El ministerio venezolano para las Relaciones Exteriores emitió este sábado un comunicado a nombre del Gobierno venezolano, rechazando rotundamente el informe sobre Estrategia Internacional del Control de Narcóticos 2017, elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, por considerar que desconoce los sistemas de prevención y control delictivo de las naciones soberanasde las naciones soberanas.
Texto: Alba Ciudad y Telesur
“Es grave, cuestionable y absolutamente antidemocrático que los Estados Unidos de Norteamérica, en su pretendido rol de policía supranacional, desconozca y menoscabe los sistemas de prevención y control delictivo de los Estados soberanos”, señala el comunicado de la cancillería venezolana.
Asimismo, cuestionan que Estados Unidos, con su falsa política de control del lavado de activos provenientes de la producción y tráfico de drogas, “intente dar lecciones a la comunidad internacional en desconocimiento de la soberanía y jurisdicción de los Estados”.
El informe estadounidense acusa a Venezuela de tener una débil política contra el lavado de dinero, pocas intenciones de luchar contra las drogas, una “cooperación bilateral limitada”, una economía inestable y “corrupción endémica”, lo que hace que el país supuestamente sea “vulnerable al lavado de dinero y los crímenes financieros”. También asegura que su sistema “distorsionado” de control de cambios y sus estrictos controles de precios “proveen numerosas oportunidades para la manipulación de dinero y el arbitraje de bienes”.
En el texto del comunicado, Venezuela exhorta a Estados Unidos a sumar esfuerzos que permitan una actuación eficaz en el control antidrogas.
A continuación, el texto íntegro:
La República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente el írrito e ilegítimo Informe “Estrategia Internacional del Control de Narcóticos 2017”, elaborado por el Departamento de Estado estadounidense, que violenta principios fundamentales del Derecho Internacional Público, tales como la igualdad jurídica de los Estados y la no intervención en los asuntos internos, y mediante el cual el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica pretende erigirse en gendarme mundial.
Es grave, cuestionable y absolutamente antidemocrático que los Estados Unidos de Norteamérica, en su pretendido rol de policía supranacional, desconozca y menoscabe los sistemas de prevención y control delictivo de los Estados soberanos, y de las organizaciones internacionales especializadas en la materia, cuyas competencias y responsabilidades son indelegables.
Resulta insólito que, en su afán de hegemonía extraterritorial, un país pretenda imponer al mundo su política de doble rasero, señalando a naciones que están auténticamente comprometidas en el control y lucha contra el tráfico ilegal de drogas ilícitas, mientras fracasa estrepitosamente en su propio territorio en cumplir su responsabilidad internacional.
Asimismo, es cuestionable que el país que ejerce la hegemonía financiera mundial, cuyo sistema bancario ejecuta una falsa política de control del lavado de activos provenientes de la producción y tráfico de drogas, intente dar lecciones a la comunidad internacional en desconocimiento de la soberanía y jurisdicción de los Estados. Más grave aún, si se considera que Estados Unidos, el principal mercado de drogas en el mundo, ha fallado de manera rotunda en la protección del derecho a la salud de sus ciudadanos.
La fracasada “guerra contra la drogas” desplegada por los Estados Unidos de Norteamérica allende sus fronteras, sólo ha sido servido para expandir una política belicista e intervencionista, que viola masivamente los derechos humanos de pueblos enteros e incrementa tanto la producción y tráfico de drogas como la legitimación de activos provenientes de este delito.
La República Bolivariana de Venezuela reafirma su absoluto rechazo a este Informe ilícito e ilegítimo, y hace un llamado a los Estados Unidos de Norteamérica a desplegar esfuerzos sinceros y efectivos en la cooperación internacional que permita una actuación eficaz en el control antidrogas.