El presidente de la República, Nicolás Maduro, refirió este sábado que la derecha venezolana le hace daño al país con los continuos intentos desestabilizadores que emprenden cada día, que intentan sabotear el desarrollo económico, los cuales han sido derrotados gracias a la acción inmediata del Gobierno Nacional y la conciencia política del pueblo. Refirió que durante los primeros días del año, a causa del llamado irresponsable de voceros de la oposición, 18 millones de personas salieron a comprar -casi tres personas por familia- durante el cual en sólo cuatro días se han vendido alimentos y productos básicos por una cantidad equivalente a lo que normalmente se vende en un mes y medio.
El jefe de Estado mencionó que la oposición intentó sabotear la gira internacional presidencial llamando a un paro nacional, el cual fue rechazado por la mayoría de los venezolanos. “La derecha venezolana quiere imponerle a Venezuela los mismos esquemas de conspiración, desgaste, todo esto tenemos que tomarlo con la mayor seriedad (…) ellos le hacen daño al país”, expresó este sábado durante su alocución en el Balcón del Pueblo, en el Palacio de Miraflores, en Caracas, tras retornar de una gira internacional.
Recordó como otra emboscada que intentó montar la derecha venezolana contra el pueblo, las acciones de boicot y desabastecimiento por parte de la empresa Herrera C.A; que mantenía toneladas de productos básicos para la población acaparados. Dijo que esta empresa forma parte de los empresarios privados que se suman a la guerra económica y a la conspiración de la derecha venezolana.
Además, el jefe de Estado recordó que la oposición a través de las redes sociales llamaron a un paro nacional y emprendieron una guerra psicológica, lo cual trajo como consecuencia que los venezolanos salieran de manera desbocada a los supermercados a adquirir alimentos.
“No los subestimemos, hay que estar pendientes, ellos le hacen daño al pueblo”, añadió.
Citarán a grandes empresas mayoristas y distribuidoras para que cumplan sus servicios
Tras recordar lo ocurrido con la empresa Herrera C.A. y confirmar que sus dueños se habían reunido días atrás en el Palacio de Miraflores con su equipo de gobierno, Maduro anunció que citará a las principales empresas privadas distribuidoras y mayoristas de alimentos y productos de primera necesidad para que cumplan con los servicios económicos que deben brindar a la población venezolana.
“Le he ordenado al vicepresidente ejecutivo, al vicepresidente de Economía y al vicepresidente de Seguridad Alimentaria que citen a todos los mayoristas y distribuidores del país, uno por uno, y le hagamos firmar un ultimátum de respeto al pueblo de Venezuela y a las leyes de Venezuela, si no actuaré con todo el peso de la ley y de la Constitución”, refirió el Jefe de Estado.
El Mandatario dijo que es necesario cambiar el modelo de distribución, “porque la guerra económica nos la están haciendo a nivel de la distribución y la comercialización. Ahí están enfocados y ahí nos vamos a enfocar nosotros”.
Expresó: “Hemos avanzado, pero resulta que la distribución de todos estos productos (los que acaparan) están en manos de las redes privadas parasitarias, casi todas. Y de los mayoristas también”, señaló. En este sentido, indicó que la red pública de distribución de alimentos atiende hoy a 74% de la población venezolana. “O nosotros cambiamos ese modelo o ellos le van a hacer grandes daños a la paz de la República”, insistió.
El Presidente anunció que su próxima batalla, y a la que le dedicará cada segundo, será el Estado Mayor Económico, para ganar la economía próspera del país. “Vamos a derrotar estas mafias”, manifestó.
Presidente Maduro hará anuncios económicos este próximo martes
Maduro también informó que este martes 20, durante una alocución que ofrecerá en la Asamblea Nacional (AN), hará anuncios en materia económica dirigidos a proteger socialmente al pueblo. “Los invito, el martes 20, a las 5:00 de la tarde. En el mensaje que daré a la nación anunciaré este conjunto de medidas para acelerar la transición económica al socialismo productivo, para cambiar todo lo que haya que cambiar”, señaló.
Comentó que viene preparando acciones para proteger a los trabajadores, a las personas de la tercera edad, jóvenes y estudiantes, en aras de ampliar el ritmo de inversión social. “El próximo martes, la Asamblea Nacional me ha citado para que de mi mensaje anual y explique el mensaje que ya entregué por escrito a través del vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza, el pasado 15 de enero, cumpliendo la Constitución”, dijo desde el balcón del pueblo, en el Palacio de Miraflores, Caracas.
Con alegría y concentraciones en Vargas y Caracas, el jefe de Estado fue recibido por el pueblo revolucionario tras su llegada de una importante gira internacional por China, Rusia y naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).
— EXTRACTO DEL LIBRO: “LA CASA DE LOS ESPÍRITUS” de Isabel Allende.
La película la pueden ver en: https://www.youtube.com/watch?v=ImKWAPIJ6N4
“…El pueblo se encontró por primera vez con suficiente dinero para cubrir sus necesidades básicas y comprar algunas cosas que siempre deseó, pero
no podía hacerlo, porque los almacenes estaban casi vacíos. Había comenzado el desabastecimiento, que llegó a ser una pesadilla colectiva. Las mujeres se levantaban al amanecer para pararse en las interminables colas donde podían adquirir un escuálido pollo, media docena de pañales o papel higiénico. El betún para lustrar zapatos, las agujas y el café pasaron a ser artículos de lujo que se regalaban envueltos en papel de fantasía para los cumpleaños. Se produjo la angustia de la escasez, el país estaba sacudido por oleadas de rumores contradictorios que alertaban a la población sobre los productos que iban a faltar y la gente compraba lo que hubiera, sin medida, para prevenir el futuro.
Se paraban en las colas sin saber lo que se estaba vendiendo, sólo para no dejar pasar la oportunidad de comprar algo, aunque no lo necesitaran.
Surgieron profesionales de las colas, que por una suma razonable guardaban el puesto a otros, los vendedores de golosinas que aprovechaban el tumulto para colocar sus chucherías y los que alquilaban mantas para las largas colas nocturnas.
Se desató el mercado negro. La policía trató de impedirlo, pero era como una peste que se metía por todos lados y por mucho que revisaran los carros y detuvieran a los que portaban bultos sospechosos no lo podían evitar. Hasta los niños traficaban en los patios de las escuelas.
En la premura por acaparar productos, se producían confusiones y los que nunca habían fumado terminaban pagando cualquier precio por una cajetilla de cigarros, y los que no tenían niños se peleaban por un tarro de alimento para lactantes.
Desaparecieron los repuestos de las cocinas, de las máquinas industriales, de los vehículos. Racionaron la gasolina y las filas de automóviles podían durar dos días y una noche, bloqueando la ciudad como una gigantesca boa inmóvil tostándose al sol.
No había tiempo para tantas colas y los oficinistas tuvieron que desplazarse a pie o en bicicleta…”