Los participantes en el Foro Internacional Carabobo Siglo XXI: “Los Desafíos de la Independencia” invitaron este miércoles a visibilizar a los sectores sociales que batallaron y hasta dieron sus vidas en los procesos de independencia de Nuestramérica.
Texto: Prensa MPPC
Dicha convocatoria la hizo la Comisión Presidencial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia, a través del Centro de Estudios Simón Bolívar, por medio de sus redes sociales.
El Foro Internacional Carabobo Siglo XXI: «Los Desafíos de la Independencia», que se realiza de manera virtual, cuenta con el auspicio de Centro Nacional de Historia, el Archivo General de la Nación y la Red de Historia, Memoria y Patrimonio, instituciones y organizaciones sociales dedicadas al ámbito de la historia a escala nacional e internacional.
La primera ponencia fue titulada “Pensar los procesos independentistas de Nuestramérica en clave descolonizada” y le correspondió a la profesora Carina Paola Murúa, de Argentina.
En su disertación compartió algunas ideas respecto a uno de los ejes que se propuso en este Foro, relativo a los sectores sociales más vulnerables que participaron en los procesos de independencia, pero que, sin embargo, la historiografía oficial y las pedagogías, a lo largo de la historia, de nuestramérica los han invisibilizados.
A partir del proceso de conquista, menciona a Aníbal Quijano y a otros autores, “se inventa el concepto de raza, un concepto obviamente inexistente, pero lo que va a ser es darle un marco legal, institucional y moral a todos los sectores sociales que van a ser sulbalternizados, precisamente por el color de la piel, detalló la invitada.Manuel Bolívar Tovar_
En Argentina “tenemos una fuerte presencia de los pueblos esclavizados africanos, traídos en esta trata a través del océano por varios siglos, que lo que van a ser es conformar en nuestra sociedad en un proceso de sincretismo en muchos aspectos, y que van a tener la marcada racialización”.
Argumentó Murúa que “una racialización, sumado a los sectores más pobres, entrecruzado también con aquellas representaciones de género van a llevar que, obviamente, las mujeres, los sectores gauchos y los negros van a ser aquellos oprimidos, y que no aparecen prácticamente en esa historia”.
Posteriormente, hizo alusión al libro Geografía y Atlas, manual escolar de la década de los 40, del cual dijo: “Sabemos que las ciencias positivistas han fragmentados las disciplinas y las geografías también han sufrido”. Explicó: “Vemos cómo hay una impronta colonial fortísima, cuanto más para el 1821, donde se desarrolla la Campaña de Carabobo, o donde se está dando también en el proceso de la América del Sur toda una serie de luchas por la emancipación”.
Murúa precisó que “es imprescindibles empezar a descolonizar las historias de nuestros pueblos, lo que implica el reconocimiento, nombrar es muy importante y visibilizar es muy importante”.
Por su parte, el investigador venezolano Manuel Bolívar Tovar expuso su ponencia: La Batalla de Carabobo y su conjugación con el presente. En una parte de su exposición destacó que el comandante Hugo Chávez “nos insta en el pensamiento, en la metodología reflexiva, en el visualizar el presente sin dejar de ver el pasado, en el visualizar el presente sin dejar de ver el futuro”.
“Nos insta a ver de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. En síntesis, el visibilizador de los invisibilizados Hugo Chávez, el de la historia insurgente es quien nos inspira en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el contexto de la democracia participativa y protagónica”, afirmó.
Añadió que dista mucho de los que es la democracia representativa, la misma que indudablemente “nos hizo perder, por un momento, desvirtuarnos de lo que es la verdadera historia”.
“Nos llevó, precisó Bolívar, a no ver nuestra potencialidad, nuestra idiosincrasia, porque formaba parte de una metodología exógena que respondía a intereses eurocentristas, neocolonialistas, que no era nuestra inspiración Bolivariana”.
Durante su participación, agregó que es allí donde toma importancia la democracia participativa y protagónica “en darnos hoy la preponderancia de inscribirnos entonces en nuestros modelos endógenos, en visualizar y hurgar verdaderamente en nuestra potencialidad”.
La Batalla de Carabobo “nos inspira a estar ahí, pararnos en el 24 de junio de 1821, pero también nos lleva a dar una mirada al antecedente, hacia el después de la batalla, y para ello debemos de manera integral contemplar aspectos económicos, políticos, sociales, y por supuesto militares”, comentó.
Entre tanto, el venezolano Gabriel Jiménez Emán, Premio Nacional de Cultura, en su ponencia La ficcionalización de la gesta de independencia en la literatura venezolana, describió los procesos que utilizaban algunos autores criollos de novelas para describir y contar nuestra historia.
Señaló que hubo que esperar hasta el año 1931, cuando Arturo Uslar Pietri publica Las lanzas coloradas, para que los procedimientos vanguardistas permitieran narrar los acontecimientos militares y las batallas capitaneadas por las grandes figuras, desplazaran la acción novelesca hacia la gente del pueblo.
Es decir, explicó, hacia peones y campesinos, hacia lo que se denomina en teoría narrativa tradicional: los personajes secundarios. Esta vez usando diálogos ágiles, descripciones osadas y un arsenal de imágenes sugerentes más que imágenes descriptivas de una geografía hace hincapié Uslar en los diálogos, en la conversación particular de los hombres del campo.