado el diálogo y la procura de la paz. “Incluso, somos más sólidos porque tenemos una experiencia recorrida, que no teníamos en ese momento, tenemos instrumentos muchos más sólidos y esta historia maravillosa que nos legaron nuestro padres fundadores”, dijo Rodríguez.

En ese sentido, el ministro Villegas destacó como una lección para estos tiempos la capacidad del Libertador para entender lo táctico y lo estratégico. “La mirada estratégica de Bolívar hacia el horizonte de la independencia lo hacía conducir con fuerza, audacia y claridad lo que a otros les parecía difícil reconocer en ese momento.”

Para propiciar el contacto con la historia libertadora, en el Casona Cultural Aquiles Nazoa, una de las sedes de la Filven 2020, se exhibe el original del Tratado de Regularización de la guerra, que podrá ser apreciado por los visitantes de la feria, que culmina el próximo 22 de noviembre.

Suscribirse
Notificar en
guest

1 Comentario
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios