El jueves 26 de marzo en los espacios del Cuartel San Carlos, en la ciudad de Caracas, se realizó la primera jornada del tercer ciclo de actividades del Foro Permanente de Pensamiento y Acción. El eje temático en esta oportunidad es “Revoluciones asediadas”. El panel de foristas lo conformaban el ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza; el presidente de la Fundación Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez, Paúl del Río; el internacionalista venezolano Sergio Rodríguez Gelfstein; la especialista en Psicología, Idalana Aleaga Antúnez, de Cuba; el sociólogo nicaragüense Jorge Canda; y el director del Parque por la Paz Villa Grimaldim, el chileno Higinio Espergue.
Prensa MPPC (Texto: Javier Bastardo / Fotos: Óscar Arria)
Este panel internacional se conformó para satisfacer la urgencia que avisaba el ministro Iturriza: “Debemos reconocernos en experiencias parecidas a las nuestras, es necesario”. Por ello, la importancia de este capítulo del Foro es la posibilidad de hacer un análisis en perspectiva histórica, viendo la experiencia revolucionaria de nuestro país en relación con otros procesos progresistas de nuestro continente.
Además, Iturriza señaló que el objetivo del Foro, “más que académico, es militante; aun cuando haya una academia que milite”. Se trata de generar un panorama claro en el que podamos decidirnos a transformar la concepción del conocimiento ya no ligado al secularismo académico, sino al servicio del reconocimiento de nuestro proceso, a su convalidación con otras experiencias similares; y al mismo tiempo, plantear alternativas que nos permitan no ser derrotados ante el asedio imperial.
“En la medida en que cualquier país del planeta, una sociedad, un país, se decida a democratizar radicalmente el ejercicio político, hay fuerzas que usan todos los medios posibles para que esa revolución fracase”, afirmó.
Y aunque el asedio sea algo connatural a los procesos revolucionarios y contrahegemónicos, el poder saber cuáles son los mecanismos con los que se han mancillado otras experiencias nos ayudará a defender la Revolución Bolivariana.
Paúl del Río, combatiente revolucionario de nuestro país, recordado por haber encabezado el secuestro del futbolista argentino Alfredo Di Estefano, fue el primero en intervenir. Éste aprovechó la oportunidad para recordar a sus compañeros de combate, muchos encarcelados o asesinados por la derecha venezolana cuando ostentaba el poder.
Además, en medio del clima de amenaza estadounidense, fue enfático: “Me declaro enemigo mortal de Barack Hussein Obama”. También expresó que la lucha revolucionaria, a pesar de que se funda en el amor humano, “debe tener en cuenta el uso de las armas, pues quienes nos asedian no tendrán remordimiento en accionarlas contra nosotros”.
El asedio: parte esencial de la política imperial
El internacionalista Sergio Rodríguez Gelfenstein fue el siguiente en hablar. Respecto al lugar donde se desarrolló el Foro, dijo: “Me estremece este lugar. Me inclino con respeto ante la historia y memoria de los compañeros que nos precedieron en la lucha, muchos de ellos caídos en este Cuartel”.
Asimismo, expresó que el asedio a las revoluciones no es una campaña, “esto es algo innato al imperialismo”. En su expansión hegemónica, el Imperio estadounidense, una y otra vez, ha combatido con fuego procesos políticos verdaderamente democráticos, pero no se trata de campañas puntuales, sino de una forma de actuar inmanente a los intereses imperiales. Las similitudes en el accionar estadounidense delatan esta característica.
“Personalmente, creo que el objetivo fundamental, más allá de derrotar la Revolución Bolivariana, es frenar la integración de Latinoamérica y el Caribe. Ellos –Estados Unidos– saben que eso no les conviene”, afirmó Gelfenstein.
La doctrina Monroe había sido un antídoto efectivo contra la unión latinoamericana y caribeña por casi 180 años; sin embargo, frente a los agigantados pasos integracionistas que se han dado en la región, el Imperio yanqui ha activado sus mecanismos de desarticulación, y atacar a Venezuela es esencial para lograr detener la formación de un bloque continental.
Para luchar, según el internacionalista, es necesario “organización y formación política para el desarrollo de la conciencia que nos permita triunfar como pueblo, que nos permita hacerle frente de manera exitosa al Imperio y sus agentes”.
Cuba como ejemplo de dignidad y persistencia
La cubana Idaliana Aleaga Antúnez exhortó a los presentes sobre la necesidad de reconocer en la práctica contra la Revolución cubana, similitudes de lo que están haciendo contra Venezuela. Además, manifestó que muchas veces, por desconocimiento o manipulación, se logró que algunos cubanos apoyaran “intervenciones militares supuestamente emancipatorias”, luego de que quienes las planificaban y ejecutaban atentaran de todas las formas posibles contra la integridad del pueblo cubano.
También recordó que Estados Unidos se planteó la intervención en su país como un objetivo prioritario, incluso antes de que lograse independizarse de España. En ese sentido, Aleaga dijo que “parece que el mundo es su aldea”, mostrando claramente el repudio al expansionismo e imperialismo característicos de las prácticas gringas.
Recordó las dificultades que tuvo que enfrentar el pueblo cubano para vadear el ataque imperialista y la dignidad con la que una y otra vez se sobrepusieron, hasta que se hicieron casi sesenta años, y el pueblo cubano resiste, junto a su Revolución.
Colocados una y otra vez al borde del precipicio, los cubanos aprendieron una gran lección en lo político y espiritual: “Crisis también quiere decir oportunidad”, y es por ello que el espíritu libertario de ese proceso ha sobrevivido, para ser ejemplo de tesón y valentía.
Nicaragua y las primeras derrotas imperialistas
El sociólogo Jorge Canda, compañero luchador de Nicaragua, presentó un balance histórico de grandes triunfos de la Revolución Sandinista, aunque sin dejar de lado los errores que llevaron a su derrota. “Reconocer las fortalezas es necesario, pero aceptar las debilidades para no repetirlas es fundamental”, aseguró.
La Revolución nicaragüense fue uno de los puntales de transformación política de Centroamérica. Sin embargo, vivió bajo múltiples ataques imperiales, que utilizaban como plataforma de agresión a países como Costa Rica.
La política exterior de la Revolución Sandinista fue uno de sus bastiones, una de las vías para mantenerse en el juego político a pesar del asedio. Canda recordó que Nicaragua, durante la época de Sandino, llegó a ostentar un puesto en el Consejo de Seguridad de la Onu, fortaleciendo el apoyo internacional a su proceso. Asimismo, otro gran triunfo fue la condena unánime que expresó el Tribunal de La Haya al ataque de Estados Unidos contra la Revolución Sandinista. Grandes triunfos a los que siguió un ataque recrudecido de la canalla imperial.
Sin embargo, las contradicciones propias del proceso sandinista ayudaron a su implosión, pues una de las mayores debilidades fue que la contrarrevolución ganó el apoyo del campesinado, y se apoderó del territorio político que es el campo. Los revolucionarios se fueron quedando sin comida, sin producción, condenados a hacer la Revolución en los territorios urbanos. “Debemos organizarnos de manera efectiva para triunfar frente al ataque del Imperio; Venezuela debe imponerse, Venezuela es la esperanza de los pueblos oprimidos del mundo”, aseveró.
El Chile de Allende: el asesinato como medio para suprimir revoluciones
Higinio Espergue cerró la actividad. Antes de empezar su intervención, le entregó al ministro Iturriza una lista con más de setenta organizaciones de derechos humanos en Chile que apoyan la Revolución Bolivariana.
Su participación se centró en reconocer los paralelismos del asedio contra el Chile revolucionario, presidido por Salvador Allende, y el presente venezolano.
La articulación de empresarios, comerciantes e incluso transportistas para desaparecer productos de primera necesidad, así como su acaparamiento, prueba un primer parangón entre ambos procesos. Y aunque reconoció que en muchas ocasiones vieron que el ataque se recrudecía, admitió que “el pueblo chileno no tuvo la capacidad para revertir los estragos que causó en el país”.
Exhortó a los presentes sobre la necesidad de que Venezuela triunfe, pues una victoria del proceso revolucionario de nuestro país significará un espaldarazo a los procesos progresistas del mundo.
“Adelante, con toda la fuerza de la historia; Venezuela tiene la oportunidad de triunfar donde otros han caído”, expresó.
Finalmente, se hizo la invitación a asistir este viernes 27 de marzo a la segunda jornada de esta III edición del Foro Permanente, para comprender de manera global el hecho del asedio como parte fundamental de la política imperial; además de la necesidad de triunfar para salvar la humanidad de su desaparición, pues el capitalismo en el que insiste el Imperio estadounidense condenaría –de triunfar– a la muerte a los seres humanos.