Mujeres lucharon junto a los jóvenes en la Batalla de La Victoria

El historiador Peter Mendoza exalta la Batalla de La Victoria como una prueba en la que la juventud debió “probar su amor a la Patria y con su entusiasmo, determinación, valentía y sacrificio, representando los más altos ideales”. Fue una gesta en la que la participación de los jóvenes caraqueños protagonizaron el último intento por evitar la caída de la capital y con ella la Segunda República, subrayó Mendoza: “Caracas lo había dado todo por la causa patriota, sólo le faltaba por entregar la vida de sus hijos más jóvenes, los estudiantes y seminaristas que en su mayoría contaban con 12, 13, 14 ,15 años de edad, ellos debían convertirse en soldados ante estas dramáticas circunstancias para salvar a la patria”.

En ese contexto era imprescindible que se sumaran al combate todas las fuerzas posibles, señaló Mendoza, quien destacó un dato pocas veces mencionado, la participación femenina en la derrota de las tropas de Boves:

“Algunas mujeres patriotas aptas para el combate, lucharon junto a los hombres, con gran determinación y valentía, en las trincheras que bordeaban el perímetro alrededor de la plaza de la plaza de La Victoria”.

Mientras unas entregaban su vida en la pelea, “otras, dentro de la iglesia parroquial (que se había convertido en un hospital de sangre) auxiliaban a los heridos, e imploraban a la imagen de María de la Inmaculada Concepción, intercediera para que las fuerzas republicanas coronasen la victoria aquel memorable día”.

MOMENTO TERRIBLE

Mendoza recordó que en aquel momento “Todo el país era escenario de la guerra de Independencia”, desde oriente hasta occidente: “Luego del contundente éxito de las campañas Admirable y de Oriente, a mediados de 1813, las fuerzas realistas se reagrupan y pasan al contraataque, el Libertador Simón Bolívar establece el Sitio de Puerto Cabello, destinando para ello numerosos efectivos militares. Por otra parte, envía al general Rafael Urdaneta a proteger el frente occidental ante las amenazas realistas de Maracaibo y Coro”

“Se combate en las batallas de Bárbula, Las Trincheras, Vigirima, Mosquiteros, Araure. El 3 de febrero más de 3 mil patriotas son asesinados por Boves en la primera Batalla de La Puerta”, detalló.

Entre altos y bajos, se fue inclinando la victoria a favor de los realistas, y los ataques eran cada vez más duros y crueles. “El 11 de febrero de 1814 (Un día antes de la batalla de La Victoria) en Ocumare del Tuy su guarnición y casi todos sus habitantes son ajusticiados por las fuerzas realistas al mando de Francisco Rosete”, contó Mendoza: “El sanguinario ‘Pulpero de Taguay’, asesina ese día a sangre fría a los ocumareños en una espantosa masacre en la que pasa a cuchillo a más de 3 mil patriotas”.

El historiador expuso que “la apremiante situación se expresa en que durante los primeros días de febrero las fuerzas realistas inician su ofensiva hacia los Valles de Aragua, con el claro objetivo de rendir a Caracas, cuna de la libertad”. En vista de ello, se impuso la “urgente necesidad de reemplazar a los patriotas caídos”, añadió, para resaltar la circunstancia que llevó a convocar a los jóvenes que fueron a batirse en La Victoria.

LA ARENGA DE RIBAS

“La juventud caraqueña marchó a pie desde Caracas tomando el antiguo camino hacia el pueblo de Antímano, bordearon el río San Pedro. Por el camino de Las Cocuizas (que aún existe) se dirigieron hacia los Valles de Aragua”, relató Mendoza. Y contó que al amanecer del 12 las fuerzas de Boves al mando de Francisco Tomás Morales, se apostaron a las afueras de La Victoria. “Los patriotas contaban con 1.500 efectivos, la mayoría formada por jóvenes estudiantes y seminaristas. Los realistas sumaban 4.000 efectivos compuestos de 2.200 lanceros y 1.800 fusileros”.

El historiador evocó el momento previo a la batalla, cuando el general José Félix Ribas se dirigió a sus tropas con estas inspiradoras palabras:

“¡Soldados el momento que tanto hemos esperado se cumplirá hoy, he allí a Boves cinco veces mayor con su ejército, pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Soldados defenderéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas y el suelo sagrado de la Patria, demostradle pues vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable. Hoy, ni aún podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer. Que Viva la República! que Viva Venezuela!, que Viva La Patria!.”

– ¿Por qué las fuerzas de Boves eran tan superiores?

– Durante la Primera y Segunda Repúblicas, para la gran parte de la población que formaban las llamadas “castas inferiores”, la causa patriota era vista como una cosa de aristócratas. Se pregonaba la igualdad de derechos, pero se mantenía la esclavitud como medio de producción, recordemos que las haciendas de tabaco, caña de azúcar y de otros rubros funcionaban fundamentalmente con mano de obra esclava.

Ante ese panorama, “el asturiano José Tomás Boves, supo explotar esta contradicción a favor de la causa realista, pronunciando el llamado Bando de Guayabal, el 1 de noviembre de 1813. En ese documento destacaba, entre otros puntos, la repartición de los bienes de blancos propietarios entre la soldadesca. Miles de aquellos que jamás habían tenido nada, siguieron a partir de ese momento ciegamente a Boves, haciendo de él su líder hasta el final”.

– ¿Qué tipo de armamento utilizaban los realistas y los patriotas?

– En la Batalla de La Victoria se usó el armamento característico de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, pistolas de un solo disparo, fusiles, también de un solo tiro, con cargadores de pólvora que se llenaban manualmente, y piezas de artillería fundidas y vaciadas. Cinco de estas piezas cubrían el perímetro patriota alrededor de la plaza con gran eficiencia dominando así las cinco principales calles de acceso a la plaza. Con esto lograban un equilibrio ante la mayoría abrumadora de las fuerzas realistas.

LA BATALLA

Mendoza señala que los primeros choques se iniciaron poco después de las 8:00 am, cuando los realistas sorprendieron los puntos establecidos por los patriotas, ubicados en el sitio de Pantanero hacia el sur del pueblo.

“Llegaron a internarse peligrosamente hacia La Victoria por diferentes flancos. El combate se libra ferozmente casa por casa, calle por calle, los patriotas defienden sus hogares con determinación y valentía. Los realistas derriban las puertas de las casas, asesinado a hombres, mujeres, niños y ancianos sin piedad. Ante el peligro los patriotas concentraron sus defensas en la plaza, la iglesia y los edificios centrales”, narró.

Explicó que “la lucha se intensifica a lo largo del día, se combate a tiro de fusil, cuerpo a cuerpo, mueren cientos de patriotas entre ellos el valiente merideño Rivas Dávila, nueve veces resisten los republicanos las brutales cargas de los realistas”.

El desenlace lo expuso de este modo: “Al final de la tarde, cuando se creía todo perdido, desde el campanario de la iglesia, un centinela avista los refuerzos desde el oeste, era Vicente Campo Elías con sus 220 valientes, enviados por el Libertador desde San Mateo, para auxiliar a los patriotas”.

“Con estos refuerzos y después de diez horas de cruentos combates, las fuerzas realistas se declaran en derrota, iniciando una precipitada y humillante derrota hacia la población de Villa de Cura”, añadió.