Conozca las dos películas de Bolívar por estrenarse: Libertador y El Hombre de las Dificultades

Izquierda: “Bolívar, el Hombre de las Dificultades”, dirigida por Luis Alberto Lamata. Derecha: “Libertador”, dirigida por Alberto Arvelo

A 230 años de su nacimiento, Simón Bolívar encara otra batalla: conquistar las salas de cine, y la tarea recae en dos realizadores: Alberto Arvelo presenta al padre de la patria con su película Libertador; y Luis Alberto Lamata lo hace con Bolívar: El hombre de las dificultades. El periodista Néstor Luis Llabanero entrevistó a ambos directores.

¿Por qué el título?

• Alberto Arvelo: “La historia del hombre está llena de próceres cuyas sagas militares son solo el reflejo de la expansión de sus estados o de sus imperios, como son los casos de Alejandro Magno, Julio César, Bonaparte y Genghis Khan. Simón Bolívar, en cambio, es un caso excepcional. Las campañas militares de Bolívar tuvieron como motivación la liberación de los pueblos, no el sometimiento ni la usura. Me resulta difícil imaginar un título más honroso para un hombre que el de Libertador. Era el nombre natural de este proyecto”.
• Luis Alberto Lamata: “Pedí contar el exilio en Jamaica y en Haití y, de hecho, Venezuela solo aparece en la escena final. Cuando empieza la película, Bolívar, que ha conocido la gloria, que es de los hombres más ricos de América, que había nacido en cuna de oro, es botado de la pensión porque no puede pagar y la manera de salir adelante es empeñando el único recuerdo de su madre, unas cucharitas de plata con las que le daban de comer en Caracas y en San Mateo. Y esos datos tienen apego absoluto con la realidad. Ese Bolívar reflexiona sobre las causas que llevaron a la derrota en la segunda República y sobre eso escribe en la Carta de Jamaica. Pero, a pesar de venir de la derrota, sabe que va a la victoria”.

¿En qué período histórico se ubica?

• Alberto Arvelo: “La película se ubica fundamentalmente entre 1800 y 1830”.
• Luis Alberto Lamata: “Contamos un año muy particular que va de mayo de 1815 a mayo de 1816”.

¿Qué abordan de la vida personal?

• Alberto Arvelo: “Al hombre y los eventos que marcaron y definieron al ser humano. Para entender a Bolívar debemos recordar que estamos hablando de un personaje que perdió a su padre a los tres años, a su madre a los nueve años y que enviudó a los 19; es decir, un hombre edificado sobre las pérdidas y las carencias. Es fascinante el arco emocional que genera desde esas pérdidas hasta el hombre que, con solo 29 años, entró en Caracas ya convertido en Libertador. Obviamente (en el guión de Tim Sexton) también abordamos al militar, al político, al pensador y al hombre de Estado. Es un personaje excepcionalmente completo, a la manera de los renacentistas”.
• Luis Alberto Lamata: “En la vida de Simón Bolívar mencionamos tres grandes amores. No se incluye a la esposa María Teresa del Toro. Tampoco a Manuela Sáenz, la amante de Quito. En esta historia (apoyada por Alter Producciones y la Villa del Cine) Pepita Machado, Jeanne Bourvil y Madame Julienne ocupan toda la atención. Las tres mujeres resultaron valiosas en un año cuando el Libertador atravesó penurias económicas y desafíos ideológicos”.

¿Cómo esquivaron el riesgo propagandístico?

• Alberto Arvelo: “Estoy hablando de nuestra historia y estoy haciendo cine, al igual que se ha hecho con Lincoln, con Gandhi, con Napoleón, con Zapata, con el Che, con Alejandro Magno y con El Cid Campeador”.
• Luis Alberto Lamata: “Para comprender tienes que mirar hacia tu pasado, eso es válido en lo colectivo y en lo individual. Nadie podría vivir sin tener identidad. No es casual que uno agarre la cinematografía mundial y cada tanto se hagan películas sobre sus raíces. Eso es responder a la necesidad de buscarse a sí mismo”.

¿Cuánto costó la película?

• Alberto Arvelo: “Esa es una pregunta que pueden responderte los productores. Lo que sí puedo decirte es que me hubiera encantado tener el presupuesto que algunos han dicho que tuvimos”. En el portal IMDb, especializado en la recopilación de datos cinematográficos, Libertador registra un costo estimado de 50 millones de dólares.
• Luis Alberto Lamata: “Es una producción venezolana, en la que se hizo presente el apoyo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Se calcula una inversión total de 17 millones de bolívares”.

¿El cine masifica lo que le cuesta a los libros?

• Alberto Arvelo: “Muy lamentablemente el libro ha perdido espacio en el mundo moderno. Me entristece enormemente cada vez que escucho que han cerrado otra librería, pues siento la misma emoción cuando entro a una librería que cuando voy a una sala de cine. Sin duda el cine es el arte de nuestros tiempos, y hay que aceptar que para una sociedad edificada sobre la inmediatez resulta más cómodo ver una película que leer un libro. La historia siempre se ha visto como algo aburrido, pero la verdad es que la historia puede ser fascinante. He querido hacer una película alejada de la retórica y del discurso formalista del cine histórico tradicional. He buscado ofrecer una experiencia menos acartonada, más fresca, más realista, más inspiradora”.
• Luis Alberto Lamata: “Lamentablemente la historia que nos alimentó en la educación formal no ha sido la mejor en los últimos 200 años. Creo que se ha pecado de tener una historia solemne, pero vacía y tan fría como una estatua de bronce. Te lo dice alguien que hace la película porque soy un gran admirador de Bolívar. Es fundamental en nuestra identidad. En la medida en que se te presenta como ser humano en toda la dimensión, terminas admirándolo aún más. El Bolívar diosificado, ese está más lejos; a mí me gusta más entrañable, mezclado entre la gente y es el que cuenta la película”.

¿Cuál fue tu hallazgo de Bolívar?

• Alberto Arvelo: “De la experiencia de Libertador son muchas las cosas que me han quedado. Entre otras, que hay que revisar profundamente la historia latinoamericana. También me ha quedado claro que debemos invertir en la formación de nuestros nuevos cineastas. Libertador fue una película escuela, trajimos estudiantes de cine de muchos lugares de Venezuela y los hicimos convivir con el rodaje, de modo que pudieran aprender y enriquecerse de la experiencia de los artistas y profesionales altamente calificados que trabajaron en el proyecto”.
• Luis Alberto Lamata: “Creo que el proceso de Bolívar en Jamaica y Haití nos cuenta cosas que a todos los venezolanos nos importan. Decir político no es decir partidista. Uno tiene que saber acercarse a la historia sin ser anacrónico, respetando que es una circunstancia política particular. No es un Bolívar que pretenda dar respuesta directa a lo que nos ocurre cuando salimos a la calle, pero sí ayuda a reflexionar sobre lo que es la vida política en este momento. Creo que hay que llenar a Bolívar de carne, hueso y sangre; también, de los errores. El Bolívar que conoce el venezolano es de bronce, el cagado de palomas, y creo que hay que quitarle el Bolívar a las palomas y ponerlo en la cabeza y el corazón de la gente. Creo que el cine necesariamente tiene que contarlo para que cautive y que cuando se apaguen las luces de la sala te enganche la historia, pero no quiero lo banal. Es una película con un concepto y un contenido políticos, porque creo que eso también lo necesita la cinematografía”.