En Casalta II funciona un núcleo del Movimiento de Teatro Infantil y Juvenil César Rengifo, ubicado en el bloque 6, en un espacio de la Fundación del Niño, con un programa llamado “Casa de los niños” en alianza con el movimiento nacido hace 4 años, con el fin de despertar en los jóvenes, a través de las artes escénicas, la sensibilidad, responsabilidad y pensamiento crítico.
Texto: Ciudad Caracas
Niños y adolescentes entre 6 a 17 años tienen la oportunidad de formarse de manera creativa en este espacio que reúne, aproximadamente, a 65 participantes que día a día van descubriendo elementos artísticos en sí mismos.
Disciplina
El coordinador del núcleo, Demys Gutiérrez, dijo que actualmente ofrecen 3 disciplinas básicas: teatro, danza y canto. Cada una se imparte 2 veces a la semana con la finalidad de llevar un cronograma agradable para los niños y niñas que atienden.
“En estos casi 4 años que tiene el movimiento lleva 14 montajes y tiene la idea de seguir creando”.
Los niños tienen la oportunidad de nutrirse en un espacio donde conocen una parte artística que habita en ellos, a través de la creatividad y la imaginación desde el juego.
Contacto con la comunidad
Con la finalidad de seguir alimentando el movimiento de niños, en proceso de exploración y en pro de aumentar la matrícula, hacen contacto con los consejos comunales y unidades de batalla Bolívar Chávez del sector, involucrándose y atendiendo las problemáticas de las comunidades.
“La cultura es una herramienta para la solución de los conflictos que vivimos en nuestras comunidades” expresó Gutiérrez.
Festival internúcleo
De los encuentros con los coordinadores de los distintos núcleos, nació la iniciativa de realizar un festival interno, donde cada espacio presente una propuesta escénica para exhibirla en el festival y elegir un ganador.
El grupo de Casalta llevará una pieza teatral llamada Un libro para Chispa, de Mariana Gil, una historia que busca promover la lectura en los más pequeños y los lleva a imaginar mundos nunca antes vistos.
Socializar los saberes
El coordinador, Demys Gutiérrez, es egresado de la Unearte como Licenciado en Teatro mención Actuación y ahora socializa y comparte sus conocimientos a los niños de esta comunidad.
“Ser ahora formador ha sido una experiencia enriquecedora, porque sigo aprendiendo de esta área donde decidí dar mi trabajo”. Indicó el actor.
Las clases de danza son dictadas por Nathaly Olivares y Yulibeth Navas, quienes son intérpretes de danza contemporánea formadas en Unearte y realizan parte de un trabajo comunitario.
Olivares expresó que la tarea que han asumido es enamorar y cautivar a los niños, para que encuentren en ellos el amor a las artes escénicas.
“En cada encuentro con los infantes vamos desarrollando las estrategias a utilizar” resaltó.
En esta clase trabajan la danza contemporánea y dentro de ella técnicas básicas como la posición, distribución y ubicación en el espacio, reconocimiento del cuerpo, posición de los pies, postura, concentración, atención; además aprenden a seguir instrucciones, a realizar un trabajo interno y a no intervenir en labor del otro de manera negativa.
Reforzamiento de valores
En este espacio no conocen solo aprender de artes escénicas, sino también de fortalecer los valores de convivencia entre los niños.
Según el coordinador, el teatro ayuda a los niños a ver la vida de otra manera, los sensibiliza, les refuerza sus valores, los lleva a tener empatía, pierden el miedo escénico, aprenden a expresarse y a tener un mayor nivel de comprensión.
Además, indicó que el arte invita a los niños a conocer otras realidades, donde pueden ser capaces de transformar las propias para llevar una mejor vida.
De lunes a viernes de 2 a 5 pm les corresponde la formación a los niños de 6 a 8 años. De 3:30 a 5 pm de 9 a 12 años y los días sábado el espacio está abierto a los jóvenes de 13 a 17 años que deseen entrar en el mundo de las artes escénicas y aportar, desde la cultura, soluciones a las comunidades.