En ocasión de conmemorarse del 61º aniversario del fallecimiento del muralista mexicano Diego Rivera, el presidente de la República, Nicolás Maduro, exaltó el legado del artista, quien se caracterizó por plasmar obras con alto contenido social
Texto: AVN
En un mensaje, difundido en su cuenta de Twitter, señaló que el artista revolucionario enalteció la historia e identidad del pueblo mexicano a través de sus pinturas, especialmente aquellas realizadas en edificios públicos.
“Conmemoramos 61 años de la partida física de uno de los grandes artistas del siglo XX, Diego Rivera. Muralista revolucionario que reflejó a través de su obra, la historia y la identidad del pueblo mexicano, dejando un gran legado para los pintores del mundo”, escribió el jefe de Estado.
En los apuntes, bocetos y obras de Diego Rivera, quien nació en 1886 en Guanajuato, ubicado al centro norte de México, se encuentran plasmadas diferentes formas de trabajo y sometimiento laboral, factor que, a juicio del pintor, llamó a la revolución.
De ideología comunista, prestaba especial atención a la técnica que utilizaba en sus obras, las cuales fueron fueron elaboradas con cemento y otros materiales que reemplazaban al óleo.
Rivera, quien estuvo casado con la también pintora Frida Kahlo, recibió clases de Félix Parra, Santiago Rebull y José María Velasco y fue formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en la Ciudad de México, dónde había llegado con su familia a los seis años de edad.
Durante 1907 y 1922, Diego Rivera estudió en varios países europeos, donde encontró interés por el arte. En este período, alternó su residencia entre México, Ecuador, Bolivia, Argentina, Italia, España y Francia.
El muralista, quien pintó casi hasta sus últimos días, murió el 24 de noviembre de 1957 en la localidad de San Ángel, ubicada al sur de la Ciudad de México. Sus restos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres.