La acción de “ripear” un CD de música, que consiste en extraer sus canciones y convertirlas a MP3 u otros formatos para poder disfrutar de ellas en un teléfono celular, una tableta o un reproductor de música, se ha convertido en algo ilegal en Reino Unido aún si el disco es original y legítimo, ello tras un dictamen de la Corte Suprema de ese país, según informó el diario The Independent el pasado lunes. La decisión también afecta a quienes intenten “ripear” un DVD para extraer sus películas.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci)La sentencia había estado en vigencia en el pasado, pero fue anulada con el fin de que quienes hayan comprado un disco original no tengan que pagar otra vez para tener las canciones o películas como archivos digitales para su uso personal. Pero la Corte Suprema ha echado para atrás la anulación, lo que significa que quienes mantienen los derechos de explotación de las canciones y películas, tienen derecho a una gran compensación por la “extracción ilegal” de canciones a partir de los discos.
La industria musical alega que el extraer música de CDs y películas de DVDs les cuesta unas 58 millones de libras esterinas (unos 90 millones de dólares), dinero que deberían recibir en compensación. Pero en la práctica, es difícil hacer cumplir esta sentencia, la cual pareciera ser principalmente simbólica, alega The Independent.
La sentencia afecta a quienes compraron legítimamente un disco, y desean extraer su música y películas de ellos con el fin de colocarla en aparatos portátiles, tales como tabletas, teléfonos inteligentes o reproductores de música. Pero también afecta a cualquiera que tome la música o las películas para su estudio ―tales como profesores que usan los videos en clases, o investigadores que analicen las películas― quienes ahora tendrán que pagar un monto adicional.
El gobierno británico permitía en el pasado que las personas extraigan música y películas para su uso personal. Pero los representantes de la industria musical, incluyendo Basca (la Academia Británica de Autores, Compositores y Escritores de Canciones, por sus siglas en inglés), la Musicians’ Union (Sindicato de Músicos) y UK Music (quienes se autodefinen como “un grupo que realiza campañas y lobbys, representando a cada parte de la industria musical en vivo y grabada”) introdujeron una apelación en la Corte Suprema, que la declaró procedente.
Aunque anteriormente también era ilegal extraer música, las demandas y casos judiciales eran muy raros en Gran Bretaña, y la industria en dicho país usualmente ignoraba a quienes “ripeaban” música para uso personal y privado, señala The Independent.