A partir del 1º de diciembre, el público visitante al Museo de Ciencias podrá apreciar en la sala 3 el trabajo de la bióloga polaca Izabel Stachowicz quien, a través de cámaras trampa, ha logrado capturar imágenes de la fauna de la Gran Sabana en el Parque Nacional Canaima.
Texto: FMN-Prensa MUCILa Gran Sabana forma parte del Parque Nacional Canaima; su extensa superficie alberga ríos y quebradas, valles, desfiladeros y cañones de los cuales se desprenden asombrosos saltos de agua, como el Kerepakupai Vená (Salto Ángel), el más alto del mundo, que surge desde el Auyantepuy.
Además, en la región, declarada patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1994, existe una gran variedad de flora y fauna, endémicas en gran parte, que desde la época de la Conquista han atraído a expedicionarios y estudiosos de la naturaleza.
El Museo de Ciencias (MUCI), institución adscrita a la Fundación Museos Nacionales (FMN) y al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC), inaugurará el 1º de diciembre, a las 3:00 de la tarde, la exposición La vida escondida en la Gran Sabana. Se trata de 22 fotografías realizadas por la bióloga polaca Izabela Stachowicz, estudiante de doctorado del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Estas gráficas forman parte de su tesis sobre los efectos de la fragmentación del hábitat, fuego y cacería en los mamíferos y aves de mediano y gran porte de esta región del suroeste de Venezuela.
La nueva exhibición estará ubicada en la Sala 3 del MUCI, y cuenta con el apoyo de la embajada de la República de Polonia en Venezuela.
Mosaico
La vida escondida de la Gran Sabana consta de 19 fotografías de especies de mamíferos y un ave tomadas en varios puntos de la Gran Sabana; las restantes muestran distintos aspectos del trabajo de campo de la bióloga del que se generan las imágenes.
La tesis doctoral aporta datos de especies de mamíferos de la mencionada región: los que están en riesgo, según las categorías del Libro Rojo de la Fauna Venezolana; la riqueza y abundancia de sus comunidades y, en general, sobre la ecología y biología de los de mediano y gran porte.
La cámara trampa ha captado imágenes del puma (Puma concolor), el jaguar (Panthera onca), el cunaguaro (Leopardus pardalis), el tigrillo (Leopardus tigrinus), el venado matacán grisáceo (Mazama gouazoubira), el oso palmero (Myrmecophaga tridactyla), el chigüire (Hydrochoerus hydrochaeris), o el paují (Crax alector), entre otras especies.
Izabela Stachowicz resalta la amplia colaboración que recibió de varias comunidades Pemón, las cuales, dice, están conscientes de la importancia de preservar el equilibrio ecológico de su hábitat y la estabilidad de la cuenca alta del Río Caroní.
De allí que su investigación también dará cuenta de las acciones mancomunadas entre los miembros de estas etnias y los científicos, que consistirá en la puesta en marcha de prácticas apropiadas del manejo de perturbaciones ambientales causadas por los seres humanos, y buscan cumplir tanto con la conservación del ambiente como con la satisfacción de las necesidades socioeconómicas de los indígenas.
La captura
Para lograr las fotografías de las especies de mamíferos y aves, Stachowicz se valió de cámaras trampa que colocó en los territorios de tránsito de los mismos.
Estos dispositivos se pueden instalar en cualquier terreno, incluso debajo del agua. Están provistos de un sensor infrarrojo que detecta la presencia del animal y toma la foto automáticamente. Cada cierto tiempo el investigador regresa por la cámara a fin de verificar las imágenes, cambiar las baterías y la tarjeta de memoria; de esta manera dispone de más espacio para nuevos registros.
Para muchos científicos, investigadores, periodistas y fotógrafos de la vida silvestre, las cámaras trampa son la herramienta ideal, pues permiten las tomas de animales sin causarles daño o perturbarlos con la presencia humana; muestra de ello es este interesante trabajo que el Museo de Ciencias invita a todos a conocer y disfrutar como una forma de demostrar la relevancia de este ecosistema único y valioso para el país y el mundo.