Debaten sobre hegemonía cultural en la Filven

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Amilcar Figueroa y Carlos Parra

Este lunes 16 de marzo se debatió en la Filven 2015 la importancia de construir una hegemonía cultural en Venezuela, que coadyuve, entre otras cosas, a promover la diversidad en todos los ámbitos en el campo literario. Los expositores en el foro “Bibliodiversidad, soberanía cultural y contrahegemonía” fueron el coordinador de la Editorial Trinchera, Amilcar Figueroa, y el también editor Carlos Parra.

Prensa MPPC (Roxana Parra / Fotos: Gustavo Lagarde)

Se recalcó la importancia de defender la cultura a través del libro. Aunque se hayan venido desarrollando diferentes progresos en los temas culturales, el libro ha venido quedando en rezago.

“Se edita mucha poesía, editoriales como El Perro y la Rana o Monte Ávila se encargan de promover la poesía”, indicó Parra, y aunque esto no esté mal, aún falta el apoyo e información para que el pueblo entienda la importancia de la revolución que tiene en sus manos. “Hay una enorme cantidad de libros en ese terreno pero faltan muchísimos otros que deberían estar y no están”, expresó.

Los distribuidores se quejan puesto que “en Venezuela hay muchísimos libros que no están en el mercado y no hay quien los haga. Hay por ejemplo novelas solicitadas que no están”, expuso Parra. Sumado a ello, recalcó la importancia de una política que se encargue de la bibliodiverdad, debido a que la falta de editoriales, que tomen en sus manos estas carencias y las satisfagan, da pie a lo que ellos llaman piratería.

No hay que quitarle el mérito a la V República; ha hecho una promoción de la lectura en general, creando programas y ferias que fomentan este ejercicio intelectual, pero es necesario que no se quede sólo en poesía y cuentos de ficción.

Es muy importante que se abran líneas de investigación, que a su vez estas reciban apoyos de editoriales que no tienen por qué ser precisamente del Estado, sino que pueden ser editoriales privadas que reciban la ayuda del Gobierno en cuanto a la imprenta, y no porque le den el material, sino en la intervención del abuso con los precios del papel.

11063509_817934328261358_6900630815153670295_oHay muchas editoriales que plantean importantes líneas de investigación pero no cuentan con el material, no hay suficiente para sacar una edición extendida de cualquier libro que consideren importante para la construcción revolucionaria de la patria, entonces “qué hacemos con decir, por ejemplo, aquí está el libro de Earle Herrera, si cuando la gente lo busca no lo consigue más, hay que tener una política para sostenerlo, para que el libro pueda mantenerse en el mercado”, prosiguió Parra.

Por otro lado, afirmó que no es menos cierto que existen en Venezuela editoriales que “están al servicio de los enemigos de Venezuela, y lo que publican son libros contra Chávez y refritos sobre eso”.

Amilcar Figueroa, por su parte, señaló que “estamos en un momento de una “posible injerencia no precisamente por la vía de la cultura; esta injerencia es en el mundo de la economía”. Hizo referencia con ello a la carencia de material para publicaciones.

Es menester, ante esta situación, establecer una hegemonía cultural, y lo es porque es la herramienta del pueblo. Si el pueblo no defiende su cultura ante cualquier intervención en el área que sea, entonces lo pierde todo.

Es allí donde entra el tan importante papel del libro, el venezolano debe leer en favor de su superación como nación que se encuentra en fase revolucionaria. Pero se le sigue dando espacio a los libros que la deforman socialmente.

Editorial Trinchera: compromiso con la revolución cultural

La Editorial Trinchera intenta realizar esta labor de ofrecer importante material para la construcción de la revolución. “Somos una editorial pequeña y pobre, una editorial sólidamente amarrada al cambio histórico. Aspiramos contribuir a fomentar el debate de las ideas”, manifestó Amilcar Figueroa.

“Sin pensamiento revolucionario y fundamentos teóricos la política carece de sentido. Por ello queremos dotar de herramientas al pueblo trabajador en su lucha contra el capital”, expuso Figueroa. “Las circunstancias históricas del mundo actual nos llevan a pensar que la permanencia del capitalismo pone en peligro la vida humana”, indicó. Por lo que la propuesta es educar en la cultura anticapitalista, en donde el apoyo y el trabajo colectivo que mantiene en unión a la sociedad sean primordiales.

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Venezuela es un Estado dado a la lucha, el pueblo de América Latina que más ha derrochado heroísmo. Por ello hay que creer en las batallas desde la idea, “pero también tiene bastante experiencia de traiciones, claudicaciones y desvíos de programas, y no queremos que se repita ni el Pacto de Coche ni el Pacto de Punto Fijo”, enfatizó el coordinador de la Editorial Trinchera.

Advirtió acerca de la importancia de la formación intelectual y política, y la construcción de un pensamiento crítico y transformador para “que la gente entienda el programa por el cual lucha, que la gente maneje y tenga herramientas para entender la pertinencia de la superación de la sociedad burguesa. Que la gente tenga herramientas para entender que sin la trascendencia revolucionaria no solamente perpetuamos la esclavitud contra el capital, sino que ponemos en riesgo la vida misma”.

Una de las conclusiones a las cuales se llegó fue romper los lazos con la burguesía, y para ello es necesario ejercer en pensamiento y acción completamente la cultura, pues, como señaló Saúl Rivas en su participación “no podemos ser de izquierda económica y socialmente, pero seguir siendo culturalmente de derecha”.

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