Las plataformas y articulaciones del movimiento social y popular latinoamericano y caribeño -reunidas en Caracas en el XXV de Foro de Sao Paulo- hicieron un reconocimiento al legítimo Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, «como una de las democracias más atacadas por el gobierno estadounidense y sus aliados», así como también denunciaron las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos contra Venezuela y Cuba, «como forma de genocidio y violación masiva de derechos humanos».
Texto: AVN, PSUV
En la Declaración y Plan de Lucha emitida en el marco del XXV Foro de Sao Paulo, expresaron la urgente necesidad de frenar las agresiones sistemáticas del imperialismo contra la soberanía, la autodeterminación y la integración de los pueblos.
De igual manera, advierten sobre el avance «de una derecha con expresiones fascistas que promueve el odio y el exterminio social», así como del «papel criminal de las transnacionales y los tratados de libre comercio que imponen el despojo, saqueo y explotación de nuestros territorios y comunidades».
En el documento se expresa que «esta nueva ofensiva imperialista pretende romper todos los principios del derecho internacional público e imponer escenarios de guerra en nuestra región, que se expresan en las múltiples formas de agresión contra Venezuela, en particular a través del criminal bloqueo impuesto por los Estados Unidos y el cínico uso de instrumentos que deberían estar al servicio de los derechos humanos para promover escenarios guerreristas de intervención militar», en referencia al informe presentado en julio por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
De igual manera, en la Declaración y Plan de Lucha se denuncia el injusto bloqueo a Cuba, las violaciones de los derechos humanos en Colombia por el sistemático asesinado de líderes sociales y el incumplimiento de los acuerdos de paz por parte del gobierno colombiano y la permanencia y reactivación de
bases militares de Estados Unidos con la contratación de empresas militares privadas, lo que constituyen prácticas guerreristas que amenazan la paz de todo el continente.
Como una muestra de la capacidad de resistencia de los pueblos de América, en el texto se señalan la represión del pueblo de Honduras, las protestas en Puerto Rico, las movilizaciones en Brasil por la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, las protestas en Argentina contra los paquetes económicos de corte neoliberal, y los procesos populares en Bolivia y Nicaragua.
Agenda de acción común
Es por ello, que las plataformas y articulaciones del movimiento social y popular latinoamericano y caribeño acordaron una agenda de acción común que establece la defensa de la paz y la democracia en la región; el resguardo de los derechos de los pueblos para impedir los retrocesos en las conquistas históricas y la lucha contra el imperialismo.
De igual forma, se incluye en la agenda la lucha contra el patriarcado, la xenofobia, el racismo, la criminalización de la migración, y en general, «contra cualquier forma de discriminación por motivos étnicos, religiosos, de género u orientación sexual».