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Gracias al trabajo de fumigación de la Colección de Libros Raros y Manuscritos, en la Biblioteca Nacional, que fue realizado durante el mes de septiembre, se puede asegurar que los materiales bibliográficos que allí se resguardan estarán en buenas condiciones ambientales para sus procesos de recuperación.
Texto: Bárbara Romero/ Foto: Prensa IABNSB
María Alejandra Belizario, conservadora de obras antiguas y actual jefa de la División de Conservación de Colecciones, perteneciente al Centro Nacional de Preservación Documental de la Biblioteca Nacional de Venezuela, explicó que “uno de los depósitos de colecciones con mayor valor histórico es el de Libros Raros, pues en él se resguardan materiales que datan del siglo XV y que forman parte del patrimonio bibliográfico del país. El objetivo de realizar la fumigación, con productos especializados que no le ocasionan daño al material, es el de mantener un control de plagas en los depósitos, evitar producir biodeterioros, pérdidas y daños irreparables en tan importantes obras”.
Es relevante mencionar que, gracias al acervo histórico allí conservado y al consecuente esfuerzo de sus trabajadores; el Gobierno Bolivariano ha logrado nutrir sus argumentos para luchar por el Esequibo y defender la soberanía de la Patria, gracias a la cantidad de información de carácter histórico que contiene la Colección de Libros Raros. “Las pérdidas serían invaluables”, recalcó Belizario, refiriéndose a las consecuencias que traerían el desgaste de la colección, “cada parte del material bibliográfico que se pierda causaría una alteración en los soporte documentales”.
En esta ocasión, el equipo de conservación tomó acción rápidamente antes de que la situación con la plaga fuera crítica, y una vez culminado los 21 días de aislamiento de la colección para que los químicos hicieran su trabajo correctamente, se encargarán de iniciar la limpieza de los espacios y las obras para retirar los residuos. A su vez, pondrán en marcha un plan de inspecciones mensuales para realizar mediciones de los parámetros ambientales necesarios en cada depósito, y la realización de fumigaciones anuales preventivas.
Finalmente, Belizario expresó su opinión sobre la importancia de la labor del Centro de Preservación, resaltando que “está conformado por un equipo de profesionales que trabajan arduamente acorde a las necesidades y diversidad de las colecciones bibliográficas, fomentando el resguardo, la conservación y la preservación del patrimonio documental del país”.